#TorrijasEsSalud o #StopTorrijas

Estos días ha estado pululando por ahí una curiosa controversia sobre si las torrijas son buenas o no para los corredores. Los partidarios de las torrijas se han adherido al hashtag #TorrijasEsSalud dando sus razones del porqué, mientras que los detractores vertían sus opiniones -por supuesto equivocadas- sobre los riegos de ingerir este popular dulce típico de la Semana Santa. Ni qué decir tiene que yo soy de los partidario de las torrijas, ¡sólo faltaría!


Una torrijitas porque como todo el mundo sabe #TorrijasEsSalud

Y no es cuestión de oportunismo, que en el blog se pueden ver entradas de otros años hablado de mi afición a las torrijas. De hecho, hoy han caído dos torrijas para desayunar. Una antes de salir a correr y otra, después. Según el Garmin, que calcula las calorías gastadas durante el ejercicio por la cuenta de la vieja, he gastado 892 calorías.

En este artículo hablan de cuantos kilómetros hay que recorrer para quemar las torrijas. Y dice algo así como término medio podemos acordar que unos 100 gramos de torrijas tienen entre 200 y 230 calorías; pero claro, no es fácil encontrar una torrija que pese 100 gramos. Generalmente suelen andar sobre los 200 gramos de peso, lo cual significa que en una sola torrija podemos llegar a consumir entre 400 y 460 calorías por torrija. Hablamos siempre de torrijas de leche, de las que se preparan con huevo, leche, azúcar y canela.

He pesado las torrijas y son de aproximadamente de 150 gramos, así que andarán como máximo por 345 calorías. Es decir, que esta mañana me he metido entre pecho y espalda 690 calorías y he quemado 892, así que el artículo de marras me ha alegrado el día.

Hoy, como es Jueves Santo, he quedado a las nueve de la mañana con mi tocayo y con una amiga para hacer unos kilómetros, tampoco muchos que la maratón está cerca. Hacía una buena temperatura, aunque no me hubiera importado un par de grados menos. Hemos bajado al Parque Lineal, hasta el segundo puente y vuelta, por lo que hemos hecho 12 km en un tiempo de 1:01:56 @ 5:09 min/km. Y eso que decía mi amiga que tenía las piernas cansadas, pero nos ha llevado a buen ritmo.

Ochocientos kilómetros y ya rotas

Llevo tres pares consecutivos con el modelo de zapatillas Adidas Supernova Glide 7. Me compré las primeras en una tienda física y los otros dos pares por Internet. Corrí con esas primeras 1096 kilómetros y aún las uso para andar con ellas. Con las segundas estuve 996 kilómetros, pero ya llevaba bastante con las zapatillas rotas y una de las zapatillas de este tercer par se ha roto a los 812 kilómetros. Al final va a tener razón aquel que decía que las zapatillas que venden por Internet son de peor calidad.


Un buen boquete en la zona interior de las zapatillas

Habíamos quedado a las 18:30, pero ha habido varios desertores, así que únicamente estábamos Emilio el incombustible y un servidor. Nos encontramos con Emilio R., pero duró poco con nosotros porque decía que no se sentía bien. Hacía una temperatura bastante elevada, sobre los 25º, que invitaba a tomarse el entrenamiento con calma. Y eso es lo que hemos hecho, hemos ido a un ritmo bastante tranquilo.

Emilio iba vestido con la ropa que llevará en la media maratón, ya que va a actuar de guía de 1h50. Una bonita camiseta, un pantalón chula y unas zapatillas con buena pinta. Todo Adidas.

Hemos hecho vuelta y media en Pradolongo y otro poco en Parque Sur totalizando 10 km en un tiempo de 55:47 a un ritmo de 5:34 min/km. Un ritmo bastante lento, pero ideal para recuperar las piernas de la paliza del fin de semana.

Los organizadores contraatacan

El otro día comentaba en esta entrada que el médico Josep Brugada ponía a caer de un burro a la gente que corría maratones tachándoles poco menos que de inconscientes y eso, puede afectar al negocio de los que organizan estos eventos. Pues bien, los organizadores no se han quedado de brazos cruzados y el viernes hubo un acto «Maratones por la salud» enmarcado en el Día Mundial de la Salud donde se quiso lanzar un mensaje de tranquilidad frente a los que dicen que correr no es sano.

En la Ciudad de las Artes y la Ciencias de Valencia se reunieron los organizadores de las maratones más importantes de España para tranquilizar a la población de corredores. Cosas como «debemos ser capaces de fomentar hábitos saludables y frenar malas prácticas» o «correr una prueba de larga distancia no tiene por qué ser perjudicial para la salud, pero se debe hacer bajo unos controles» y cosas así.

Yo creo que no les falta razón ni a unos ni a otros. Hacer deporte es bueno, digan lo que digan, pero hacer burradas no lo es. Entonces es muy importante tener buena cabeza y no lanzarse a hazañas bestiales sin más ni más. Que de comenzar a correr a hacer maratones es conveniente seguir una progresión lógica y si es aconsejado por un entrenador, mejor y si encima te haces una prueba de esfuerzo, miel sobre hojuelas. Pero sobre todo, cabeza.

Yo no soy quien para dar consejos porque mi primera popular fue una media y la siguiente, una maratón. Pero bien es verdad que llevaba mucho tiempo corriendo, montando en bicicleta y haciendo otros deportes. Así que no pasé de una vida sedentaria a hacer una maratón.


El domingo pasado, día de tirada larga, pinché miserablemente debido quizás a la inactividad. La jugada era hacer 21 km y este domingo seguir con la progresión y hacer 23. Pero como lo tuve que dejar cuando llevaba 18, no tenía muy claro si podría hacer los 23 originalmente previstos, pero salí con esa idea.

Quedé con Miguel y una amiga a los que había conseguido convencer de hacer la kilometrada. Bajamos al Parque Lineal y cuando se nos acabó el parque seguimos por el camino paralelo a la vía del AVE, dejando las vías a la izquierda, hasta que el camino atraviesa las vías por debajo. Allí, a la altura de la M-50 volvimos hacia donde habíamos salido pero ahora, lógicamente, por el otro lado, hasta el puente del Gavia donde volvimos cruzar las vías para poco después llegar al Parque Lineal y volver por el camino de ida.

En total 23 km en un tiempo de 2:03:40 @ 5:22 min/km, en la que va a ser la tirada más larga de cara a la ya casi inminente maratón. Y si la semana pasada las sensaciones fueron horrendas, hoy han sido muy buenas.

¿Secuelas de la lumbalgia?

Llevo varios días que no me molesta el lumbago en absoluto; sin embargo, me duele la pierna izquierda de extraña manera, ya que nunca me había dolido así. Me duele sobre todo por la parte de atrás, arriba, a veces incluso el glúteo. No sé qué demonios será. Afortunadamente cuando corro no me molesta prácticamente. De todos modos, tendré que ir al fisio o a un masajista a ver si pueden hacer algo.

Había quedado con Miguel a las 9:00. Quería probar si después de haber estado con el lumbago podría llevar un ritmo decente durante seis kilómetros. La idea era hacer esos 6 km tratando de ir a un ritmo de 4:45, pero me costó lo suyo, de hecho se me fueron un par de ellos por encima, quizás debido a la inactividad por el lumbago.

De todas formas me doy por satisfecho, no se puede de repente ir a tope como si no hubiese pasado nada. Hicimos en total 16 km en un tiempo de 1:20:48 @ 5:03 min/km.

¡Por fin he conseguido bajar de setenta kilos! Hoy marcaba la báscula 69,4 kg. Sería un puntazo bajar un poco más y llegar a la maratón con 68, pero lo veo difícil.

Mosquitos para merendar

Hoy hemos hecho un entrenamiento largo para ser un jueves y eso es debido a que esta semana va a ser la de más kilómetros de cara a la maratón. Ya sé que esta semana debería ser de ir disminuyendo kilometraje, pero cuando uno va tarde en la preparación, hay que intentar hacer kilómetros como sea.

Habíamos pensado hacer 15 km por lo que adelantamos la hora de salida a las 18:30. En el punto de encuentro nos dimos cita Joaquín, Emilio y un servidor. Bajamos al Parque Lineal y nos encontramos nubes y nubes de mosquitos que costaba trabajo no engullirlos. Joaquín iba echando pestes de tanto insecto volador, diciendo que él no volvía más por allí. Lo cierto es que había más mosquitos de lo habitual, no sé si será porque era por la tarde y yo suelo ir por la mañana o era ese día en concreto que había más por lo que fuese.

Tampoco hicimos demasiados kilómetros por el Parque Lineal porque Emilio hubiera hecho demasiados kilómetros y él tampoco necesita muchos porque no hará la maratón, sólo la media. Eso sí, llevará la «vela» de 1h50, así que si alguno quiere hacer ese tiempo, que se acople a este hombre que lo clava.

Después de subir del Parque Lineal cruzamos Pradolongo y llegamos al Parque Sur para dejar a Emilio y ya continuamos Joaquín y yo callejeando. Hice en total 15,5 km en un tiempo de 1:22:16 @ 5:17 min/km.

Cada día enterramos a uno

Leo con estupor un artículo aparecido en La Nueva España donde un médico llamado Josep Brugada dice que cada fin de semana enterramos a un runner, hay que parar esto. No sé si se basa en estadísticas o en suposiciones personales, pero me parece un poco exagerado.

Digo que es un poco exagerado porque cada vez que fallece un individuo en alguna carrera aparece en todos los medios ese fallecimiento y la verdad es que no todas las semanas leo ese tipo de noticias, de hecho es raro leer que un corredor ha muerto.

Sí me parecen acertadas otras declaraciones que se pueden leer en el artículo como ahora parece que si no haces cuatro maratones al mes no eres nadie. Y es cierto, hay que tomarse el deporte con mesura, que lo importante es estar corriendo muchos años y no quemarse en pocos años. O también decir que habría que hacerse un chequeo médico antes de participar en una maratón. Reconozco que la primera prueba de esfuerzo y también la última fue en enero de 1989 cuando me saqué la licencia de triatlón. Y sí, debería hacerme otra prueba de esfuerzo porque aunque no he parado de correr desde entonces y he hecho unos cuantos maratones, quien sabe cómo anda el corazón. También es verdad que estos últimos maratones me los he tomado con mucha tranquilidad, así que no creo que el corazón haya sufrido mucho. De todos modos, en mi descargo diré que aunque no me haya hecho ninguna prueba de esfuerzo, si me ha hecho electrocardiogramas con cierta frecuencia y estaba todo bien.

Y hoy durante el entrenamiento tampoco ha sufrido mucho el corazón porque hemos hecho dos vueltas muy tranquilos, totalizando 10 km en 54:04 @ 5:24 min/km. Más ha sufrido viendo el partido del Atleti contra la Real Sociedad y no sé si a los aficionados del Atleti les aconsejan también que se chequeen el corazón.

Peor que en muchas maratones

Se me había metido en la cabeza que hoy debía hacer entre 21 y 22 km. Lo cual ya me parecía una locura después de haber estado parado once días, pero me parecía factible.

En un principio iba a salir por la mañana, pero no ha podido ser, así que he salido a las seis de la tarde con una amiga. Después de haberme metido a la hora de comer un buen plato de garbanzos y haber visto por la tele la brutal victoria de Gilbert en el Tour de Flandes, salí muy motivado.

La idea era dar unas vueltas en Pradolongo y otras en Parque Sur. Pradolongo parecía una verbena, estaba lleno de gente paseando, bailando, jugando, vendiendo globos, cerveza, había gente de todo tipo. Y no es raro, ya que la temperatura era muy agradable, unos 18 grados.

Después de hacer unos 14 km hemos salido del parque. Se me ha ocurrido la idea de entrar en el polideportivo de Orcasitas a beber un trago de agua, ya que no funciona ninguna de las fuentes de Pradolongo. Algo tremendo.

Creo que ha sido un error, porque luego me ha costado horrores arrancar y ya nunca he vuelto a coger un ritmo en condiciones. Los kilómetros por Parque Sur han sido terribles, llevaba las piernas en peor estado que en muchas maratones. Mi amiga, viendo que iba tan despacio y con tan mala cara, me ha propuesto parar y me ha parecido bien, no tenía mucho sentido ir pasándolas canutas. Así que me he quedado solo en 18,4 km en un tiempo de 1:42:22 @ 5:33 min/km.

Creo que he cogido un pajarón de escándalo, pero no sé por qué, porque había comido un buen plato de garbanzos no muchas horas antes. Quizás no me ha sentado bien temperaturas tan altas, quizás el problema es que he sido muy ambicioso queriendo correr mucho después de haber estado parado, ¡quién sabe!

Jodío lumbago

Llevaba once días sin correr por un jodío lumbago que no me dejaba ni andar, como para correr. Desde hace dos o tres días parece que voy mejor, así que he salido hoy a probar. He conseguido correr 9 km por un terreno lo más llano posible y aunque el dolor sigue ahí, al menos es tolerable. Lo malo del lumbago no es sólo que duele, sino que ha venido en el peor momento, porque sumando estos días sin entrenar, más los que estuve a finales de enero y principios de febrero, han provocado que la preparación para la maratón de Madrid está siendo penosa.

El 26 de abril de 1987 hice mi primera maratón y por aquello de que este año hacía treinta de mi estreno, pensaba hacer una carrera decente, tratar de acercarme a las tres horas y media, pero mis sueños se ha ido al traste. Ya me conformo sólo con acabar con la dignidad intacta, como diría mi buen amigo Juan Ignacio.


Después de correr mi primera maratón, recuperando fuerzas

Hay que ser positivo y mirar hacia delante. Siempre lo he dicho, es mejor llegar a la maratón falto de kilómetros que lesionado y espero estar el día 23 de abril en el primer supuesto y no en el segundo.

Hoy han sido 9 km en un tiempo de 50:37 @ 5:37 min/km. Lo de menos es el ritmo, lo importante es que he aguantado más o menos decentemente los kilómetros.

Club de Atletismo Zofío

Contaba en esta entrada lo complicado que resulta dar de alta un club elemental (que es lo más sencillo) en el Registro de Asociaciones de la Comunidad de Madrid.

Pues bien, es un honor para mí presentar al Club de Atletismo Zofío que nació hace ya un par de meses y que aún no había hecho la presentación oficial. Todo el mundo es bienvenido, aunque todavía estamos empezando, no tenemos ni socios -sólo los tres socios fundadores-, ni escudo, ni equipaciones, ni nada de nada.


Posible escudo del equipo

Estuvimos pensando qué nombre poner al equipo. Ahora está muy de moda poner nombres donde aparezca running o runners o algo por el estilo, influenciados por la modo de utilizar nombres anglosajones. Pero no, nosotros somos más clásicos y utilizamos un nombre de toda la vida. ¿Por qué no?

Después de la presentación de tan distinguido club de atletismo, decir que estuve con Joaquín y Miguel corriendo por Pradolongo, pero muy tranquilos los tres. Hicimos dos vueltas «nuevas» porque todavía siguen de obras, creo que desde noviembre. Dos vueltas que suponen 10 km y lo hicimos en un tiempo de 54:54 @ 5:29 min/km.

Pasados los cincuenta

En febrero pasé de los cincuenta… años. Y hoy y el anterior domingo he pasado de los cincuenta… kilómetros. El último entrenamiento dirigido específicamente para la maratón fue en 2012 y desde entonces he corrido alguna más, pero sin entrenar para ello, así que es raro que sobrepase los cincuenta kilómetros a la semana.

Este año, por aquello de que hace treinta que corrí el primero me lo estoy tomando más en serio, aunque no sé muy bien el porqué, como si me jugase algo…

El caso es que hace ya algún tiempo descubrí que para entrenar la maratón hay que hacer entrenamientos en cansancio, que es la única manera de simular los últimos kilómetros de la maratón. Es decir, empezar el entrenamiento teniendo las piernas ya cansadas. Como yo no entreno demasiado, no estoy acostumbrado a correr un día detrás de otro, así que aprovecho el sábado para castigar un poco las piernas y el domingo para hacer una tirada larga. Es lo más parecido a hacer una maratón, al menos para mí.

Ayer estuve con mi tocayo haciendo algunos kilómetros a ritmo entre 4:40 y 4:45 y hoy tenía las piernas bastante cansadas, así que cuando he comenzado a correr y pensaba que tenía que hacer 18 km se me hizo un mundo sólo de pensarlo. Comencé en el Puente de Toledo, por Madrid Río y cuando llegué a la Casa de Campo iba con pocas ganas y eso que acababa de empezar.

Entré en la Casa de Campo, corrí paralelo a la M-30 y luego a la carretera de Castilla y no dejaba dar vueltas a la pelota de que si iba cansado, de que para qué hacía esto, etc. Poco más allá del Puente de los Franceses, dejando la vía a la derecha empiezan unos repechos considerables y en ese un momento se me quitó la tontería de golpe. Ya no pensaba en bobadas, sólo tratar de subir y de bajar esos repechos, que son realmente duros.

Tenía pensado darme la vuelta cuando el cronómetro marcase 7 km, pero decidí seguir un poco más para llegar a un puente que atraviesa la vía y pasar por la fuente de Casa de Vacas, que me notaba algo deshidratado. Eso hice, lo que me costó subir y bajar algún repecho más. Paré en la fuente y agradecí que el camino de vuelta fuese más llevadero, ya que no subidas y bajadas como esos repechos «del otro lado».

Sobre el kilómetro 10, llegando al Puente de los Franceses, decidí acelerar un poco, porque tenía ganas de llegar a casa y anduve uno seis kilómetros un poco por debajo de cinco, aunque luego aflojé porque ya me notaba bastante cansado.

Acabé con 18,3 km en las piernas en un tiempo de 1:35:57 a un ritmo de 5:13 min/km. Desde mi punto de vista, fue un buen entrenamiento de cara a la maratón.