Para no perder la costumbre, yo también corrí el Trofeo Akiles. Una de las carreras más bonitas de cuantas se celebran en la capital. Quizás junto a Fuencarral, las más bonitas.
Al contrario que muchos de mis compañeros, yo no tuve muchos problemas en la salida, me puse en un lateral junto a Fernando y no tardamos mucho en poder correr con normalidad. Me lo tomé con algo de calma, ya que los primeros cuatro kilómetros se hacen muy duros y apreté los dientes de verdad en el último kilómetro que resulta favorable. Al final realicé un tiempo oficial de 42:48, algo más que hace una semana en Rivas, pero en un circuito más duro y tomándomelo con algo más de calma, por lo que no me puedo quejar. La próxima, Aranjuez.
Por cierto, la organización me pareció perfecta, afinando incluso en señalizar cada quinientos metros.