La edición XVII se celebró el día 24 de abril de 1994. Los siete años transcurridos entre la primera maratón y la segunda se consumieron en realizar algún que otro triatlón y en terminar la carrera y la mili. En esta época, vivía cerca del puente de Segovia. La proximidad con la Casa de Campo me animaba a entrenarme por esa preciosa zona de Madrid, llegando a descubrir hermosos parajes ni siquiera imaginados. Por ejemplo: el tenebroso y hermoso bosque de pinos, el puente de la Garrapata, el arroyo de Antequina, la fuente de Casa Vacas, la carretera de la Ciudad Universitaria, las ardillas…
Con un poco de precipitación en los entrenamientos, llegó el gran día. Me levanté temprano para desayunar y no cometer el error de la maratón anterior. Ya me sentía todo un veterano de la carrera, intenté marchar a un ritmo de 5 min/km y todo marchó bien hasta el kilómetro 35 donde las terribles cuestas me hicieron disminuir la velocidad. Al final, sin pararme, llegué a la meta con un tiempo de 3:52:32, mejorando el tiempo de mi primera maratón.