No habrá paz para los malvados

No habrá paz para los malvados es una película dirigida por Enrique Urbizu y protagonizada por José Coronado. Da igual el argumento, lo que me interesa es el título, ya que no puedo sino llamar malvados a mis compañeros Joaquín y Miguel que me dan cera un día sí y otro también. Y hoy no ha sido una excepción. Y no, no tendrán paz mientras me quede un gramo de fuerza, aunque ahora estoy a años luz de ellos.

Tenía intención de correr los últimos 4,6 kilómetros a umbral, que en mi caso es un poco por debajo de 4:30 por lo que cuando llegamos al punto kilométrico cinco aceleré el ritmo para ponerme a esa velocidad y sólo pude hacer un kilómetro a ese ritmo porque luego empezaron a apretar y saltó en pedazos mi objetivo. El siguiente kilómetro lo hicimos en 4:19 y a partir de ahí se me fueron yendo poco a poco. El otro lo hice a 4:10 y ellos lo harían a cuatro. El cuarto kilómetro lo hice en 4:15 y ellos seguían alejando. Llegados al kilómetro nueve ya aflojé y lo hice al trote.

Total que hice 4 km en 17:14 a un ritmo de 4:19, bastante más deprisa de lo que había planeado, pero es lo que tiene ir con estos malvados. Fueron en total 9,7 km en 48:02 @ 4:57 min/km.

Por fin llegó la lluvia

A finales de agosto cuando salía de trabajar me cayó una chupa de agua exagerada. Desde entonces -creo- no había vuelto a llover en Madrid… Hasta hoy. Y se agradece mucho que haya llegado la lluvia después de tantos días porque entre otras cosas, el estado de los embalses es tristísimo.


Estado de los embalses a 17 de octubre de 2017

Por supuesto, la lluvia no es un obstáculo para salir a correr. Todo lo contrario, a mí me gusta correr con lluvia, siempre que no llueva a lo bestia y hoy hemos tenido suerte porque ha llovido un chirimiri muy agradable. La única preocupación es salir con una gorra para que el sudor, arrastrado por la lluvia, no te caiga en los ojos. En mi caso, ni siquiera tuve que preocuparme de eso porque siempre salgo con gorra.

Disfrutando de la lluvia hicimos una primera vuelta tranquila y luego apretamos un poco en la segunda, pero sin llegar a los niveles de los monstruos con los que salgo a entrenar. Totalicé 9,7 km en un tiempo de 49:28 @ 5:05 min/km. Un entrenamiento súper agradable con muy buena compañía y gran climatología.

Corriendo por Oporto

Como el jueves 12 era festivo aproveché para coger unos días de vacaciones. Y decidimos ir a Oporto, una ciudad que no está lejos de Madrid y sobre la que todo el mundo me había hablado bien.

Pero no por el hecho de estar fuera de casa iba a dejar de correr, claro que no. Además me llamó la atención la cantidad de gente que corría por allí, era increíble. Luego estuve mirando que la maratón de Oporto es el 5 de noviembre y que quizás mucha gente estaba entrenando para participar en esa carrera. O es que hay mucha afición, que también puede ser.

El caso es que después de estar un par de días visitando la ciudad, el sábado decidimos salir a entrenar por allí. Había visto que mucha gente corría a la vera del río, donde había un carril bici y una acera ancha y por allí que fuimos a entrenar. Y si se obvia la superficie por la que corres, que es dura, el sitio está muy bien para correr, a la orilla del río y luego a la orilla del mar. Me encantó el circuito.

Quizás debido a que era sábado había mucha gente corriendo, por lo que te ibas animando picándote con unos y con otros. De todos modos tampoco era cuestión de castigarse mucho, porque luego había que ir a visitar Guimaraes y había que tener las piernas aún con fuerzas, así que sólo hicimos 8 km en un tiempo de 43:04 @ 5:22 min/km.

Dado que Oporto es una ciudad prácticamente fluvial no podía faltar una foto de uno de los puentes que salvando el río Duero une Oporto con Vila Nova de Gaia.


Puente de don Luis I

Muy recomendable la visita a Oporto. Se lo recomiendo a todo el mundo.

No me gusta nada correr de noche

Aunque corrí ayer hoy también salí porque el jueves no iba a poder. Lo malo es que ya eran pasadas las ocho de la tarde y en esta época del año a estas horas ya es de noche.

Salí con una amiga por el parque de Pradolongo y aunque había un montón de farolas encendidas, en algunos tramos se veía regular, por lo que había que ir con precaución. Además mi amiga no está acostumbrada a entrenar por la tarde por lo que fuimos a un ritmo bastante tranquilo.

El caso es que en pocos días cambiarán la hora y nos tocará correr de noche un montón de día y reconozco que no me gusta nada correr cuando no se ve, prefiero ver bien donde piso, pero es lo que hay. Martes y jueves de noche y aprovechar el fin de semana para salir con luz.

Hicimos 10 km en un tiempo de 56:18 @ 5:37 min/km. Lo curioso del caso es que mi amigo pensó que habíamos ido más deprisa, pero no, el reloj no miente.

Incertidumbre

La noticia del día era la comparecencia de Puigdemont en el Parlament para ver si se declaraba la independencia o no de Cataluña. Había calculado que estaría hablando del asunto mientras me preparaba para salir a correr, pero al final la comparecencia se retrasó una hora y antes de las siete salí hacia el punto de encuentro con la incertidumbre de qué iba a pasar, de si cuando volviese España sería más pequeñita o todo seguiría igual.

Salí a entrenar con la idea de hacerlo a ritmo muy tranquilo porque tenía las piernas cansadas de la carrera del domingo. Y así fue, fui charlando con los compañeros de nuestras carreras del fin de semana que aunque yo había participado en la carrera ProFuturo, unos cuantos de mis compañeros habían participado en la carrera de Mercamadrid y todos estaban muy contentos porque habían conseguido muy buenas marcas. Joaquín hizo cuarenta minutos y pico, dos minutos menos que la semana anterior. Empecé a sospechar si la carrera de Mercamadrid estaría bien medida porque bajar dos minutos en una semana aunque la otra fuese más dura, me parece mucha diferencia.

Independientemente de la longitud de la carrera, todos estaban de acuerdo en que la carrera estaba muy bien organizada y que los corredores fueron obsequiados con viandas de todo tipo. La parte negativa, desde mi punto de vista, es la rapiña de algunos corredores y familiares que se llevaban cajas enteras de fruta sin tener en cuenta que alguno que viniese más atrás podía quedarse sin nada. Pero así somos, si puedes llevarte algo por la cara, que los demás hubiesen corrido más. Luego nos quejamos de los corruptos.


Buena bolsa del corredor

Comparando lo que se llevó un corredor de Mercamadrid, que se puede ver en la foto, con la media manzana, medio plátano, una botella de agua y una botella de ¿¿cerveza isotónica?? que nos dieron en la carrera ProFuturo, la diferencia es evidente.

Hice los 9,7 km en un tiempo de 50:23 @ 5:11 min/km, quizás algo más rápido de lo que hubiese deseado ya que hicimos un par de kilómetros a buen ritmo.

Cuando llegué a casa me enteré de la independencia de Schrödinger declarada por Puigdemont, así que seguiremos con el culebrón.

Entrenamientos semana 40 de 2017

La semana 40 de 2017 abarca del 2 al 8 de octubre. El primer día de entrenamiento de la semana fue el martes día 3 donde hicimos las dos típicas vueltas a Pradolongo a un ritmo bastante tranquilo, aunque alguno hubo que aceleró, yo seguí al tran tran. Hicimos los 9,7 km en un tiempo de 53:17 @ 5:29 min/km. Durante el entrenamiento estuve hablando con Joaquín que había participado dos días antes en la carrera del lago de Pareja, donde no pudo conseguir su objetivo de subir al cajón, quedando a las puertas en el cuarto puesto.

El jueves día 5 en el entrenamiento se me ocurrió la idea de hacer cambios de ritmo tirando cada vez uno, pero Mariano se puso a tirar como un loco y allí nos quedamos los demás. Luego aflojó un poco y Miguel se fue con él y yo me quedé con Joaquín. De todos modos, hicimos un kilómetro a 4:34 y otro a 4:20, pero no era cuestión de apretar mucho porque el domingo tocaba carrera. Hice los 9,6 km en 48:42 @ 5:01 min/km.

El sábado no salí a entrenar porque al día siguiente tocaba carrera. Y el domingo día 8 llegó el día y como relato en esta entrada no se me dio especialmente bien.

Entrenamientos semana 39 de 2017

Empecé la semana haciendo el lunes unos abdominales. No hice piernas porque notaba ciertas molestias en la rodilla de la pierna derecha.

El martes salí a correr pero nada más empezar notaba que la rodilla estaba «rara». Al subir un escalón y apoyar sentía como que la rodilla no me respondía. Corrí junto a Jesús, que corría con precaución por su también maltrecha rodilla. Él no quería hacer mucho y me convenció su idea, así que sólo hicimos 7 km y además muy tranquilos, a un ritmo de más de seis minutos por kilómetro.

El miércoles no pude realizar abdominales, así que el jueves antes de salir a correr hice unos pocos, no todos los que suelo hacer habitualmente. Por ello llegué tarde al punto de encuentro donde estaba una chica nueva, una chica que había contactado conmigo por el blog. Corrí con ella las dos vueltas y aunque iba despacio, a mí me venía de perillas porque seguía con la rodilla fastidiada. Completamos 9,6 km en un tiempo de 56:24 @ 5:50 min/km. Si la semana pasada fue Joaquín el que se probó dando una vuelta a tope, hoy ha sido Mariano el que lo ha probado. Y el tío ha bajado de 19 minutos que ya es una buenísima marca. Este hombre zumba de lo lindo.

El viernes tampoco pude realizar abdominales ¿o no quise? No sé… El sábado estaba en el pueblo y salí a correr por allí. No sabía si hacer 10 km o hacer más si me encontraba mejor. Y al final hice más porque veía que la rodilla estaba algo mejor. No llevaba cronómetro, así que miré el reloj cuando salía y luego cuando entré y creo que estuve más o menos 1h21 corriendo, lo cual no está nada mal porque llevaba desde la maratón sin hacer tantos kilómetros. En total fueron 16 km si no recuerdo mal de otra vez que hice este circuito.

El domingo acabé la semana haciendo bicicleta. De nuevo la ruta fue hasta San Martín de la Vega, desayuno en el San Marcos y vuelta a casa. A la ida estuve con un individuo que encontré en el Parque Lineal y me preguntó si sabía cómo salir de allí y empalmar con el carril bici. Le llevé por la rampa de tierra y no le pareció mal del todo. A la vuelta, ya llegando me encontré con otro que iba andando con la bicicleta en la mano. Le pregunté si necesitaba ayuda y me dijo que había pinchado. Inflé un poco la rueda y se puso en marcha. Kilómetros más tarde volví a alcanzarle y volví a inflar la rueda. Le propuse cambiar la cámara pero me dijo que no, que con esa inflada llegaba hasta el metro. Espero que así fuera. Yo hice un total de 60 km en un tiempo de 2h24.

¡Joder con el nuevo!

Empezó el 17 de agosto a salir con nosotros un nuevo pradolonguero. Ese primer día ya le hice algún cambio de ritmo para ver cómo respiraba y lo hacía bien, muy bien y eso que decía que estaba empezando en esto del correr aunque había sido ciclista muchos años y de buen nivel.

Hoy nos juntamos nada más y nada menos que seis corredores en el punto de encuentro, lo cual es algo extraordinario para ser aún época veraniega, pero ya es el último día de agosto y mucha gente ha vuelto ya de vacaciones.

Salimos a ritmo tranquilo como casi siempre y no tenía muy claro qué hacer en la segunda vuelta. No sabía si hacer unos kilómetros a umbral o seguir a ritmo pausado, ya que el sábado tenía carrera, pero durante esos primeros kilómetros opté por el umbral.

Acabamos la primera vuelta y seguimos tranquilos hasta la fuente, pasado el kilómetro seis. Había decidido ir a umbral, pues a umbral. Acabamos de beber y arranqué con fuerza. Sólo el nuevo quiso seguirme, los demás iban a lo suyo.

Cuando ya llevaba un buen rato tratando de llevar un ritmo un poco por encima de los 4:30 nos adelantó Joaquín como una centella. El nuevo fichaje se puso a su rueda, pero yo preferí seguir a umbral y no castigarme más de la cuenta. De hecho iba pensando si estos kilómetros a umbral los iba a notar el sábado.

Joaquín se quedó por allí abajo, cerca del final del parque y el novel se quedó solo, pero el tío siguió a buen ritmo hasta el final de la vuelta. Si este chico acaba de empezar, tiene futuro en este mundillo.

Completé los 9,6 km en un tiempo de 49:17 @ 5:09 min/km haciendo los kilómetros a umbral a 4:30, 4:28, 4:31 y 4:34 los últimos 600 metros. Ahora que lo veo, quizás algo rápidos.

Ya me pareció demasiado duro

El sábado 19 de agosto salí a Parque Sur a correr unos cuantos kilómetros a ritmo de maratón. Como llevaba mucho tiempo sin haber corrido ninguna carrera no sabía a qué ritmo debía correr, así que calculé a ojo entre 4:35 y 4:40.

Hice una vuelta -tres kilómetros- de calentamiento y luego traté de ponerme a ese ritmo M. Y lo hice, incluso salió algún kilómetro más rápido, pero veía que iba más fuerte de lo que debiera, ya que el ritmo M no supone un esfuerzo demasiado grande y yo iba forzado.

Después de la carrera del sábado calculé gracias a la calculadora de VDOT los ritmos de entrenamiento y efectivamente me di cuenta que me había pasado con el ritmo, que esos 4:35-4:40 eran excesivamente rápidos.


Cálculo del VDOT y los ritmos de entrenamiento

Con la marca de 28:10 en 6,5 km se obtiene un VDOT de 46,1 que implica un ritmo umbral de 4:33 y un ritmo M de 4:50, ¡esto ya es otra cosa! Estos ritmos los veo más razonables.

Hoy tenía las piernas algo cansadas, así que traté de ir a un ritmo tranquilo. Totalicé los 9,6 km en un tiempo de 52:15 @ 5:26 min/km.

¿Soltando piernas?

Ayer por la tarde estuve corriendo y hoy se me ocurrió salir con la bici con la idea de soltar piernas. La verdad es que me costó un poco y eso que no fui deprisa, por lo que no sé si la idea fue muy acertada.

Hice el recorrido habitual de ir a San Martín de la Vega y como últimamente yendo por el Parque Lineal para no pisar ni un metro de carretera.

No fui solo, sino acompañado por la amiga con la que estuve ayer en la carrera, que es una chica tremendamente dura y aguanta lo que la echen. Paramos en San Martín a desayunar y nos volvimos exactamente por el mismo camino. Llegando a la circunvalación de Perales del Río empezó a soplar un viento huracanado que no dejaba casi avanzar y luego empezó a llover bastante fuerte. Pasamos un mal rato con el viento y con la lluvia, menos mal que no estuvo mucho tiempo lloviendo.

Con la ida y la vuelta hicimos 60,5 km en un tiempo de 2h46. Y al final no sé muy bien si solté piernas o las cansé aún más, pero el paseo, exceptuando el rato de lluvia y viento, fue agradable.