I Carrera de Montaña Sierra Norte

El día amaneció lluvioso, un insistente calabobos -nunca mejor dicho- no dejaba de fastidiar. Según nos acercábamos a Montejo de la Sierra, la niebla se iba haciendo más y más espesa, por lo que Liborio especulaba con la posibilidad de se anulase. Yo, conociendo a los de LAETUS, opinaba que siendo como son unos peseteros ésta no la anulaban ni aunque hubiese cayese el diluvio universal. Efectivamente, recogimos el dorsal en el camping «La Dehesilla» y continuamos todavía 1 km más arriba para llegar a la salida. El calabobos seguía y seguía -como el conejito-.

A las 10h15′, un cuarto de hora más tarde de la hora estipulada se daba la salida, en la que nos juntábamos no más de cincuenta corredores. El primer kilómetro y medio era cuesta abajo y por asfalto por lo que el pelotoncillo comenzaba a estirarse. Liborio, gracias a su estilo kamikaze empezó a alejarse de mi inmediatamente. Al terminar el asfalto comenzaba la subida, un caminillo estrecho -sólo cabía una persona- que conducía a una pista forestal en buenas condiciones. Esta primera parte se hacía bastante llevadera ya que había algunos falsos llanos que te permitían recuperar el resuello. La vista del hayedo de Montejo era preciosa, todavía la niebla permitía mirar el paisaje. De repente, algunos corredores de los que me precedían aceleraron como si se tratase de una meta volante. Nada más lejos de la realidad, las avispas hacían de las suyas, picando a todo individuo que pasaba. Yo tuve suerte, Liborio, no.

Llegando al primer puesto de avituallamiento (km 5) el camino se hacía impracticable y la pendiente se tornaba brutal. Allí comencé a andar y fue cuando alcancé a Liborio y ya subimos en un grupito, uno detrás de otro, hasta la cima del Pico Santuy (1927 m, km 7 de carrera). La niebla ya era muy extensa, prácticamente no se podía ver a 10 metros. Tardamos, aproximadamente 57′ en realizar esta primera parte.

Los siguientes cuatro kilómetros consistían en una bajada bestial (hasta 1300 m) por una pista forestal totalmente embarrada hasta El Cardoso. Afortunadamente, dejó de llover aunque la lluvia ya había hecho su papel: empapar a los corredores y embarrar el suelo. Bajando con calma y frenando en varios tramos, contemplaba anonadado como, primero Liborio y luego un corredor tras otros me adelantaban y se perdían en la niebla.

En el puesto de avituallamiento de El Cardoso me acoplé a un grupito con los que me mantuve varios kilómetros. Aquí se abandonaba la pista forestal y aparecía de nuevo un caminillo estrecho donde prácticamente no se podía adelantar ni ser adelantado. Cruzamos el río Jarama (km 12) y comenzamos la -en teoría- última ascensión de la jornada. Ya subiendo, cruzamos el pueblo de La Hiruela (km 13). Comenzaban a escucharse las primeras preguntas «¿Cuánto queda para meta?», «¿Cuándo se acaba la carrera?». De nuevo una pista forestal en condiciones impracticables y después se acabó todo vestigio de camino. La jugada consistía en atravesar por todas las jaras y yerbajos existentes. Por allí sólo había pasado el que colocó los plásticos para señalizar y los corredores que nos acordábamos jocosos de los familiares de los organizadores. Para dar mayor emoción al asunto, tuvimos que atravesar un alambre de espino para poder continuar la carrera.

Para mi desgracia no llevaba mallas largas y los roces con las jaras eran, directamente, sobre mis delicadas y, porqué no decirlo, hermosas piernas que ya no volverán a ser lo que eran. Un poco antes de coronar este segundo pico había otro puesto de avituallamiento -por eso que no quede- y ya el camino dejaba las jaras para patear directamente sobre las rocas. Aproveché este puesto para manducarme dos barritas energéticas y recuperarme un poco, perdiendo a mis compañeros de los últimos kilómetros.

Saltando de piedra en piedra, se llegó a la cima del Pico Salinero (1618 m, km 15,5). El perfil indicaba que los siguientes 4,5 km eran todos y digo todos, de bajada. Nada más lejos de la realidad. La bajada era bastante complicada también de roca en roca, por supuesto, no hay que olvidar que las rocas estaban mojadas. Tuve que utilizar las manos en algún tramo para bajar y no caer. Mi nuevo compañero de viaje, un señor de avanzada edad pero muy atlético, echaba pestes sobre esta carrera. Decía que no podía compararse, ni por asomo, con la carrera de Las Dehesas.

Después de este tramo rocoso, se corría sobre una pradera donde unas alucinadas vacas nos miraban con ojos de extrañeza. A lo lejos se veía una senda forestal que, horror de los horrores, ascendía en lugar de descender. Este último tramo era verdaderamente demoledor. Se sucedían las bajadas con las subidas ininterrumpidamente. Fueron, posiblemente, los tres kilómetros más largos de mi vida. Aquí conecté con un amigo de Jesús N. con el que me mantuve en animada conversación hasta la meta, de vez en cuando nos acordábamos del organizador -sobre todo en los repechos-. El amigo de Jesús comentaba que él había hecho pruebas varias pero que esto le parecía otro deporte. Llegué a meta totalmente aterido de frío en un tiempo de 3:26:11. Sí, sí habéis leído bien, no se me ha ido el dedo al teclear. Casi tres horas y media en recorrer 20 km. Liborio me comentó que estuvo persiguiendo a una chica durante la carrera y que la esprintó en la última bajada, tardando 3h02′.

Lo mejor vino después. Liborio conocía un buen restaurante en Montejo de la Sierra y allí nos dirigimos. Puedo asegurar, sin temor a equivocarme, que no he visto servicio más rápido. En dos minutos estábamos sentados a la mesa y con un plato de judiones dispuesto a ser manducado y no quiero decir nada sobre el chuletón: era inmenso, descomunal, ni siquiera las patatas cabían en el plato. Era tal, que ni Liborio consiguió terminarlo. Luego, una vuelta por el pueblo para rebajar algo la comida y dimos con una panadería que vendía unos dulces denominados COJONUDOS. Al probarlo comprendí por qué.

IX Carrera Popular de la Melonera

Había una gran expectación el sábado en la carrera de La Melonera, muchos participantes y mucho público (evidentemente, esto no es la Maratón) por las calles. Muchos compañeros de MaraTI+D corrieron y estaban esperando la foto y, PIDO DISCULPAS, llegué tarde debido a que tuve que dejar el coche cerca de la meta y me di un tute importante para llegar a la línea de salida. Me gustaría felicitar a los miembros de MaraTI+D que no corrieron y se acercaron por allí para animar ¡qué cunda el ejemplo!

Unos cuantos miembros de MaraTI+D

Yo particularmente andaba algo flojo de preparación por una fascitis que arrastraba por lo que había pensado correr despacio, sabiendo de Juan Ignacio había entrenado poco últimamente pensé que era la rueda bien. Craso error. Juan Ignacio, quizás espoleado por el café irlandés y el champán que se acababa de tomar en casa de sus suegros, salió como un cohete.

Enseguida, formamos un pequeño grupito compuesto por el ex-presi, Miguel Angel P., Jesús M. y un servidor. Los kilómetros pasaban deprisa hasta que llegamos a Legazpi. En ese punto comienza la cuesta de Delicias donde Jesús M. empieza a quedarse y yo empiezo a sufrir los rigores de la maldita cuesta. Todo debido a que comienzo a hablar con Josetxu sobre la maratón de S.S. y me dejo llevar por su superior ritmo (lo único que conseguí fue reventarme).

Ya en la calle Ferrocarril, después de la subida, me sobrepasó Bienve como un obús y viendo que solo no iba a ningún sitio, esperé de nuevo al ex-presi. Como comentaba Miguel Angel P., se veía que Juan Ignacio iba sufriendo bastante.

A buen ritmo y recuperándome del reventón, llegamos al avituallamiento (menos mal, yo iba más seco que la mojama) situado a mitad de la calle Doctor Vallejo Nájera, una buena cuesta donde de nuevo el ex-presi dio muestras de flaqueza (además no quiso beber, decía que llevaba el estómago lleno). El Paseo de la Acacias supuso un poco más de sufrimiento. Menos mal que desde la Glorieta de Embajadores el recorrido se hizo más llevadero. Juan Ignacio, todo un fenómeno bajando, empezó a quedarse bajando la calle Embajadores y me comentó: «Estoy sufriendo más que en mi p… vida». Y lo dijo un tipo que llevaba en el cuerpo 21 maratones de Madrid, es decir, todos.

Bajamos un poco el ritmo para no perder de vista al ex-presi, pasando por el km 10 en 48:30 y nos atascamos a 150 m de la meta con un tiempo de 52:25. Extrapolando, más o menos, calculo que hubiéramos hecho un tiempo final de 53:20′. Este impresionante atasco nos privó de un bonito sprint entre los tres componentes de MaraTI+D que llegamos juntos.

Después de la carrera, de la raja de melón y de la camiseta, quedamos en la puerta de la plaza donde estaba instalada la meta para entregar los presentes a Juan Ignacio, para lo cual, nos acoplamos en una terraza cercana para tomarnos una cervecita (creo que fue sufragada por Angel H.-nuevo presi- y Juan Ignacio -ex-presi-). Este empezó a abrir los regalos con cara de sorpresa total: la malla, el chubasquero, el lote de revistas Grandes Espacios. Cuando vio la camiseta con la foto de Canillejas 96, se le puso una sonrisa de oreja a oreja. Poco después volvió a su seriedad habitual para lanzar su discurso de despedida. Yo había llevado tres botellas de champán que tuvimos que bebernos lejos de la terraza porque el camarero (un tipo borde 100%) se negaba a que bebiéramos allí. No quedó muy bien brindar con vasos de plástico, pero no había otra cosa, ¡qué lo vamos a hacer! Al poco rato, nos despedimos y nos marchamos cada uno a su casa. Aunque algunos se tuvieran que ir, nada más y nada menos, que a Düsseldorf (no tengo ni idea de si se escribe así).

¡Suerte, Juan Ignacio!

XXI Maratón Popular de Madrid

El año anterior no pude realizar la típica maratón de otoño debido a una lesión un poco chunga: unas zapatillas ASICS que me costaron once mil y pico pelas me fastidiaron el tendón de aquiles. La señora Milagros, la curandera de Bargas, me dijo que el tendón no estaba en su sitio. Después de estar parado desde septiembre, cambié de zapatillas (Puma Trinomic Control) y reaparecí el 30 de noviembre en Canillejas.

Estuve corriendo a medio gas hasta Fuencarral. Las nuevas zapatillas me volvieron a romper: una fascitis plantar en el pie izquierdo. Otra vez a compar zapatillas (Brooks Vapor). A principios de marzo de nuevo parado por una contractura en el gemelo de la pierna derecha. Conseguí arreglarme con varias visitas al fisio y gracias al producto Red Hot que me aplicó el masajista. Sin embargo, la fascitis ahí seguía.

Un mes antes de la maratón, concretamente el 23 de marzo, nació mi hija. Con la problemática que conlleva una niña recién nacida volví a perder días de entrenamiento, parecía que iba a llegar a la maratón bajo de forma total. Sin embargo, me probé en los X 20 km Villa de Madrid y me encontré bastante bien, haciendo mi mejor marca personal en esa distancia.

CarreraFechaDistanciaTiempoPuntos
XIV Media Maratón de Fuencarral8/2/9821,0971:38:05391,16
X 20 km Villa de Madrid5/4/98201:31:52399,65

Este año la maratón se celebró el 26 de abril de 1998, el mismo día que mi primera maratón, allá en el lejano año 1987 y coincidiendo con el cumpleaños de mi amigo Enrique. Mapoma había cambiado el recorrido, supuestamente suavizando el trazado final, eliminando la subida de Acacias hasta Atocha, yendo por Pirámides por el Pasillo Verde hasta la calle Bustamante, aunque luego había que subir Méndez Álvaro hasta Atocha. También eliminó el Retiro como meta, llegando ahora al Paseo del Prado. La salida también se sacó del parque de El Retiro, aunque se dio muy cerca de éste, en la calle Alcalá.

Recorrido de la Maratón de Madrid 1998

En la foto se pueden ver bastantes miembros del equipo MaraTI+D con el uniforme oficial una hora antes de comenzar la maratón con la Puerta de Alcalá al fondo. Ese año corrieron 18 compañeros.

Foto de equipo con la Puerta de Alcalá al fondo

Habíamos quedado Ángel, Pedro y un servidor para intentar hacer la maratón en tres horas y media. Pedro no apareció, por lo que salí con Ángel. La salida fue horrorosa ya que por lo estrecho de la calle se formó un embudo a los 100 metros. Perdimos un par de minutos.

Fui con Ángel hasta el kilómetro 31, en el Paseo de Castaños (bajada de la Gta. de las Seis Hermanas hasta Lago) en el que se marchó por su cuenta. Ahí empecé a pagar los pocos kilómetros realizados de preparación.

Anduve renqueando hasta el 36 (Puente de Segovia) en el que los gritos de ánimo de Marisa, Chelo y Luis me dieron alas para afrontar las cuestas finales. Desde el km 39 hasta meta me acompañó Parra que había hecho la segunda media maratón con Coco. Terminé la maratón estableciendo mi mejor marca personal en 3:35:16. Otro año que no consigo bajar de 3h30. Desgraciadamente, la zona de meta era un verdadero caos y, encima, se puso a llover.

Manolo estableció el récord de MaraTI+D en esta distancia, con un tiempo de 2:49:25, entrando en el puesto 172. Javier tuvo problemas intestinales y no le pudo seguir, terminando en 2:57:32. Andrés el vecino hizo un tiempo de 2:51:17, en el puesto 212. Coco, debido a una salida fatal, se quedó en las puertas de bajar de las tres horas, hizo 3:00:02.

XIV Media maratón de Fuencarral

Teníamos planeado correr cuatro miembros del equipo juntos la carrera, sin embargo, una serie de problemillas no permitió que eso sucediese. Y es que uno de los cuatro, que era Juan Ignacio estaba esperando con los chips y los dorsales a que llegasen los retrasados y al final ni vinieron. Eso hizo que no pudiera ponerse en la salida junto a nosotros.

Salimos algo lentos el primer kilómetro debido al atasco inicial, pero luego fuimos alegrando nuestra marcha según íbamos bajando Herrera Oria. Sobre el km 4 nos alcanzó Juan Ignacio y ya formado el grupo de cuatro empezamos a acelerar un poco más. Alguno de esos kilómetros nos acercamos a los cuatro minutos.

En el llano que conduce a El Pardo íbamos a una velocidad de crucero de 4:30, como habíamos planeado antes de la carrera. Llegados a la cima de la primera rampa, la paralela a la tapia del cuartel de transmisiones alguien dijo: «primera cuesta y sin novedad». Ciertamente, después de este primer obstáculo seguíamos los cuatro juntos.

Al encarar el segundo y prolongadísimo desnivel Juan Ignacio empezó a apretar y al poco tiempo siguió solo porque ninguno de los demás se atrevió a seguirle. Luego él habló de que tuvo una maravillosa experiencia mística.

Llegamos a la tapia de El Pardo, bajamos esos dos kilómetros que sirven para recuperar un poco el tiempo perdido (otra vez a 4:30) y de nuevo, tras pasar por debajo de la vía, vuelta a subir la cuesta de más desnivel hasta el cementerio de Fuencarral. Todavía seguía el trío.

Ya en la última subida, a la entrada de Fuencarral, Luis pegó un tironcillo y se escapó del grupeto. Jesús y yo nos quedamos mirándonos y Jesús pregunta «¿A dónde va ese tío?». Yo le contesto: «Qhkdue dfklhayuie fjajkffw …». Y es que ya ni hablar podía.

Al final llegué a meta con Jesús en un tiempo oficial de 1:38:05 que no está nada mal.

Y para terminar unos consejos de Javier:

Hay que calentar si se quieren obtener resultados óptimos. Esto incluye trotar unos minutos, a veces 15-20, a trote más suave del habitual. Se trata de calentar algo los músculos de las piernas, pero también poner a tono el mecanismo de suministro de energía, poniendo al cuerpo en predisposición de quemar las primeras grasas rápidamente. También hay que hacer los correspondientes estiramientos y finalmente algunos ejercicios de potencia (pequeños sprints, progresiones).

Los tiempos por kilómetro y parciales de la carrera:

1 5:22 5:22
2 4:19 9:42
3 4:15 13:57
4 4:11 18:09
5 4:04 22:13
6 4:03 26:17
7 4:34 30:51
8 4:25 35:16
9 4:33 39:49
10 4:43 44:23
11 4:30 49:03
12 4:28 53:31
13 5:00 58:31
14 5:01 1:03:33
15 5:20 1:08:53
16 4:34 1:13:28
17 4:32 1:18:01
18 4:47 1:22:49
19 4:56 1:27:45
20 5:25 1:33:11
21,097 4:54 1:38:06

III 10 km pedestres distrito de Usera

Hoy se ha celebrado la tercera edición de los 10 km Pedestres Distrito de Usera. De todos los inscritos de MaraTI+D, no aparecieron dos, por lo que la foto quedó un poco desvirtuada (aunque eso no importa, ya que posó algún amigo).

Usera 1998

La mañana era fría aunque para correr no estaba nada mal, pero si te quedabas parado el frío apretaba de verdad. Un grupo numeroso (aproximadamente 750 atletas) se daba cita en la línea de salida. La carrera empezó puntualmente a las 11:00 de la mañana, el pelotón comenzó a estirarse poco a poco y los más lentos empezamos a ocupar las últimas posiciones del pelotón.

Poco a poco y después de la primera mitad comienzo a recuperar alguna posición, llegando a «meta» con un tiempo de 51:17. Desgraciadamente, la organización falló estrepitosamente en la meta ya que me detuve a 200 metros de ésta debido al atasco que había en la línea de meta para quitar los dorsales y pincharlos. El tiempo oficial ha sido de 52:25 que es lo que tardé, supuestamente, en llegar desde que me paré hasta la línea de meta.

Después, lo de siempre, una camiseta. Añadieron una cinta para el pelo, pero este año no hubo calcetines. En resumen, una carrera interesante pero con problemas de organización en la meta. Lo mejor es que se celebra al lado de casa.

XVII Trofeo Akiles

Hoy se ha celebrado la XVII edición del Trofeo Akiles en la Casa de Campo. Se trata, sin ninguna duda, de una de las carreras más bonitas que se celebran en Madrid. Igualmente, la camiseta que «regalan» al final de la carrera es también de las más originales. Cuento esto para que la gente que no asistió a la carrera sienta envidia y se apunten el año que viene. Sólo decir que corrí con Elena durante toda la prueba y acabamos con un tiempo de 52:59. Pongo unas fotos y…

Posando unos pocos, ateridos de frío
Mismo sitio y casi la misma gente

…Una crónica de Javier G. que dice así:

Mi tiempo en Akiles fue de 38:13.

Una crónica rápida para remarcar la gélida mañana de domingo que nos tocó ayer. Salía humo de las alcantarillas como en las mejores películas.

Salida extraña. Cuando todo el mundo se agolpaba bajo la pancarta de salida y la publicitaria de Coca Cola, los avezados se hacían los remolones en los primeros metros. Un cordón humano empezó a echar a la gente para atrás, pero sólo hasta 10-15 metros por delante de las pancartas. El juez árbitro echa mano a la pistola y disparo al aire. A alguno le pilló un poco despistado. Recuerdo que hace algunos años corrí esta carrera y también pasó algo similar. MORALEJA: Si tenéis aspiraciones en una carrera, conviene hacerse los remolones por los primeros metros, siempre que se pueda.

Después salí normal. Me adelantaron dos chicas (Aurora Pérez y no sé si una tal Griselda) y no sé si delante iba otra más. Yo seguí a mi ritmo, ya que estaba algo constipado y no sabía que podía deparar la carrera. Superé bien las cuestas y luego me lancé por las cuestas abajo con más ritmo. Sin embargo al llegar al llano, en el km 6, me dio un flato que me hizo aflojar el ritmo un par de kilómetros. En el 8 me sentí recuperado y forzé en los dos últimos recuperando alguno de los puestos perdidos.

Creo que si no llega a ser por el flato y por el catarro, haga 40-60 segundos menos. Por lo tanto tengo que estar contento e intentar progresar algo más.

La organización de la carrera un poco espartana. Al final de la carrera tuvimos camiseta, pero no había buen ambiente. Con el frío la gente se marchó enseguida. No hubo avituallamiento intermedio (seguramente el agua se habría congelado) y en meta no había agua (sólo Nestea, Coca-Cola y cerveza, aunque había para todos). Evidentemente Canillejas por 20 duros más, se mueve más para darte más cosas.

II Carrera popular barrio del Zofío

Hoy domingo a las 10:00 se ha celebrado la II Carrera Popular del Zofío. En dicha carrera se ha alcanzado un éxito sin precedentes en la historia de MaraTI+D, ya que uno de sus componentes consiguió subir a lo más alto del pódium. Esto ocurrió en categoría femenina, donde una de las dos féminas del equipos consiguió la victoria realizando un tiempo de 29:13 en los 6 km de los que constaba la carrera. Tuve la fortuna de correr al lado de la campeona y fue para mi un gran honor haber acompañado a esta gran atleta.

La ganadora feliz con su trofeo y su regalito

XX Maratón Popular de Madrid

Se celebró el 27 de abril de 1997. Una buena amiga por fin se decidió a probar esta loca y hermosa aventura. Realizamos un entrenamiento serio siguiendo las pautas, más o menos, del programa Runcoach. Eso sí, realizando muchos menos kilómetros de lo que indicaba el plan. Con el equipo MaraTI+D realizamos bastantes carreras antes de la maratón:

CarreraFechaDistanciaTiempoPuntos
XVII Carrera Popular de Canillejas17/11/9612,81:10:36181,8
XVI Trofeo Akiles1/12/961056:55134,9
XIII Carrera Popular de Aranjuez22/12/961053:36188,3
XVII Media Maratón Universitaria2/3/9720,81:55:30212,0
XIX Media Maratón de Coslada23/3/9721,0971:57:55207,1
IX 20 km Villa de Madrid13/4/97201:52:51194,3

En la tabla se puede ver, que se alcanzó el punto de forma óptimo a mediados del mes de marzo, algo antes de la fecha de celebración del maratón.

En la foto se pueden ver bastantes miembros del equipo MaraTI+D con el uniforme oficial una hora antes de comenzar el maratón.

Posando el equipo MaraTI+D junto a una de las puertas del Retiro

A la derecha de la foto aparece mi amiga y debajo, un servidor. Hay que notar que Juan Ignacio está con la camiseta conmemorativa de los veinte maratones realizados.

Salimos a un ritmo constante de 6 min/km y durante la carrera se nos fueron acoplando diversos corredores que marchaban a ese ritmo. Fue una experiencia emocionante ir con una mujer ya que los gritos de ánimo son fabulosos. Antes de llegar al km 10 adelantamos a Francisco y se unió al grupo. Sobre el km 24 decidió ponerse a andar.

Continuamos nuestro camino y en la Casa de Campo se nos acopló Juancho, que nos acompañó durante todo el recorrido en dicho lugar. Llegamos al km 30 (salida de la Casa de Campo) con un tiempo aproximado de tres horas, clavando el ritmo que nos habíamos propuesto seguir.

Cuando llegaron las terribles cuestas después del estadio Vicente Calderón, el grupeto que se había formado se rompió en mil pedazos. Nuestro ritmo decayó algo pero nos mantuvimos firmes. Sobre el km 37 apareció Parra que nos acompañó hasta el final.

Desde la Gta. de Sta. María de la Cabeza hasta Colón fuimos pasando a cientos de personas que habían optado por andar. Mi amiga sentía la tentación de hacer lo propio, pero ni Parra ni yo se lo permitimos. Al entrar al Retiro, los ánimos de mis cuñados pusieron alas en los pies de mi amiga, llegando a meta con un tiempo de 4:16:21. Sin lugar a dudas, la maratón donde mejor me lo he pasado y de la que me siento más satisfecho.

Entrando en meta junto a una buena amiga. Muy satisfecho.

Javier arrebató a Manolo el récord de MaraTI+D, bajando de las tres horas, dejándolo en 2:56:38. Bernardo hizo un carrerón con 3:08:25 y Luis de la Torre también hizo un marcón: 3:18:59. Otro año más, Juan Ignacio completó su maratón, ¡ya lleva 20!

XIII Media maratón de Fuencarral

Primera participación en esta media maratón tan dura y tan bonita. No tengo crónica de esta carrera, ya que estoy escribiendo esta entrada 26 años después, sólo sé que la hice en 1:36:52 tiempo que di por bueno ya que se trataba de mi segunda media y que la primera fue diez años antes.

Veo por las fotos que antes de la carrera sólo nos pudimos juntar cuatro compañeros de MaraTI+D…

Antes de la carrera de Fuencarral 1997

Y que la foto completa del grupo la hicimos después.

Después de la carrera, con aspecto de garrulón

De pie y de izquierda a derecha: Bienve, Ángel, Bernardo, Luis, Javier, Miguel Ángel. Y agachados: Jesús M., Jesús C. y Juan Ignacio.

XVI Carrera popular del CSIC

Primera participación en esta carrera con salida y meta en las instalaciones del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas). Me acordaba de mi época de estudiante cuando venía por aquí a leer artículos para un trabajo que tuve que hacer sobre la utilización del nitruro de silicio en la fabricación de circuitos integrados, ¡qué tiempos aquellos!

También he corrido con mi compañera en la que es su segunda participación en una popular. De nuevo el objetivo era bajar de la hora en los diez kilómetros de los que consta la carrera.

En un principio, el recorrido bajando la calle Serrano es favorable, hasta la Puerta de Alcalá y Cibeles. Luego se sube por uno de los laterales del Paseo de la Castellana y el recorrido ya no es favorable, no, es todo ascendente hasta casi el final.

Salimos bastante mal porque había bastante gente y perdimos bastante tiempo. Conseguimos el objetivo de bajar de la hora, pero por lo pelos, ya que el tiempo realizado fue de 59:31 lo que indica un ritmo de 5:57/km, pero habría que descontar el tiempo perdido en la salida que fue bastante.