XVI Carrera del aceite

Me está costando mucho escribir esta entrada, sólo hay que ver que la carrera se celebró el 16 de diciembre y ahora cuando estoy escribiendo ya es 2 de enero. Y me está costando porque no sé cómo enfocarlo, ya que tengo sensaciones encontradas.

Por un lado siempre supone un gran placer correr en mi pueblo y por otro, no fue un buen día en ningún aspecto. Ni el tiempo acompañó, ni el circuito estaba en condiciones, ni tampoco yo me encontraba bien para correr.

Normalmente el día de la carrera salgo de Madrid con una amiga el mismo día por la mañana pero esta vez no fue así, ya que pasé la noche anterior a la carrera en una localidad toledana más cerca de mi pueblo. La noche fue horrible ya que dormí fatal, así que me levanté con pocas ganas de nada.

Con más de una hora de antelación salimos hacia Los Navalmorales. Yendo de Malpica de Tajo a San Martín de Pusa nos cayó una chupa de agua de impresión. Pensé que el circuito por donde transcurre la carrera que es en su mayor parte por tierra iba a estar muy mal porque la tierra de este pueblo es muy arcillosa, pero también pensé que a lo mejor se les había ocurrido la idea de buscar un recorrido alternativo como cuando participé por primera vez en 2009.

Cumpliendo la tradición, paramos en Mazapanes Manzanero donde compramos kilo y medio de mazapán. Fue una breve parada y poco después estábamos aparcando el coche junto a la gasolinera.

Recogimos el dorsal y fui a saludar a Aarón, el responsable de Evedeport. Le pregunté si habían buscado un circuito alternativo y me dijo que no, que no había gente para cubrir los cruces. Me dijo que cuando había marcado el circuito estaba perfecto, pero que fue marcarlo y empezó a llover y en pocos minutos descargó una gran cantidad de agua. Algunos corredores ya le habían dicho que estaba impracticable, pero no había alternativa.

Saludé a una conocida pueblana que se había desplazado hasta allí desde Talavera con un par de amigas y fuimos a cambiarnos para hacer un reconocimiento del circuito. Efectivamente comprobamos que uno de los tramos de tierra parecía una pista de patinaje porque el barro resbalaba cantidad y además las zapatillas se cargaban de barro que costaba levantar los pies del suelo.

Esta carrera me gusta porque se celebra en mi pueblo, pero nada más, porque el circuito consiste en subir una buena cuesta y bajarla. Luego subir una cuesta un poco más suave y un poco de llano. Y eso hacerlo tres veces. No me gusta porque se me da mal subir y aún peor bajar y si a eso lo sumas el barro, pues la carrera se convierte en un horror.

Seguimos calentando por el tramo de carretera y allí pudimos ver a la china Dong Liu que un año más se disponía a llevarse tropecientos litros de aceite. Una pasta, ya que anda el aceite a 4 € el litro.

A la once en punto dieron la salida y el pelotón de menos de cien corredores se puso en marcha. Los primeros metros son por la carretera y enseguida el pelotón se fue alargando. Llegamos al primer tramo de tierra y por allí no se iba mal, pero al girar bruscamente a la izquierda cogimos el camino resbaladizo y lleno de barro. Fatal, se iba fatal por allí. La subida que viene a continuación también estaba muy mal. Yo ya salí desanimado, pero según iban pasando los minutos me iba desanimando aún más y lo único que tenía ganas es de que se acabara lo más pronto posible.

Afortunadamente la prueba consiste únicamente en recorrer únicamente 4,8 km por lo que después de algo más de veinte minutos llegué a la meta con muy malas sensaciones aunque tratando de poner buena cara para la foto. Mi amiga también acabó un tanto desilusionada porque quedó sexta de su categoría y había premios para las cinco primeras.


Entrando en meta en la Carrera del aceite 2018, foto cortesía de Evedeport

Aparezco en la clasificación de la que guardo una copia aquí en el puesto 46 de 88 llegados a meta. En la segunda mitad del pelotón, lo que indica que el nivel de esta carrera es brutal. Como dice uno que vi en Strava, una carrera durísima de mucho nivel y desnivel. Y para acojonar al personal pongo el perfil de la versión móvil de Garmin Connect que impresiona más que la versión web. Hay que reconocer que se le quitan a uno las ganas de participar en esta carrera con este perfil tan feo.


Perfil de la Carrera del aceite

De todos modos aunque me haya ido con un mal sabor de boca este año, espero poder seguir viniendo todos los años que pueda. Es una buena excusa para volver a mi pueblo.

Mejor dejar que te muerda

Si el martes contaba la movida que tuvo nuestro compañero Pepe con un perro, hoy también la hemos tenido. Íbamos corriendo cuatro pradolongueros por el camino que solemos hacer. Dimos la primera vuelta y comentábamos que parecía que había menos perros de lo habitual, probablemente porque hacía un día un tanto desapacible con frío y viento.

Ya no nos quedaba mucho de la segunda vuelta, íbamos por el estatua Tres cuando un perro ha salido detrás de nosotros ladrando como un salvaje. Uno de mis compañeros, ya harto de la situación, se ha vuelto con intenciones de dar una patada al perro. Enseguida ha llegado la dueña del perro al grito: «como des una patada al perro te doy una patada en la cabeza». Como comentaba en la anterior entrada, se ha llegado a la absurda situación de que un perro tiene más derecho que una persona.

Según decía la chica en cuestión hay que tener empatía con el perro. No sé muy bien que es tener empatía con el perro, pero desde luego el animal tiene poca empatía con el corredor.

Ante este tipo de situaciones lo mejor va a ser dejar que te muerda el perro y luego denunciar al dueño del animal, porque no veo otra alternativa. Esto no tiene remedio.

Al final lo de menos es señalar que hice 9,7 km en un tiempo de 54:16 @ 5:35 min/km. Lo importante es que sobrevivimos.

Por cierto, hoy es Santa Lucía. Me encanta este día porque en la creencia popular, se cree que a partir de este día los días empiezan a estirarse, es decir, que hay más horas de sol. Según parece no es cierto, porque si bien antes del calendario gregoriano el día de Santa Lucía coincidía con el solsticio de invierno, ahora es el 21 de diciembre. O sea, que nos toca esperar aún ocho días para que tengamos más horas de sol.

Tenía que suceder y sucedió

Estábamos en el punto de encuentro cuando ha llegado Jesús y nos ha contado un grave incidente que tuvieron el sábado protagonizado ¡cómo no! por un perro. Un trío de pradolongueros daba su vuelta habitual por el parque cuando un perro de buen tamaño vino lanzado a por ellos. Golpeó a Pepe en la rodilla y cayó al suelo como una pluma. Al caer debió poner el brazo mal y se le salió el hombro de su sitio. Tuvieron que llevarle urgentemente al Doce de octubre y ahora anda el hombre con el brazo en cabestrillo, dopado como dice él para no sentir el dolor. Confiemos en que se recupere pronto y bien el bueno de Pepe y podamos verle de nuevo corriendo por el parque.

Llevo desde 1995 corriendo por el Parque de Pradolongo y algunos llevan mucho más tiempo, como por ejemplo Pepe, que corre desde hace lustros. Pues bien, ha sido en los últimos años cuando los «enfrentamientos» entre corredores y perros se ha hecho más habitual. Antes era raro tener algún roce con un perro, pero ahora es un día sí y otro también. Tengo la sensación de que los dueños de los perros consideran que su mascota tiene preferencia a los corredores y no tienen ningún pudor en dejar a los perros sueltos y siempre es el corredor el que tiene la culpa. Lamentable la educación de algunos dueños de perros.

A ver si pronto hacen el recinto para perros en el parque y se soluciona este problema aunque lo dudo porque los perros irán sueltos hasta llegar al recinto en cuestión. Ya veremos.


Debido a la noticia salimos algo apesadumbrados a realizar el entrenamiento y con más precaución si cabe que otros días y afortunadamente no tuvimos ningún incidente, por lo que pudimos completar las dos vueltas sin problemas.

Hice en total 9,7 km en un tiempo de 54:12 @ 5:35 min/km.

Corriendo entre olivos

Este fin de semana he estado visitando tres bonitas ciudades jienenses: la capital, Úbeda y Baeza. Son tres ciudades que merece la pena visitar, tienen muchas cosas dignas de ver.

Aprovechando que el hotel estaba en Baeza he salido a hacer unos kilómetros por los alrededores. Vi un camino que salía más o menos paralelo a la carretera de Ibros.

Yendo por ese camino me di cuenta que Baeza está en un alto porque la ida era toda favorable y la vuelta fue toda cuesta arriba. En el coche ya había comprobado que el camino hacia Úbeda es igual, hacia abajo.

Todo el camino lo hice entre olivos y pude ver que ya estaban recolectando el fruto de la oliva, la aceituna. Siempre me ha llamado la atención que alguien llame oliva a la aceituna, cuando para mí la oliva es el árbol. Leo por internet que dependiendo de la zona geográfica lo llaman de una manera u otra.

A lo que iba, que la ida se hizo llevadera, excepto un tramos que es de una pendiente bárbara. Como es lógico, la vuelta se hizo durilla y la cuesta de pendiente bárbara si a la ida tuve que ir reteniendo, ahora a la vuelta tuve que tirar de riñones y aún así costó lo suyo. Lo mismo hubiera subido más rápido andando.

Hice en total 9,8 km en un tiempo de 55:01 @ 5:37 min/km y luego por la tarde notaba los muslos bastante cargados.

Como no hice ninguna foto mientras corría, pongo una foto de la Plaza de Santa María, uno de los sitios que más me gustó de Baeza.


En la Plaza de Santa María, en Baeza

¡Qué bonito está el Parque Lineal!

Aprovechando que es festivo hoy jueves hemos quedado por la mañana a las nueve. Salimos Quique, mi tocayo y yo únicamente porque nadie más se animó y como no podía ser de otra manera bajamos al río.

En un principio tenía pensado hacer unos cinco kilómetros a ritmo umbral, sobre 4:22, pero ya desde el comienzo vi que iba algo cansado de piernas. Hicimos tres kilómetros de calentamiento hasta llegar a la orilla del río. Ahí aumenté el ritmo y después de ese primer kilómetro más fuerte traté de ponerme a 4:30 y así fuimos tres kilómetros, al lado de mis compañeros, que se dignaron no tirar.

Bueno, faltando como kilómetro y medio para llegar a las tablas sí se puso violento Quique y salió como una exhalación. Nosotros aumentamos el ritmo e hicimos ese medio kilómetro un poco por debajo de 4:10, pero no hubo forma. Quique está a años luz de mí.

Un poco antes de que Quique nos sacara los ojos iba mirando el río y la vegetación del Parque Lineal y me di cuenta lo bonito que está ahora en otoño. Una maravilla. No será el sitio más bonito de Madrid, pero es un lugar que merece mucho la pena.

Desde las tablas fuimos más tranquilos hacia el punto de encuentro donde dimos punto final al entrenamiento y de este modo fueron en total 11,3 km en un tiempo de 56:45 @ 5:01 min/km.

Más fuerte de lo que yo pensaba

Salimos cuatro pradolongueros y dimos una primera vuelta algo más rápida de lo habitual, ya que me desespera un poco ir tan despacio y me puse a tirar desde el primer metro.

En la segunda vuelta no fui yo el que tiraba, sino mi tocayo que está más fuerte de lo que yo pensaba. Lo comprobé en la carrera que hubo en el barrio hace unos días y lo vi en el día de hoy que se iba alejando casi sin esfuerzo mientras Joaquín y yo yendo a un ritmo sobre 4:40 veíamos como cada vez estaba más lejos.

Al final incluso apretamos más, pero no hubo forma, está en una gran condición. Persiguiendo a mi tocayo hice en total 9,6 km en un tiempo de 49:14 a un buen ritmo de 5:07 min/km.

Tirada medio larga al estilo JD

Después de haberme probado ayer y ver que no fui mal del todo planeé hacer una tirada medio larga, pero no de cualquier modo, sino siguiendo los consejos de Jack Daniels que siempre en las tiradas largas recomienda no sólo ir a ritmo fácil, sino meter algo de calidad en la parte intermedia.

De este modo fui calentando hacia el Parque Lineal y cuando llevaba cuatro kilómetros aceleré el paso para tratar de hacer dos kilómetros a ritmo umbral o un poco más rápido incluso. Salió ese dos mil a un ritmo de 4:18. Luego fui un kilómetro a ritmo de recuperación e hice un segundo dos mil de nuevo un poco por debajo de mi ritmo umbral. Ese segundo dos mil salió a un ritmo de 4:20 o sea, bien.

Luego después ya subiendo desde el río fui más tranquilo y de este modo hice en total 12 km en un tiempo de 1:02:25 @ 5:12 min/km. Parece que ya estoy recuperado de mi enfermedad aunque noto todavía cierto picor en la garganta.

Correr antes de comer

Mucha gente dice que corre para hacer «hueco» en el estómago. No es mi caso, corro porque me gusta correr, no hay otro motivo. Pero si con ello consigo tener menos tripa, pues miel sobre hojuelas, pero vamos, está claro que si no quieres tener tripa o comes con mesura o corres tropecientos kilómetros a la semana.

Hoy teníamos la comida pradolonguera y no salí a correr por hacer hueco, sino a probar cómo estaba porque el jueves no pude salir porque me encontraba mal y ayer viernes estaba peor todavía.

Salí con una amiga que también había estado pachucha por Parque Sur y dimos tres vueltas a un circuito de tres kilómetros. Yo veía a mi amiga más floja porque había estado peor y le dije de dar sólo dos vueltas, pero fue ella la que quiso dar las tres. Y la tercera debería habérsela ahorrado porque iba fundidilla.

Hicimos las tres vueltas a Parque Sur totalizando 9,3 km en un tiempo de 52:03 @ 5:33 min/km.

Y después de la carrera y una ducha reconfortante, fuimos a comer todos los pradolongueros que quisieron y pudieron.


Pradolongueros celebrando la Navidad 2018… Con margen

Imposible contentar a todos

Me ha tocado la ingrata tarea de organizar la típica comida navideña pradolonguera. Lancé la sugerencia de hacer la comida el sábado 1 de diciembre y curiosamente hoy estábamos cuatro en el punto de encuentro y ¡tres no podían venir! Una posibilidad es cambiar de día, pero estoy convencido de que si cambiamos habrá otros que no podrán venir, así que habrá que dejar la fecha y quien pueda bien y quien no, ¡mala suerte!

Hice dos carreras el fin de semana y ninguna superó los cinco kilómetros; sin embargo, notaba las piernas bastante cansadas, así que hoy era un día de relajación. Y tanto que nos relajamos que hicimos los primeros cinco kilómetros en más de media hora.

Luego para que no quedara tan descarado aumentamos un poco el ritmo, pero tampoco fue la cosa como para tirar cohetes. Completé 9,6 km en un tiempo de 55:26 @ 5:44 min/km.

Carrera popular «Usera libre de violencia machista»

Si ayer participé en una carrera de nombre largo, la de hoy tampoco se queda atrás. Dos carreras en dos días y ambas por una buena causa, que todo el mundo se conciencie que esta lacra que es la violencia machista se tiene que acabar de una vez. Si esta carrera y la de ayer sirven para paliar este problema, bienvenidas sean ambas carreras.

La carrera es en Usera, en mi barrio, cerca de mi casa y como habíamos quedado a las 8:15 en la explanada de la Junta Municipal de Usera no hizo falta que me diera un súper madrugón, pero aún así el despertador sonó a las 7:30 que no está mal para ser un domingo.

A esa hora estábamos Miguel y yo como un clavo esperando a Mariano, que llegó al poco, cuando estábamos cogiendo los dorsales. Nos dieron un dorsal de cartón y una camiseta. Lo del dorsal de cartón fue una muy mala idea ya que estaba lloviendo y mucha gente perdió el dorsal durante la carrera.

Estaba tratando de poner el dorsal en la camiseta y no era capaz, no tenía manera de colocar la camiseta porque todo estaba mojado y trataba de hacerlo de aquellas maneras. Es por esto que me tiré un buen rato intentándolo. En esos minutos apareció por allí Adelino que nos dijo que venían unos cuantos pradolongueros más a la carrera. Y menos mal que vinieron porque la participación fue escasa y nuestro grupo engrosó el pelotón de la carrera.

Unos cuantos pradolongueros acudieron a la cita y falta alguno que no salió en la foto

Después de conseguir colocar el dorsal, aunque de muy mala manera, y como quedaba aún tiempo y seguía lloviendo decidimos Miguel y yo meternos en un bar para tomar un café y al menos no mojarnos. Allí estuvimos un buen rato y mientras tomábamos el café vimos a un tipo que subía y bajaba Rafaela Ibarra calentando por lo que sospechamos que podía ser unos de los favoritos… Y no nos equivocamos. Cuando salimos del garito sólo quedaban diez minutos, lo suficiente para calentar un poco, pero ese poco fue más de lo que pensábamos porque se dio la salida minutos después de las nueve.

Dieron la salida y enseguida nos quedamos cuatro por delante, aunque Mariano y el «otro» iban ya destacados antes de llegar a Marcelo Usera. Miguel iba un poco descolgado y yo más todavía. En el trayecto por Marcelo Usera, casi todo favorable, Mariano y su acompañante se fueron yendo poco a poco y Miguel también se me fue yendo.

Giramos por San Antonio de Padua y veía que Miguel iba ahí, a veinte metros, que me sacó prácticamente en la bajada, pero yo apretaba y no le recortaba nada. Los dos primeros iban más rápido y casi no los veía, sólo podía ver la moto que los acompañaba.

Por la calle Santuario y Cristo de la Vega se llega a Doctor Tolosa Latour y ahí empieza una subida de no mucha pendiente pero que se nota en las piernas. Esa subida la recordaba de cuando se pasaba en la antigua Carrera de Usera y sabía que era durilla. Seguía viendo a Miguel más o menos a la misma distancia pero nada, que no le recortaba ni un metro.

En Avenida de los Poblados, que es un terreno llano, me dio la sensación de que me acerqué un poco. Fue en ese momento cuando mejor me encontré, pero al girar por Rafaela Ibarra, justo en el kilómetro cuatro, vi que la cosa era ya muy complicada porque la distancia no disminuía y ya notaba las piernas algo cargadas. No sé si la carrera de ayer se notó, es probable.

Efectivamente, el tránsito por Rafaela Ibarra se me hizo bastante duro y en esos últimos metros me sacó algo más de distancia pero mantuve la cuarta en la línea de meta después de mi tocayo. Mariano nos contó que no pudo hacerse con el primer puesto, aunque llegó bastante cerca. De todos modos no estuvo nada mal ya que los componentes del Club Atletismo Zofío estuvieron en posiciones cabeceras. Mariano fue segudo, Miguel fue tercero, yo fui cuarto y Adelino llegó séptimo. No estuvo nada mal, no. Rebeca, la única fémina del equipo también estuvo ahí, creo que fue la quinta de las chicas.

Estuvo toda la carrera y la previa llovizneando, pero resultaba agradable porque no hacía mucho frío y la lluvia era escasa. Tuvimos la fortuna que después de la carrera dejó de llover y la temperatura no estaba mal por lo que no lo pasamos esperando la entrega de trofeos. En categoría masculina subieron Mariano y Miguel, un buen botín para estos dos magníficos corredores.


Podium de la carrera con dos atletas del Club Atletismo Zofío escoltando al ganador

Había olvidado comentar que la organización dijo que la carrera medía 4,8 km pero mi GPS marcó 4,79 por lo que calculo la carrera tendría cien metros menos o así. Hice un tiempo de 19:41 @ 4:07 min/km por lo que no consigo bajar de cuatro en una carrera de estas cortas ni de broma. Como no pierda unos kilos no hay nada que hacer.