Uña negra

Entre que ya tenía la uña algo tocada de la maratón de Sevilla, que las Mizuno son algo estrechas y que las zapatillas de la bici son más que estrechas todavía, al final la uña del dedo gordo del pie derecho se ha puesto de un bonito color negro. Es el pan nuestro de cada día de los corredores, sobre todo de aquellos que se preparan para una maratón, aunque alguno habrá que nunca lo ha sufrido. Recuerdo que la primera vez fue acabar mi primera maratón, quitarme la zapatilla y directamente la uña se desprendió, nunca me ha vuelto a pasar nada igual, tan radical. Cierto es que aquellas zapatillas eran malas hasta decir basta.

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Uña negra en el dedo gordo y dedo meñique en forma de garra, ¡menudo pie tengo!

De todas formas, aún con la uña negra y molestando lo suyo me he dado el gusto de hacer una segunda vuelta a tope, para ver cómo me encuentro, que en el próximo mes de junio tengo intención de participar en algunas carreras. Y la verdad es que aunque no he sido capaz de aguantar a casi nadie he hecho una segunda vuelta muy rápida: 4:27, 4:27, 4:39, 4:32 y 4:48. También es cierto que no he querido ir mucho más deprisa de 4:30 que quizás podría haber hecho algún kilómetro más rápido.

De esta forma, primera vuelta tranquila y segunda, rápida he completado los 9,6 km en 48:07 @ 4:58 min/km.