Resumen mes de mayo

En la época de más actividad atlética, aparte de las entradas de cada entrenamiento/carrera, hacía un resumen semanal; sin embargo, este mes de mayo no he tenido gran actividad, así que puedo contar en una simple entrada todo lo que he hecho durante estas semanas.

Semana 18, del 29 de abril al 5 de mayo: aprovechando que estuve en la playa unos días, aproveché para andar descalzo por la arena y por las piedras. Corrí 100 metros descalzo por la arena. Acabé con las plantas un poco doloridas de andar por las piedras que había por allí. Terminé la semana corriendo o más bien trotando la carrera de la mujer que se celebró en Madrid con un recorrido de casi 7 km. No tenía ninguna intención de correr esta prueba, pero una persona muy allegada me hizo saber que si no corría con ella, no participaba, así que acompañé a esta chica durante toda la carrera.

Semana 19, del 6 al 12 de mayo: con la idea de olvidarme de las zapatillas amortiguadas, el martes empecé con las VFF Bikila. Anduve unos 5 km y corrí simplemente 200 metros. Según iba andando pensaba si es bueno andar con minimalistas, ya que andando resulta imposible hacerlo de metatarso. El jueves añadí 100 metros más, por lo que totalicé 300 metros con minimalistas. Las sensaciones fueron buenas. Acabé la semana montado en una bicicleta, haciendo aproximadamente 25 km en un tiempo, también aproximado de una hora y cuarenta y cinco minutos. Una amiga se ha animado a hacer un triatlón y salgo con ella para que mejore su técnica sobre la bicicleta. Sigo con los estiramientos, fortalecimiento de cuádriceps y haciendo abdominales. La báscula marcaba el sábado 68,5 kg, el peso comienza a subir en vez de bajar.

vff-bikila-2

Semana 20, del 13 al 19 de mayo: sigo con la transición a zapatillas minimalistas. El martes salí con ellas e hice 300 metros, cuando acabé notaba ligeras molestias en el mismo sitio (parte externa del gemelo izquierdo) que el año pasado cuando corría descalzo. Empieza a mosquearme la cosa. El miércoles, día de San Isidro, aprovechando que es festivo salí con la bici con mi amiga yendo hasta la Casa de Campo y buscando el circuito de bicicleta que tiene que hacer en el triatlón. Hay que hacer una vuelta subiendo Garabitas y la subida se hace laaaarga, ya que son unos dos kilómetros para arriba.  En toal hicimos casi 30 km en un tiempo de 1h56. El jueves no pude salir a correr porque tuvimos una reunión sobre la carrera del Zofío, así que salí el viernes  y en vez de hacer seguidos los 500 metros que correspondía, hice primero 200 metros y posteriormente 300 metros. La molestia seguía allí, pero no molestaba demasiado, por lo que aguantaré mientras no vaya a más… El domingo fue el día escogido para montar en bicicleta otra vez. De nuevo hasta la Casa de Campo por Madrid Río, una vuelta al circuito de triatlón y vuelta por el carril bici. La subida a Garabitas fue más llevadera esta vez, parece que ya va cogiendo el truco a esto de la bici. Fueron 28 km sobre las dos ruedas en un tiempo de 1h37. Al terminar, mi amiga se metió tres kilometrillos a pata para entrenar la transición. El sábado me pesé y había aumentado de peso, marcaba 68,8 kg. Nada, no consigo controlarme. Cuando corro más kilómetros esos pequeños excesos los quemo, pero ahora van directamente al tejido adiposo. Sigo con los estiramientos, fortalecimiento de cuádriceps y haciendo abdominales.

Semana 21, del 20 al 26 de mayo: esta semana ha sido poco productiva. Mi madre está en el hospital así que he procurado visitarla en vez de correr y similares, así que sólo he salido a correr el viernes, haciendo un par de kilómetros andando y luego 200 metros + 300 metros + 400 metros con minimalistas. Entre cada uno de los tramos corriendo, unos 200 metros andando. Siguen las molestias, por lo que estoy empezando a preocuparme. El sábado me pesé y ya he conseguido subir de 69 kg, ya que hoy marcaba 69,3 kg. También empieza a ser preocupante, casi más que las molestias. De nuevo, termino la semana montando en bici. Esta vez un circuito similar al de la semana pasada pero haciendo dos vueltas al circuito de triatlón. Mi compañera de rodaje subió Garabitas mucho mejor que en ocasiones anteriores, parece que va cogiendo el truco a esto del pedaleo. Han sido algo más de 34 km en un tiempo de 1h56, el mismo tiempo que once días antes cuando hicimos unos cinco kilómetros menos. En el camino por Madrid Río me crucé con Javier que venía del carrera del agua. Estuvimos hablando de la transición al barefoot. Él también lo está haciendo, pero con unas zapatillas de 4 mm de drop (diferencia de altura entre puntera y talón). Yo utilizo las VFF Bikila que tienen cero drop y eso quizás es un cambio muy radical, me planteo pillar unas zapatillas con 4 mm de drop para hacer la transición más gradual. Sigo con los estiramientos y fortalecimiento de cuádriceps, aunque esta semana he hecho poca cosa, incluso he prescindido de hacer abdominales.

Objetivo: correr

El día 28 de abril acabé la que posiblemente sea mi última maratón. La condromalacia rotuliana que sufro en la rodilla izquierda me ha hecho plantearme el futuro de distinta manera a lo habitual. Si antes, al acabar la maratón ya estaba pensando en la próxima, ahora las prioridades son otras. La primera recuperar la rodilla y las siguientes… ya veremos, pero ni me planteo acabar una maratón.

La condromalacia mejora fortaleciendo los cuádriceps, por lo que estos ejercicios de fortalecimiento son la primera prioridad. Tampoco es que mejore la lesión, pero al menos no se fastidia más. Esto tengo que hacerlo sí o sí todos los días que pueda.

Además, me comentaron en la rehabilitación que era aconsejable estirar muy bien el sóleo porque según parece está algo acortado lo que provoca que tire de la tibia y ésta descoloque la rótula. También debo estirar toda la «cadena» inferior de la pierna, que se note como se estira el glúteo y la parte de los riñones. Otro punto que debo hacer sí o sí.

Por otro lado, si me duele la rodilla por correr, lo mejor es no correr, es lo más fácil. Pero claro, yo no quiero dejar de correr, así que quizás lo mejor sea reducir el número de días y de kilómetros recorridos. Creo que es una buena idea cambiar al menos un día de carrera a pie por un bicicleta. He estado probando estos días las dos ruedas y la verdad es que la rodilla no sufre.

Una de las cosas que me he dado cuenta es que siento molestias no sólo cuando corro, sino incluso cuando ando con zapatos o zapatillas; sin embargo, si ando descalzo esas molestias son casi imperceptibles. Lo que me lleva a pensar que debería de probar a correr descalzo o si acaso con zapatillas minimalistas. Esto me va a obligar a hacer una transición poco a poco, no como el año pasado que traté de pasar de amortiguadas a pies descalzo radicalmente.

Otro de los aspectos que debo cuidar es el peso. Es obvio que cuanto menos pese, menos castigo sufren las rodillas, así que hay que perder unos cuantos kilos. Me planteo tratar de bajar de 65 kg de aquí a fin de verano. Es complicado, muy complicado, ya que en verano es más difícil controlar la ingesta de alimentos, pero tengo que intentarlo: mis rodillas lo agradecerán.

Así que tengo un reto más que importante. Consiste en correr y hacerlo sin molestias. Veremos si es posible. Ahora prioricemos las tareas que debo hacer:

  1. Perder peso. De aquí al verano debo estar por debajo de 65 kg. Ahora mismo estoy en algo más de 69 kg. Un reto complicado, sin duda.
  2. Fortalecer cuádriceps.
  3. Estirar, estirar y estirar.
  4. Pasar de correr con zapatillas amortiguadas a zapatillas minimalistas o descalzo.

Para perder peso no hay otra que controlar la comida. Comer menos y comer bien. Si ya conseguí en su momento bajar de 76 a 67/68, ¿por qué no voy a poder hacerlo? Sé que el sacrificio para bajar estos cuatro kilos va a ser mayor, pero no queda más remedio.

Para fortalecer cuádriceps sólo debo seguir la rutina que sigo habitualmente.

Los estiramientos tampoco tienen mucho misterio. Hacer especial hincapié en sóleos, gemelos y la cadena inferior, sin descuidar el resto de músculos y tendones.

Lo complicado, me parece a mí, es la transición de zapatillas amortiguadas a minimalistas/descalzo. He visto un plan bastante realista en la web de zapatillasminimalistas.net que voy a tratar de seguir, ya que en estos días anteriores he empezado con las VFF Bikila y ya empieza a molestarme el gemelo ¡¡¡y lo más que he hecho han sido 700 metros!!!

Habemus carrera

Este año ha costado dios y ayuda sacar adelante la carrera del barrio. La nula ayuda económica de la Junta Municipal ha provocado que los organizadores de la carrera hayan estado llamando de puerta en puerta a los distintos comerciantes del barrio para poder hacer la carrera.

Afortunadamente, hay gente generosa que ha ayudado y el 23 de junio se celebrará la XII edición de la carrera popular barrio del Zofío.

Más información en http://carreradelzofio.wordpress.com

Este año me quedo sin participar, tendré que ayudar a los organizadores. Pero lo hago gustoso.

XXXVI Maratón de Madrid

Ayer participé en la maratón de Madrid una vez más. Creo que la organización ha fallado estrepitosamente en muchos aspectos, pero no quiero empañar un feliz día por esos nimios detalles de los que hablaré en otra entrada.

A lo que íbamos. Un grupo de pradolongueros habíamos quedado a las siete y cuarto con Emilio para acercarnos todos en su coche al lugar de salida. Llegamos unos minutos tarde -perdona Emilio- y ya estaban allí tanto el conductor como Miguel, pero poco después de las siete y media ya estábamos aparcando cerca de Cibeles.

Llegamos, buscamos los servicios y nos acercamos al guardarropa para ver si nos podían adelantar la pegatina que pegar a la bolsa que había que utilizar para dejar la ropa. Nada, no hubo posibilidad, había que esperar a dejar la bolsa para que pusiesen ellos la pegatina en la bolsa y en el dorsal. En esos momentos faltaba más de una hora y no era cuestión de estar en camiseta de hombreras hasta el comienzo de la prueba porque la temperatura era bastante fresca.

mapoma-2013-pradolongueros
Grupo de pradolongueros

A las ocho en punto habíamos quedado con los compañeros de MaraTID en el Palacio de Linares y la verdad es que fuimos puntuales… casi todos. Siempre hay algún rezagado, pero el grueso de la tropa estaba allí. Nos hicimos la foto de equipo, hablamos de la táctica a seguir, nos vestimos de romano y nos dirigimos hacia el guardarropa.

mapoma-2013-maratidianos
Grupo de maratidianos

Eran las ocho y cuarto y había una cola brutal en el guardarropa. Si el año pasado fue un desastre porque tuvimos que darnos una caminata de dos kilómetros, este año la volvieron a cagar. Así que estuvimos 25 minutos en la cola para dejar la ropa. Un chaval que había venido de Detroit me preguntaba con cara de incredulidad si todos los años era así. A las 8:50 conseguimos dejar la ropa y tratamos de buscar nuestro sitio en el cajón. Nos había correspondido el tercero, pero fue imposible pasar del quinto, así que tuvimos que resignarnos y a salimos desde allí. El numeroso grupo de compañeros que se había apuntado a las 3h50 se quedó reducido a un terceto, ya que fue imposible localizar al resto de personas.

Esto hizo que saliéramos solamente tres. Fue una salida bastante lenta debida a la masificación y la manía de juntar maratón, media y diez mil ¡y eso que se sale ocupando todos los carriles de La Castellana! pero pasado el primer kilómetro ya sólo se ocupa medio paseo y comienzan las apreturas.

Los primeros kilómetros se pasaron tratando de buscar nuestro sitio y nuestro ritmo. Cuando llevábamos ya unos cuantos kilómetros, cerca de diez, la componente femenina del terceto decía que parecía un entrenamiento, tal era la facilidad con la que iba. En esos momentos la parte masculina del grupo iba bien todavía.

En la calle Fuencarral, cuando se separan los caminos de la maratón y la media nos esperaban mi madre y mi hermana que nos dieron muchos ánimos y un par de plátanos para alimentarnos, que luego la carrera se hace muy larga y viene bien llevarse algo a la boca. La organización ofrece un gel en el kilómetro 27,5 pero hasta llegar allí, mejor haberse llevado algo al gaznate.

Poco antes de la media maratón, llegando al Palacio Real, empecé a notar los cuádriceps cargados. Empezó a preocuparme un poco, pero pensaba que yendo a un ritmo más tranquilo de lo que pudiera haber ido, llegaría sin problemas. Optimista que es uno.

Pasamos la media en 1h51, un minutillo menos de lo previsto. Las cosas marchaban más que bien. Además, pocos metros después me encontré al gran Charly, que iba a completar su 70º maratón. Iba como siempre, tan optimista y a su ritmo.

Poco después en el Paseo de Camoens, ya no podía aguantar más y al ver unos urinarios portátiles nos acercamos a aliviarnos la parte masculina del grupo. A nadie se le había ocurrido venir a quitar el precinto de los urinarios, ¿alguien ha visto algo semejante? Así que tuvimos que hacerlo en la parte de atrás.

No fue buena idea parar ahí, porque hay una buena bajada hasta el Puente de los Franceses donde nuestra compañera aprovechó su buen bajar y nos sacó bastante tiempo. Tanta distancia nos había sacado que tuvimos que acelerar de lo lindo para poder alcanzarla. Ahí nos dimos un buen calentón, que mis doloridas piernas lo notaron ¡y de qué manera!

Entramos en la Casa de Campo y el terreno es ascendente hasta el kilómetro 29 donde lo subido hay que bajarlo. Ahí parece que mis compañeros flojearon un poco, pero el grupo no se deshizo del todo. Empecé a preocuparme pensando si los últimos kilómetros se nos iban a hacer largos.

Salimos de la Casa de Campo por esa bonita rampa cercana al metro de Lago y bajamos por la Avda. de Portugal hasta Marqués de Monistrol donde hay una cuestecita que se las trae. Alguien había tenido la brillante idea de poner a toda pastilla el Highway to hell de AC/DC y eso nos dio alas para superar ese escollo. Nada más coronar, en el Puente de Segovia, encontramos a personas muy allegadas que consiguieron emocionar a nuestra compañera de carrera, eso la motivó mucho más, tanto que tuve que decirla que aflojara el ritmo, porque le dio un subidón tremendo.

Cerca del centro comercial de la Ermita del Santo adelantamos a un compañero maratidiano al que vimos muy bien acompañado. Le vi bien, con buena cara y a buen ritmo. Estuve un rato hablando con ellos y de nuevo tuve que acelerar para no perder a mis compañeros. Mis piernas ya iban bastante castigadas y todavía quedaban ocho kilómetros.

Volvimos de nuevo al Puente de Segovia, al otro lado, de nuevo los ánimos familiares nos llevaron en volandas por la cuesta de la calle Segovia. En la siguiente subida, el Paseo Imperial, nos esperaba un compañero que este año no participaba y que hizo con nosotros casi toda la subida dándonos ánimos. El compañero volvió a quedarse unos metros y pensaba que se nos perdía, pero afortunadamente no fue así y pronto volvimos a conformar el terceto. Seguro que lo hizo para no salir en la bonita foto que nos hizo Sebastián Navarrete.

mapoma-2013-km36
En el kilómetro 36, foto cortesía de Sebastián Navarrete

En Embajadores, sobre el kilómetro 38 yo ya iba fatal, los cuádriceps eran como piedras, el gemelo derecho molestaba de lo lindo y los abductores también se quejaban; sin embargo no podía flaquear tan cerca de meta y a base de sufrimiento sólo perdía unos metros con la avanzadilla del grupo. En esta zona nos encontramos con Pepe y Esteban, dos compañeros pradolongueros que nos animaron lo suyo y además nos «inmortalizaron». Obsérvese en la foto que lo único que me preocupaba era tirar hacia delante, mientras que mi compañera todavía tenía tiempo y ganas de hacer otras cosas.

mapoma-2013-km38
En el kilómetro 38, foto cortesía de Esteban

En Atocha adelantamos a otro compañero maratidiano que iba algo peor que nosotros, pero no demasiado mal, aunque por desgracia no pudo acoplarse a nuestro ritmo. Poco después, en la cuesta de Alfonso XII, perdí el rebufo de mis acompañantes. Mi compañero lo había estado pasando mal en casi todas las subidas, pero se recuperó milagrosamente porque los últimos kilómetros los hizo de fábula. La recta hasta la Puerta de Alcalá y la subida hasta la entrada de El Retiro me costó muchísimo, veía que los perdía metro a metro y que no iba a ser capaz alcanzarlos.

Pensaba que en el tramo favorable que hay después de entrar en El Retiro podía llegar a su vera, pero no fue así. Me di cuenta de que como no aflojasen me iba a resultar imposible así que tuve que darlos unas cuantas voces para que me esperaran y poder entrar los tres juntos en meta después de tantos kilómetros juntos.

Como buenos compañeros de viaje me esperaron e hicimos esos quinientos metros juntos, llegando a la meta en paralelo, justo cuando cambiaba el reloj de minuto, pasando de 3h55 a 3h56; sin embargo descontando el tiempo que tardamos en pasar la línea de salida, se queda en un tiempo neto de 3:48:55, mejorando en un minuto el objetivo marcado.

mapoma-2013-meta_500x613
Llegando a meta, ¡bailando la jota!

Nuestra compañera de aventuras llegó contentísima y emocionada a la vez ya que no sólo había hecho un gran tiempo, sino que las sensaciones fueron inmejorables, ya que no sufrió en ningún momento la dureza del recorrido y de los kilómetros. Antes de comenzar me había dicho que ni en broma iba a hacer más maratones, pero parece que después de esta experiencia se lo está pensando…

En definitiva, una maratón más ¡ya hacen veintitres! y muy contento por haber podido correr en compañía durante casi cuatro horas. Es la primera vez que empezamos y acabamos sin que el grupo acabe rompiéndose.

mapoma-2013-medallas_350x560
¡Que sí, qué son de verdad!

No sé si ésta habrá sido mi última maratón, todo dependerá de la lesión que tengo en la rodilla para que sume una más o esta fiesta se haya acabado para mí.

Previsiones del tiempo

Uno de los temas recurrentes de los maratonistas es comprobar el tiempo que va a hacer el día de la carrera. Ya quince días antes empieza a mirar la previsión y resulta curioso comprobar cómo va cambiando según se va acercando el día.

Veamos cómo ha evolucionado la previsión para el domingo desde el lunes:

Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado
prevision-lunes prevision-martes prevision-miercoles prevision-jueves previson-viernes previson-sabado

Lo cierto es que la temperatura casi lo han clavado, afortunadamente, la mínima ha subido unos grados, lo cual no está nada mal. Aunque lo que más ha cambiado ha sido el tema de la lluvia, que al final parece que puede llover algunas gotas.

Creo que va a hacer un buen día para correr aunque parece que el viento se va a hacer notar, pero confío que corriendo por las calles de Madrid rodeado de edificios y de otras personas, no molestará en exceso.

Estoy convencido de que mañana las tres horas y cincuenta minutos van a caer. Seguro.

Hoy me he pesado y estoy contento, he estado diez días sin correr y la báscula marcaba 68,5 kg. No está mal.

Por si a alguno le viene bien a la hora de «hacer la maleta», ahí va mi checklist para la carrera de mañana.

Último entrenamiento maratoniano

Hoy he realizado el último entrenamiento de cara a la maratón de Madrid. Llevaba desde el martes 16 sin correr ni un metro por el asunto de la condromalacia y hoy he salido a correr unos pocos kilómetros y ver cómo ha evolucionado la rodilla desde que empecé con la rehabilitación. Y la verdad es que la he encontrado mejor, algunas ligeras molestias que casi ni lo son. Sólo una ligera sensación de que ahí hay algo. Según la cuantificación del dolor que hice este verano, podría decir que estaba a nivel 1. Fenomenal por lo tanto. Imagino que cuando vaya por el kilómetro 40 de la maratón el próximo domingo habrá subido ese nivel.

La idea de salir hoy era doble. Por un lado, como he comentado, probar cómo estaba la rodilla y por otro, encontrarme con los compañeros pradolongueros que vamos a participar en la maratón, aunque este año es escaso. El hombre radiactivo que no se había perdido una maratón desde que yo le conozco, este año se ha decantado por la media y llevará el globo de 1h40 en esa prueba. Así que sólo mi tocayo y un servidor, de los que estábamos ayer en el parque, participaremos en la XXXVI edición de la maratón más antigua de España.

Una vez más pude comprobar que cuando estoy un tiempo sin correr, el primer día me «comen» los picores. Me empieza a picar la parte superior, de cintura para arriba. No tengo ni idea de cual es el motivo por el que ocurre y mirando por internet tampoco encuentro una explicación científica del motivo, aunque algunos opinan que es por la vibración que se produce al correr, que de alguna manera irrita las partes donde hay más chicha. Algo de eso debe ser verdad porque ni me pican las piernas, ni los brazos, ni la cabeza.

Ha sido sólo una vuelta a Pradolongo, ni cinco kilómetros. Nos hemos deseado suerte para el domingo y hemos quedado con Emilio para ir hasta la línea de salida. La suerte está echada, ya no hay vuelta atrás.

Calculadora de Manolo

Hace ya unos años un magnífico corredor y mejor persona, Manolo, se le ocurrió la brillante idea de confeccionar una hoja de cálculo que permitía calcular los tiempos de paso y el ritmo a llevar durante la maratón de Madrid. La clave era el factor «r». Este factor trata de cuantificar la pendiente del terreno y el cansancio del corredor, de tal manera que factor menor de 1 se supone que son favorables (corredor descansado y/o pendiente favorable), factor igual a uno indica un terreno llano y corredor descansado y un factor mayor de 1 supone un mayor cansancio y/o una cuesta arriba. Ni que decir tiene que en Madrid, el factor «r» es mayor de 1 en los últimos kilómetros tanto por la pendiente como por el cansancio acumulado.

Si alguno está interesado en calcular sus tiempos, adjunto la Manolo calculadora (con el permiso del autor) al que he ajustado un poco el factor «r» de determinados kilómetros basándome en los tiempos que hice en Mapoma 2011.

Esta herramienta puede venir muy bien si alguno no ha corrido nunca la maratón de Madrid para hacerse una idea de los ritmos a llevar durante los distintos tramos de la prueba, si debe apretar un poco al principio, si debe ser conservador, etc.

Para obtener los tiempos de paso y los ritmos, debe meterse el tiempo en minutos en la celda E4 (lo que aparece en rojo). En el caso de ejemplo, se ve que la celda E4 contiene el valor 230 minutos, que es equivalente a las 3h50. Gracias a Manu por avisarme de señalar esto.

En la tabla se muestran tres columnas. La primera es el punto kilométrico, la segunda el tiempo realizado (más bien a realizar) en ese punto kilométrico y en la tercera, el ritmo en el tramo entre un punto y kilómetrico y el anterior. Por ejemplo, en la fila del kilómetro 15 aparece un ritmo de 5:17. Esto quiere decir que entre el 10 y el 15 el ritmo que se puede llevar (o se debería) es aproximadamente de 5:17 min/km.

km Tiempo Ritmo (min/km)
5 27:01 5:24
10 53:09 5:14
15 1:19:34 5:17
20 1:45:55 5:14
Media 1:52:00  
25 2:12:39 5:21
30 2:39:59 5:28
35 3:06:54 5:23
40 3:36:12 5:52
Meta 3:50:00 6:17

No es para tanto

Fui el miércoles con los resultados de la resonancia del que se desprendía que tengo la rodilla hecha fosfatina y el traumatólogo le restó importancia después de una exploración manual de la rodilla. Me mandó diez sesiones de rehabilitación y unas pastillas llamadas Condrosulf a tomar durante tres meses. Ni siquiera me dijo que dejara de correr.

Ayer jueves fui a la primera sesión de rehabilitación y aquí sí me aconsejaron que no corriese hasta el lunes como mínimo para ver cómo evolucionaba la rodilla. Así que haré caso de esta recomendación y esperaré hasta la semana que viene o incluso lo mismo paro hasta la maratón. Habrá que esperar la evolución como me comentó.

Es curioso que la rodilla no me duele cuando estoy descalzo, así que se me está pasando por la cabeza volver a intentar correr descalzo o con minimalistas. Este año no tengo la espada de Damocles que tuve el año pasado con la maratón de New York, ahora no tengo prisa, por lo que podré efectuar la transición más despacio. Ya estoy expectante ante esta nueva oportunidad.

Mientras tanto, quizás coja la bici este fin de semana para no estar completamente parado. No sé si desempolvar (y lo digo en sentido literal) la flaca, que lleva muchos años colgada del tendedero y sin uso, aunque reconozco que todavía me sigue dando miedo montarme.

Descansen en paz

Ayer se produjo una auténtica tragedia. Un loco o un grupo de ellos se les ocurrió la retorcida idea de hacer explotar una serie de artefactos en plena maratón de Boston. Por más vueltas que doy a la cabeza no llegó a comprender cómo se puede ser tan malnacido para realizar un acto tan miserable y cobarde como lo ocurrido en Boston. ¿Qué culpa puede tener un niño de ocho años que se ha acercado a ver cómo su padre termina una maratón?

Descansen en paz las víctimas mortales y mis deseos de una rápida recuperación a los heridos. Y que todo el peso de la Justicia caiga sobre esos miserables cobardes.

lazo-negro

Fue esta noticia la que nos hizo deambular de un lado a otro de Pradolongo sin encontrar en ningún momento la motivación para seguir dándole a la zapatilla. Si a eso le sumamos lo de mi maltrecha rodilla es fácil de adivinar que no fue ayer mi mejor día. Menos mal que pasé las dos vueltas junto a mi tocayo, el feliz padre, y se me hizo el entrenamiento más ameno. En caso contrario, yo creo que doy una vuelta y me voy a casa.

Al terminar el entrenamiento, estaban esperando los otros dos compañeros que habían participado en el entreno y aprovechando que hacía buena temperatura (por encima de los veinte grados) estuvimos charlando tan alegremente. Incluso se nos unió mi compañera de entrenamientos dominicales. Quizás fue ese rato de tertulia lo mejor de la tarde.

Hemos completado dos vueltas a Pradolongo, es decir, poco más de 9,6 km en un tiempo de 52:44 @ 5:27 min/km.

Mañana voy a llevar la resonancia al traumatólogo y veremos que pronóstico me da. Espero que pueda seguir corriendo aunque sea más despacio y menos kilómetros.