Sólo una semanita

Ya sólo queda una semanita para el día M. Ya iba siendo hora de que llegase el momento. Cuando íbamos corriendo comentábamos que nos conformábamos con el tiempo que estaba haciendo hoy, que aunque hacía sol, la temperatura era fresca. Mirando en la previsión a un semana, parece que hará buen día para correr, con máximas de 18º y mínimas de 7º y con algunas nubes, aunque de aquí al día M van a cambiar las previsones unas cuantas veces, seguro.

Para no castigar las piernas, que ya sólo necesitan descanso, hemos ido a un ritmo bastante llevadero durante los 15 km del circuito del río. Hemos ido de charleta y se me ha pasado el tiempo volando, ¡si me ha parecido más corto que las habituales dos vueltas a Pradolongo!

Los 15 km los hemos recorrido en un tiempo de 1:16:55 @ 5:08 min/km y aunque me sigue molestando un poco la rodilla, me parece que voy a llegar en un buen estado de forma.

Ayer me pesé justo antes de salir a correr y la báscula marcaba 68 kg, parece que ha bajado un poco de lo que marcaba en las últimas semanas. A ver si consigo perder algo estos días.

Granizada

Hoy hacía un frío de narices en Madrid. Y no sólo frío, también viento, lluvia y granizo. No es que haya caído mucho granizo, pero ha estado siete u ocho minutos granizando brutalmente, justo en pleno entrenamiento y ya que me dolía la cabeza y las orejas de esas pequeñas bolas de hielo que me golpeaban sin piedad.

Y menos mal al granizo, porque la última muestra de hipocresía del rey me estaba sacando de quicio y le iba a poner verde en esta entrada, pero gracias a este peculiar tipo de precipitación me ahorraré de decir que el rey es un sinvergüenza y que ya está bien que se gaste el dinero de los contribuyentes en cacerías y similares. Ya está bien que en el siglo XXI todavía existan estos anacronismos absurdos que no sirven absolutamente para nada, sino es para despilfarrar el dinero de los demás.

De nuevo, gracias al granizo tampoco tendré que decir que hoy es el 81º aniversario de la II República y que ya va siendo hora de que llegue la III porque esta forma de gobierno no tiene ni pies ni cabeza.

Por el mismo motivo también, me ahorraré tener que poner la bandera republicana en su aniversario.

Bandera republicana
¡Viva la república!

Entre unas cosas y otras, hoy salí tarde a entrenar, ya casi a la hora de comer. El objetivo era hacer unos kilómetros, ya los últimos, a ritmo de maratón. Así que he ido a Parque Sur con la idea de dar cuatro vueltas de 3 km cada una. Una primera vuelta de calentamiento y luego a ponerme sobre 4:30 en las otras tres.

Dicho y hecho. Una primera vuelta a un ritmo de 5:00 poco más o menos y luego bajando al ritmo objetivo de 4:30, a veces unos segundos por encima, a veces unos pocos por debajo. Eso sí, cuando estaba finalizando la tercera vuelta, cuando ha empezado a granizar, el ritmo ha aumentado sin querer, haciendo ese kilómetro, que encima era cuesta arriba, a 4:19. Después, vuelta a los ritmos de 4:30.

He totalizado las cuatro vueltas, es decir, 12 km en un tiempo de 55:04 @ 4:35 min/km.

Atraco municipal

Hoy era un día importante en el plan de entrenamiento, ya que habíamos pensado hacer el test de los dos seismiles para comprobar si la marca que vamos a intentar en la próxima maratón es factible. Había pensado que podíamos realizar la prueba en una pista de atletismo, donde el terreno es perfectamente llano y perfectamente medido.

Nuestro gozo en un pozo. Después de calentar unos kilometrillos en Pradolongo nos hemos dirigido al polideportivo y al entrar nos han dado el alto, invitándonos a pasar por taquilla. Nuestra sorpresa ha sido monumental al descubrir que nos querían cobrar ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ 2,25 € !!!!!!!!! por dar unas cuantas vueltas a la pista. Y no, no vayan a pensar que era ese precio para todo el grupo, no, era por cabeza. Se trata, sin lugar a dudas, de un auténtico atraco perpetrado por el ayuntamiento de Madrid que se gasta la friolera de 860.000 € todos los meses en mantener Madrid Río y no sé, quizás piensa sacarlo cobrando esos 2,25 € a los pobrecitos que hacemos deporte. En fin, una muestra más de la pésima gestión de este ayuntamiento, que debe algo más de 7.000 millones de euros y como el anterior alcalde ha debido hacerlo bien, pues lo hacemos ministro. Pobrecita justicia.

Bueno, a lo que importa. Después del fiasco hemos vuelto a Pradolongo donde nos hemos encontrado con Joaquín y Emilio que acababan de completar la primera vuelta. Emilio se ha ido a casa y Joaquín ha seguido con nosotros. Primera vuelta tranquila en 26:00 @ 5:25 min/km y luego una segunda vuelta a toda pastilla en 20:15 @ 4:13 min/km. Un entrenamiento que no tiene nada que ver con lo que habíamos previsto, pero que nos ha puesto las piernas al rojo vivo.

Sin contar con los kilómetros previos de calentamiento, hemos totalizado 9,6 km en un tiempo de 46:15 @ 4:49. Nos quedamos con la intriga de saber la marca que pudiéramos hacer.

De buena nos hemos librado

Parece que el mes de abril está haciendo honor al refrán aquel de abril, aguas mil. Esta tarde ha estado lloviendo bastante y pensaba que nos íbamos a mojar de lo lindo durante el entrenamiento, así que gorra para que no me caiga el sudor o la lluvia en la cara, ropa de manga corta para que se seque antes, el forerunner en casa y con un par hacia el punto de encuentro.

Cuando salía de casa ya llovía algo menos y al poco de empezar el entrenamiento ha dejado de llover. Era curioso de ver porque hacia el noroeste se veían unas nubes negras de asustar, mientras que hacia el sureste, estaba claro y despejado. Hemos tenido la enorme fortuna de que el viento se llevase las nubes y nos trajera los claros.

Aunque había llovido bastante, el parque estaba mojado, pero sólo había un poco de barro y se podía correr bien. Aún así, nos lo hemos tomado con calma y yo he dado sólo las dos vueltas de rigor, mientras que mis compañeros han seguido algo más. No me encontraba muy católico, por lo que he preferido no seguir con el entrenamiento. Con casi diez kilómetros tenía más que suficiente.

He dado dos vueltas de las «viejas» así que he completado 9,6 km en un tiempo de 51:52 @ 5:24 min/km, guardando fuerzas para hacer el próximo día el test de los dos seismiles.

Proteínas

Si ayer quedé con Jesús, hoy había con mi tocayo para hacer una tirada larga, aunque no tanto como el domingo pasado. A las diez en punto salimos desde el punto de encuentro habitual y dimos dos vueltas a Pradolongo antes de bajar al río y realizar el típico circuito por el Parque Lineal. Dicho parque está muy verde por las lluvias caídas últimamente, pero tiene el problema de que la población de mosquitos ha aumentado considerablemente y cada dos por tres te encontrabas con nubes de mosquitos imposibles de evitar, por lo que no resultaba extraño que acabases engullendo unos cuantos mosquitos de cada nube. No es la dieta más adecuada, pero nunca viene mal unas cuantas proteínas… no sólo de hidratos de carbono vive el corredor.

Tenía pensado hacer una tirada larga de 25 km, pero Miguel había pensado en hacer todavía más, quería llegar hasta treinta. No sé si lo hizo porque le dejé en solitario al llegar a mi objetivo, pero estoy convencido de que sí lo completó. Las dos vueltas a Pradolongo las hicimos a un ritmo bastante llevadero a 5:08 min/km, pero luego nos fuimos animando y zumbamos de lo lindo, llegando a hacer una media de 4:31 min/km, que no está mal en 15 km y después de llevar 10 en el cuerpo.

Totalicé 25 km en un tiempo de 1:59:02 @ 4:46 min/km. Más rápido de lo que había pensado en un principio que era simplemente bajar de cinco.

Después de llegar a casa, estiramientos y ducha. Y muy importante, los músculos de las piernas, cuando están castigados, agradecen un buen riego de agua fresquita sobre ellas. Se quedan nuevas.

Con este entrenamiento he totalizado 72 km en esta semana con un total de 91,1 puntos. Menos kilómetros que la semana pasada, pero mayor puntuación. De hecho, ha sido la segunda semana respecto a puntos (aunque sigo sin llegar a los 100) después de la semana de Villarrobledo.

Congelado

Esta primavera me trae loco. Hoy he pasado frío, pero frío de verdad. He llegado con las manos como bloques de hielo y es que sólo a mí se me ocurre salir en manga corta y pantalón también corto. El caso es que hacía fresco cuando quedé con Jesús a las diez en punto, pero pensaba que entraría en calor; sin embargo, el día no abría y el frío se hacía notar. No entré en calor en ningún momento y sobre todo lo sufrí en las manos, totalmente heladas. Y eso antes no me ocurría… pero la edad no perdona.

Igual que el jueves, volvimos a bajar al circuito del Parque Lineal para hacer los 15 km de rigor a la orilla del río y luego hacer tres más para completar 18 km en total. Aunque es la primera semana de tapering, no me lo he tomado al pie de la letra porque considero que he hecho pocos kilómetros para la maratón, así que aunque debiera haber hecho menos considero 18 km apropiados para el estado en el que me encuentro.

Después de comernos algunos mosquitos por el Parque Lineal y realizar poco más de media vuelta, completamos los 18 km en un tiempo de 1:30:04 @ 5:00 min/km demostrando Jesús que se encuentra en un buen momento de forma.

Antes de salir, la báscula me dio una desagradable noticia, aunque ya lo esperaba después de ingerir torrijas a diestro y siniestro durante la semana. La báscula marcaba 68,5 kg, por lo que me voy a tener que controlar bien la alimentación estas dos semanas para quitarme un poco de lastre.

Se hace más llevadero

Hoy hemos quedado un grupo de pradolongueros a las diez de la mañana para hacer un entrenamiento en grupo. Sin lugar a dudas, el entrenamiento en grupo se hace más llevadero que ir solo.

Para variar el entrenamiento habitual hemos ido al río. Y daba gusto correr por la ribera del Manzanares porque estos pocos días de lluvia han dejado el paisaje del Parque Lineal muy verde y muy bonito. Resultaba muy agradable correr con el ambiente húmedo y daba gusto respirar el aire limpio de la mañana.

Desde el punto de encuentro habitual en el parque de Pradolongo hasta donde acaba el circuito del Parque Lineal y vuelta son casi 15 km, por lo que hay que hacer un pequeño desvío para completar los quince. Eso fue lo que hicimos, un pequeño añadido y completamos el objetivo inicial.

Esta semana ya hay que empezar a disminuir el kilometraje, después de que la semana anterior llegase al pico de kilometraje, aunque no llegó ni a ochenta.

Lo dicho, realizamos 15 km en un tiempo de 1:18:42 a un ritmo de 5:15 min/km.

Piernas de keniata

Iba yo algo rezagado, todavía con las piernas castigadas de los 30 km del domingo e iba viendo las piernas de mis compañeros, como se perfilaban los músculos del gemelo y me estaba pareciendo que tenían piernas de keniata, excepto el color. Se nota que el entrenamiento ha ido afinando sus músculos, preparándolos para la inminente maratón. Si el día acompaña, seguro que lo hacen bien.

Estas ricas viandas impiden que yo también tenga piernas de keniata y tenga que conformarme con mis piernacas de cuatrocentistas que dios me ha dado.

Ricas torrijas
Ricas torrijas

La verdad es que el entrenamiento del domingo me ha dejado un poco tocadas las piernas, sobre todo los gemelos. Estuve dándome un masaje yo mismo el lunes para aliviar un poco la tirantez de los gemelos, porque los notaba cargados del domingo. Esta semana habrá que tomársela con calma también. La verdad es que ya quedan pocos días para machacarse, ni veinte días.

Como llegué algo más tarde, la primera vuelta que hice no completé los cinco kilómetros de rigor, por lo que hice algo más hasta completar tres vueltas. Empecé con las piernas bastante castigadas, pero según pasaban los kilómetros iban mejorando las sensaciones.

Totalicé 14 km en un tiempo de 1:12:54 @ 5:12 min/km. Un ritmo llevadero para tratar de recuperar las piernas.

Sensaciones maratonianas

Hoy, inmerso en la semana más larga de preparación, he salido con intención de hacer 30 km. Cuando salía ya notaba las piernas cansadas, por lo que sospechaba se me iba a hacer largo el recorrido. Además el circuito seleccionado para esta tirada extralarga incluía la tapia de la Casa de Campo y eso son palabras mayores. Es un recorrido duro y si sales con las piernas algo castigadas, durísimo.

El caso es que después de subir hasta Aluche, cuando ya llevaba 5 km, notaba las piernas mejor que en la salida y excepto en las duras subidas que hay en la Casa de Campo, iba a un ritmo bastante aceptable, que fui manteniendo hasta el kilómetro veinte, poco después de sobrepasar el lago del citado parque. A partir de ese momento y hasta salir de la Casa de Campo, todo el recorrido es ascendente, de poca pendiente, pero para arriba sin tregua. Ya vi que iba perdiendo fuelle y cuando llegué al parque de Aluche iba ya con las piernas como en los últimos kilómetros de la maratón, tenía verdaderas sensaciones maratonianas de saber que las piernas no dan más de sí y que es la cabeza lo único que te puede llevar al final. Afortunadamente, contaba con la ventaja psicológica de pensar que los últimos kilómetros son cuesta abajo y eso movía las piernas.

Circuito de 30 km
¿A qué queda bonito el circuito?

Ha sido un entrenamiento muy duro, pero creo que me va a venir bien para el día 22, porque ha sido muy, muy parecido a lo que me voy a enfrentar ese día y si hoy he salido victorioso, ¿cómo no voy a hacerlo en la maratón?

Lo dicho, han sido 30 km en un tiempo de 2:34:26 @ 5:09 min/km. Lo que supone 32,3 puntos y de esta manera acabo la semana más larga con 78,5 km recorridos (una auténtica birria para lo que se gasta el personal) y un total de 89,2 puntos. La segunda semana de más puntuación de todas, detrás de la semana en la que estaba la media de Villarrobledo.

Malas horas para correr

Hoy sábado me ha tocado trabajar por la mañana, aunque afortunadamente, no suele ser una cosa habitual. Eso ha provocado que saliese a correr a una hora totalmente intempestiva: a las dos y media de la tarde y, por supuesto, sin comer. Y se ha notado porque he acabado desfallecido, he llegado a casa que devoraba.

Habitualmente utilizo los sábados para entrenar a ritmo de maratón, pero dado que tuve problemas en el gemelo, he preferido no forzar y hacer un rodaje a un ritmo más asequible, aunque por Parque Sur que es un circuito un poco más duro que Pradolongo o que bajar al río. Incluso a ese ritmo, he llegado cansado y sobre todo asustado pensando en lo que me queda mañana, que esta semana es la más larga del entrenamiento maratoniano.

El entrenamiento de hoy ha consistido en recorrer 20 km en un tiempo de 1:37:26 a un ritmo de 4:52 min/km, obteniendo 28,4 puntos.

La báscula me ha dado una mala noticia. Marcaba nada más y nada menos que 68,3 kg ¡¡¡un kilo y medio más que la semana pasada!!! Me da la sensación de que o la semana pasada pesó de menos, o ésta ha pesado de más. Por curiosidad volví a pesarme después del entrenamiento y marcaba 66,0 kg. Nada menos que 2,3 kg de pérdida de peso en 20 km. Una burrada.