La silla es tu enemigo

Asistí el otro día a una charla donde el señor Steven McGregor nos habló básicamente de los malos hábitos de las personas que trabajan sentados y de cómo poder evitar los riesgos que conlleva el estilo de vida sedentario.

Buscando por internet he encontrado este artículo cuyo título es significativo, la silla: enemigo público número uno. No encontré mucha información en castellano, ya que como suele ocurrir, hay más artículos en inglés sobre este tema. Debe ser que los anglosajones están más concienciados en estos temas.

Según se desprende del artículo, parece demostrado que el sedentarismo es un riesgo para nuestra salud, riesgo que constituye uno de los grandes males de Occidente. Los investigadores apuntan que estar sentado influye en el metabolismo de los triglicéridos, en el colesterol y en las lipoproteínas de alta densidad, entre otras, todos ellos biomarcadores de riesgo cardiovascular, cuyo desorden incide en la salud de las arterias.

Así que mucho cuidado con estar sentado demasiado tiempo.

De la charla se sacaron interesantes consejos que todos deberíamos poner en práctica. Como puede verse no basta sólo con salir a correr de vez en cuando:

  • Caminar siempre que se pueda.
  • Utilizar las escaleras siempre que se pueda.
  • Utilizar menos el coche.
  • Limitar el tiempo de televisión o de sedentarismo.
  • Jugar con los hijos.
  • Moverse más en general.
  • Buscar una actividad que guste y que disfrute realizándola, bien sea por libre (caminar, natación, bicicleta, gimnasio…) o dirigida (cursos de gimnasia, baile, aerobic, tenis, actividades en un club o gimnasio…).

No hay que tomarse estas cosas a la ligera, así que trataré de tener en cuenta estos consejos e incorporarlos a la rutina diaria.

Hoy he salido a cumplimentar el último punto de la lista: buscar una actividad que guste y que disfrute realizándola. Esa actividad no es otra que salir a correr. Así que a las siete estaba en el punto de encuentro donde nos juntamos unos cuantos. El parque estaba penosamente iluminado así que traté de ir por el recorrido que estuve estudiando la semana pasada. Casualmente, una vuelta por este circuito iluminado es justo de 4,8 km que es la misma distancia que mide una vuelta de las «viejas». En este circuito se pasa por el mismo sitio alguna que otra vez, pero siempre es eso mejor que andar en tinieblas.

De esta forma, dando dos vueltas, completé 9,6 km en un tiempo de 48:43 @ 5:04 min/km haciendo unos cuantos kilómetros por debajo de cinco minutos y los últimos seiscientos metros a un ritmo de 4:23 min/km. Soy tan tonto que al final me pico cuando no debiera, no debería acelerar tanto que no me lleva a ningún sitio y lo más probable es que vuelva a lesionarme. Tengo que controlarme, tengo que controlarme, tengo que controlarme, …

 

Sombras y luces en el Parque Lineal

Hacía tiempo que no iba a correr al Parque Lineal, desde que estaba preparando la maratón allá por el mes de abril. Hoy he vuelto a ir y la verdad es que en esta época otoñal el parque está precioso, con muchos árboles cambiando sus colores. Una verdadera delicia correr por allí.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. El parque está algo descuidado ya que parece que todos los recursos se derivan a Madrid Río y tanto la zona aguas arriba entre el Puente de los Franceses y el Puente del Rey y la zona aguas abajo, lo que es realmente el Parque Lineal, no gozan de los mismos privilegios. He leído en este artículo una crítica sobre estas dos zonas y la verdad es que no les falta razón, aunque como siempre se cargan demasiado las tintas. Imagino que no hay otra forma de llamar la atención que magnificando lo malo.

La idea era correr sólo 10 km, pero al final hice casi doce y me encontré bastante bien. Fui acompañado durante el entrenamiento por una amiga que se portó bien conmigo y consintió ir a un ritmo tranquilito. También me acompañaba un molesto ruidito procedente del GPS que indicaba que la batería estaba baja. Mi amiga comentó que se iba a acabar antes de que finalizara el entrenamiento y por supuesto así fue, como medio kilómetro antes de terminar la pantalla del chisme se quedó en blanco. Tampoco pasa nada, la verdad.

El GPS únicamente marcó 11,36 km que completé en un tiempo de 59:44 @ 5:15 min/km y con buenas sensaciones teniendo en cuenta que estuve más de una hora corriendo, cosa que no hacía desde hace unos cuantos meses.

Ayer era día de pesada y conseguí por fin bajar algo de peso. La báscula marcaba 69,7 kg sólo doscientos gramos menos que la semana pasada, pero con la confianza de que sea el comienzo de un descenso imparable 😉

Buscando la luz

El parque está oscuro, no es noticia, sobre todo si ya lo dije en la anterior entrada. Podemos estar llorando para ver si tienen a bien arreglarlo o correr con un frontal o lo más sencillo que es buscar alternativas más iluminadas. Eso es lo que he hecho hoy, buscar senderos donde tener la seguridad de que si plantas el pie no va a ser en un pozo sin fondo. De todas formas, haré la típica reclamación vía web.

Empecé con Emilio, Quique y Miguel, pero mi tocayo duró poco más de un kilómetro porque tenía molestias en el cuádriceps. Seguí con los otros dos, pero poco después los dejé ir porque iban a hacer cambios de ritmo y bastante tengo ya con trotar a ritmo constante. Al quedarme solo aproveché para buscar esas zonas iluminadas y la verdad es que conseguí encontrar un recorrido más o menos interesante sin tener que dar muchas vueltas por el mismo sitio. La semana que viene se lo propondré a mis compis para ver qué les parece.

Entre unas cosas y otras conseguí completar 8,4 km en un tiempo de 44:15 @ 5:16 min/km. Bastante contento con las sensaciones.

Todos los años lo mismo

El sábado cambiaron la hora, por lo que hoy nos ha tocado correr cuando ya había oscurecido. Y, por supuesto, como todos los años la iluminación del parque de Pradolongo deja mucho que desear. Hay bastantes zonas que nunca han estado a oscuras que este año lo están y otras que siempre lo han estado y este año no son la excepción. Es lo mismo de siempre, por lo que habrá que hacer lo mismo de todos los años: escrito a la junta municipal para ver si lo solucionan.

Hoy sólo estaba mi tocayo en el punto de encuentro. Así que hemos empezado los dos solos porque ya habían pasado unos minutos de las siete. Poco después hemos encontrado a Quique y hemos seguido los tres. Yo estaba un poco asustado de encontrarme con estos dos monstruos del correr y me conformaba con aguantar la primera vuelta. Los he aguantado casi esa primera vuelta, aunque en el último kilómetro ya iba algo descolgado. Luego han empezado a ponerse serios y aunque no era mi intención, he aumentado el ritmo considerablemente ¡¡¡he hecho ese kilómetro en 4:23!!! pero era incapaz de alcanzarlos. Así que me he relajado un poco según los veía alejarse.

He seguido por el circuito habitual hasta la cuesta de ida y vuelta donde nos hemos cruzado y allí ya me he despedido porque tampoco es cuestión de hacer muchos kilómetros. Sigo la progresión y hoy han caído 7,7 km aunque el cronómetro marque uno menos y es que el cacharro ha tardado un montón en sincronizar los satélites. De esta forma, marca 6,72 km en 35:29 @ 5:17 min/km.

Ese kilómetro a toda pastilla me ha dejado las piernas algo temblorosas, hacía muchísimo tiempo que no iba tan rápido. No debería hacerlo, pero siento curiosidad de saber a que ritmo puedo llegar a ir con la zancada tan corta que doy. Imagino que habrá un límite de número de zancadas por minuto.

Por cierto, el otro día completé las mil entradas, por lo que me sorprendió ver este cartel…

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Parece que su contador de entradas no da más de sí o que ya no cuentan el total y sólo indican que hay una más.

¡Mil entradas!

Con esta entrada, se cumplen mil las que ye he escrito en el blog. No está mal la cifra, porque es complicado rellenar entrenamiento tras entrenamiento una entrada. Tan difícil que resulta a veces casi imposible encontrar un tema y me limito a describir someramente el entrenamiento. De hecho este blog nació como un cuaderno de bitácora donde registrar los tiempos y sensaciones de los entrenamientos, sólo que a veces me salgo del tiesto y empiezo a elucubrar sobre cosas variopintas.

No sé si escribiré mil entradas más, pero habrá que intentarlo.

El entrenamiento de hoy ha consistido en dar un par de vueltas a Parque Sur a ritmo ligero. El terreno estaba algo embarrado porque ha estado lloviendo estos últimos días y en algunos tramos te hundías un tanto, en otros pisabas en un terreno tan mullido que parecía que corrías sobre moqueta y en algunos, estaba bastante bien para correr.

El martes fue un día especial porque fue el primer donde me sentí realmente bien corriendo, aunque empezara con alguna molestia. El jueves no llegué a alcanzar el Nirvana atlético ni hoy tampoco, pero me sentía razonablemente bien. Cuando consiga quitarme la pequeña tendinitis en el tendón de aquiles ¡voy a volar! Aunque no es el fin ni mucho menos, me conformo con correr a un ritmo normalito.

Hice un par de vueltas y un poco más para completar los 7 km previstos. Y lo hice en un tiempo de 34:41 a un más que aceptable ritmo de 4:57 min/km.

Hace tiempo que no hablo del peso. Hoy he llegado al límite de lo que considero peligroso. La báscula marcaba 69,9 kg rozando los setenta que es donde empieza la zona roja. Sigo en amarillo y no sé si voy a volver al verde. Espero que ahora que empiezo a entrenar con más regularidad lo consiga.

No lo voy a dejar en lo mejor

Esta semana parece que es verdaderamente otoñal, todos los días llueve, hace viento, un poco de frío. Pero en el metro te achicharras.

He llegado a casa más tarde de lo habitual con la cabeza como un bombo, necesitaba salir a correr sí o sí, por lo que no me lo he pensado dos veces aunque estaba lloviendo de lo lindo cuando me cambiaba y estiraba.

Casualmente, al salir a correr había dejado de llover, yo que me había hecho a la idea de mojarme un poco. Andando hasta el parque, me encontré con Antonio y fuimos de charla hasta el punto de encuentro donde empiezo a correr, tratando de encontrar las sensaciones que tuve el martes.

Pero nada, hoy no era el día, ni encontré las sensaciones ni iba del todo cómodo. La idea era hacer sólo una vuelta, pero cuando estaba a punto de completar la vuelta empezó a llover ligeramente, ¡¡¡esto es lo que estaba buscando!!! Ahora que empieza lo mejor, no voy a dejar de correr sólo porque la vuelta se acabe. Así que no sólo acabé de completar la vuelta, sino que seguí un poco más hasta llegar a 6,64 km en un tiempo de 34:20 @ 5:10 min/km.

Se normaliza la cosa

Hoy hacía un día desapacible. Lluvia, algo de viento, pero justo a la hora de encuentro la lluvia había amainado. El hecho de que el tiempo haya empeorado ha provocado que hubiese poca gente por el parque de Pradolongo, aunque muchos de los habituales del parque allí estábamos.

Mientras íbamos corriendo me comentaba Enrique que la situación se había normalizado en el parque. No se veían paseantes prácticamente y corriendo estábamos nosotros, los chicos del equipo de fútbol del Moscardó y algún que otro habitual. Nada que ver con la cantidad de gente que pululaba por allí hace pocos días.

Esta es una de las cosas que determinan la diferencia de un corredor «como dios manda» y un aficionado. O lo que es lo mismo, entre un runner y un jogger, como diría Gonzalo. Un compañero me comentaba a la hora de comer que tenía pensado salir a correr un poco por la tarde, pero que se estaba poniendo muy fea la cosa (estaban cayendo cuatro gotas) y que se quedaría en casa. Está claro, éste es un jogger. No como nosotros, los pradolongueros, verdaderos runners 😉 que aunque caigan chuzos de punta estamos en el punto de encuentro más o menos a tiempo… que no somos excesivamente puntuales.

Pues eso, que había poca gente, pero Javier era uno de ellos, otro de los habituales. Iba yo corriendo y estaba a punto de entrar en el Nirvana atlético cuando me he cruzado con él y me he parado a conversar un rato, que hacía tiempo que no le veía. Me comentaba que no iba fino y, por el contrario, yo iba mejor que bien, como hacía meses que no me sentía. Lástima que después cuando me he puesto a correr para completar la vuelta el Nirvana ya estaba lejos, muy lejos. Pero las sensaciones han sigo geniales, parece que esto marcha.

Después de la carrera del sábado notaba, todavía, las piernas y los pies algo cargados, por lo que no quise hacer más de cinco kilómetros, los cuales completé en 26:09 @ 5:14 min/km. Además haciendo dos kilómetros en 4:55 como si tal cosa. Acabé contento, muy contento. Veremos si la cosa dura. Lo que sí he aprendido del día de hoy es que necesito ir a mi ritmo. No me sirve ni ir más despacio ni más deprisa. Es la mejor manera de que la rodilla moleste lo menos posible.

VI Carrera nocturna de Toledo

Llevaba desde la maratón de Madrid sin participar en ninguna carrera y la verdad es que tenía algo de mono. Corrí el año pasado esta prueba y me dejó buen sabor de boca, así que como no es mucha distancia y la carrera es atractiva me dio el punto de apuntarme.

El sábado nos acercamos una amiga y yo a Toledo con la intención de participar en la VI edición. Se trata de una carrera que nace desde el ánimo de contribuir con la Fundación NIEMANN PICK que trata de encontrar desde hace años una respuesta medica a una enfermedad que a día de hoy no tiene una respuesta médica. Son varios los niños afectados por ésta terrible enfermedad que les priva de actividades tan básicas como jugar, practicar deporte o gozar de una autonomía personal.

La carrera comenzaba a las 20:30 pero había que recoger el dorsal, por lo que dos horas antes estábamos en la plaza de Zocodover donde estaba instalada la línea de meta y la salida. La verdad es que se hizo larga la espera, pero estuvimos haciendo algo de turismo en pantalón corto por la ciudad, que siempre merece la pena.

Con algunos minutos de retraso se dio la salida y nos costó un poco ponernos a correr a un ritmo decente porque había bastante gente. Según comentaban por megafonía se habían completado las 1500 inscripciones que para una ciudad como Toledo es un número exagerado.

La carrera es muy bonita porque transcurre toda por el caso histórico de la ciudad, además todo el recorrido estaba bien iluminado. Lo peor es que es un continuo rompepiernas ya que todo el rato es subir y bajar, aunque no son subidas de mucha longitud. Además, el recorrido transcurre por muchas callejuelas adoquinadas, por lo que los pies sufren un poco.

Pasé mucho calor durante la carrera pienso que debido a la gran humedad que había. Resultaba curioso observar a la llegada como todo el mundo llegaba empapado y eso que no había caído una gota durante la carrera. Eso sí, minutos después de llegar se puso a llover como si no hubiese mañana. Lluvia que no paró en el viaje de vuelta hasta casi llegar a nuestro destino.

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Foto de la llegada, totalmente empapados

Llevaba desde la maratón de Madrid sin participar en ninguna carrera debido a un par de lesiones y los experimentos con el minimalismo, por lo que acabé súper contento ya que hice los 6,1 km de los que consta la carrera en un tiempo oficial de 31:48 que descontando el tiempo que tardé en pasar la línea de salida sale un ritmo de poco más de 5 min/km que es para darme con un canto en los dientes viendo el estado de forma en el que estoy. Redondeando un poco, salen 6 km en 30:49 @ 5:08 min/km.

Aceptamos galgo como animal de compañía

Siempre me ha parecido el galgo un precioso animal. Quizás porque lo asocio al correr y siento fascinación por todo bicho viviente que corre. Y ver un galgo corriendo es todo un espectáculo.

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Galgo corriendo, foto cortesía de www.enfoque10.com

La desgracia que tienen estos animales es precisamente esa: que corren. Y cuando ya no corren porque son más viejos, o han sufrido alguna lesión, muchos acaban colgados de un árbol. Nunca me he encontrado en Madrid un galgo colgado de un árbol, pero sí en mis correrías por tierras toledanas. Y es terrible. Los galgos son una de las razas más maltratadas y que sufre un abandono masivo. Más de cincuenta mil ejemplares son abandonados tras la temporada de caza.

Es por esto que me encanta ver a estos animales como animales de compañía, paseando tranquilamente con sus dueños por el parque. Para mí, es una imagen que no tiene precio. Se da la circunstancia de que estos animales son excelentes animales de compañía. Así que no lo dudes, si tienes pensado adoptar un perro, que sea un galgo.

En contra de mi costumbre, hoy he llegado pronto al punto de encuentro. Ya estaban allí Enrique y Emilio y me han invitado a salir con ellos, pero he decidido esperar un poco por si venía alguno de correr más lento. La espera no ha sido infructuosa, ya que minutos más tarde ha llegado Joaquín y algo después Miguel, por lo que hemos salido los tres, Miguel algo incómodo por el trote más que cochinero que llevábamos, no ne extraña que pronto nos haya abandonado.

He seguido con Joaquín y he completado 6 km en 34:49 @ 6:08 min/km, la misma distancia que recorreré el sábado. Está claro, estoy preparado.

Cartilforte de GSN

Me recomendaron cuando empecé con el tema de la condromalacia un producto de herbolario llamada Cartilforte del laboratorio GSN. Después del diagnóstico estuve tomando unas pastillas que me mandó el traumatólogo durante tres meses y como ya acabé, me he decidido a probar este producto que se supone debe ser más sano que unas pastillas.

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Cartilforte de GSN

A mediados de septiembre, me pasé por el herbolario situado en la calle Rafaela Ybarra, 42 y regentado por Juanqui, corredor de la zona, a por el producto. Hoy después del entrenamiento he vuelto a por otro bote después de terminar el primero. Hasta el momento no puedo decir si funciona o no, aunque sí tengo que decir que la rodilla no me molesta demasiado, sólo alguna ligera molestia.

Al contrario que otras veces, hoy ni calentamiento andando ni leches, he empezado directamente corriendo con los compañeros, aunque luego los he abandonado por Joaquín, que lleva un ritmo más parecido al mío… y he completado 5 km corriendo en un tiempo de 28:46 @ 5:45 min/km. No está mal, no me puedo quejar, creo que acabaré la carrera del sábado decentemente.