Respiración nasal

He leído A cien millas de Manhattan de Guillermo Fesser. Aparte de que me haya gustado o no, ha habido algunos capítulos donde habla de John Raucci y sus curiosas ideas sobre entrenamiento para corredores. Viene a decir que hay ciertas costumbres que tienen los entrenadores o corredores que no ayudan a correr mejor y que existen diversos aspectos que pueden ayudar a un corredor a mejorar su eficiencia. Mirando en internet he encontrado un artículo escrito por el mismo Raucci donde habla de cinco problemas que tiene un corredor y que se pueden mejorar:

  • El problema de las zapatillas de correr.
  • El problema de la respiración.
  • El problema de la actividad anaeróbica.
  • El problema de la alimentación.
  • El problema de la integración mente/cuerpo.

Sobre el tema de la respiración, que es de lo que quiero hablar comenta que la nariz está hecha para respirar, pero la boca no. Por lo que siempre se debe respirar por la nariz y dejar la boca para hablar y comer. Dice que si observamos a un recién nacido, el aire entra y sale por la nariz. Lo mismo ocurre en el reino animal, todos los animales respiran únicamente por la nariz. Pero no sólo eso; si hace frío, la nariz se encarga de calentar el aire que llega a los pulmones y si el aire está seco, la nariz lo humedece. Incluso tiene una serie de turbinas que impulsan el aire hasta la parte del diafragma de los pulmones. La boca es capaz de tomar aire, pero no se comporta de manera eficiente.

Pues bien, Raucci opina que es por la nariz por donde se debe respirar, sobre todo en una prueba atlética. En este entrenamiento he tratado de seguir sus directrices, respirando sólo por la nariz. Como iba acompañado de un amigo y éste iba a un ritmo algo más llevadero que el mío, he pensado que era una buena ocasión para practicar la respiración nasal.

Así que de los 16 km que hemos recorrido, durante 14 km iba utilizando sólo la nariz. La verdad es que resulta algo incómodo, porque hay que ir con la boca cerrada, aunque tiene la ventaja de que no entran moscas. Parece, además, que la boca se reseca y me hacía escupir con frecuencia. No sé, no he acabado muy convencido de la experiencia, habrá que practicar algo más para ver si me acostumbro.

Hemos bajado hasta el Parque Lineal y el paseo, a lo largo del río, estaba precioso ya que con la llegada de la primavera está todo verde. Da gusto verlo.