De parque a parque

He salido algo antes porque llevaba algo de prisa. A poco de empezar la vuelta en Pradolongo, he parado a saludar a un compañero, aunque éste estaba esperando a otro, por lo que he seguido. Poco después he tenido que volver a casa, por lo que sólo he hecho un par de kilómetros en Pradolongo. El resto del entrenamiento ha sido por Parque Sur, aunque sólo una vuelta de 3 km, en la que he cronometrado 16:45. Parece que voy mejorando. En total habré hecho unos 6 km.


Vista del lago de Pradolongo

No han dejado ni uno

Hoy tampoco he podido ver a mis compañeros habituales de correrías y es que he llegado algo tarde (20:15) al punto de encuentro. Ya no quedaba nadie o a lo mejor es que nadie había ido.

He dado una vuelta (5 km) bastante tranquilo. A mitad de vuelta me he encontrado con el entrenador de fútbol y he parado un rato a charlar, por lo que el tiempo ha sido superior al de la semana pasada. Pero tampoco tiene la menor importancia, todo sea dicho de paso.

Me ha resultado curioso ver montones de escombros por el parque. Después de meditarlo, me he dado cuenta de que han destruido los bancos de ladrillo que había por todo el parque. A mí me gustaban, ya que era algo original. Se trataba de unos bancos de ladrillo realizados en forma de círculo, pero ya no queda ni uno. ¡Qué pena! Lo que no sé es si los han destruido para volver a construirlos (todo podría ser con el PlanE) o para eliminarlos para siempre.

En la imagen aérea del Google Map se puede apreciar (no muy bien) uno de los bancos de ladrillos en forma circular que existían en el parque.

Imagen aérea de un banco de ladrillos circular

Y lo que queda ahora…

Banco de ladrillos destruido

Hay que ir poco a poco

He salido con la idea de hacer 10 km, o sea, doblar la distancia que hice el martes. Era, quizás, un objetivo algo ambicioso, pero he ido muy tranquilo, botella en mano y parecía que podría hacerlo. Sin embargo, un poco antes del km 7 empecé a sentir molestias en el tendón de aquiles izquierdo y decidí que lo más sensato sería parar. Y es que no conviene empezar a machacarse cuando uno vuelve a empezar a correr.

Para variar, también hoy hacía bastante calor a la hora que he salido, las 11:15. Parece mentira que haga tanto calor cuando ya está casi acabando agosto.

Ni una sola fuente

Hoy he salido algo tarde. Eran ya la una y cuarto y hacía mucho calor (37º). Lo peor es que había una sequedad brutal. He pensado que en Parque Sur haría algo menos de calor, ya que hay más sombra. Y la última vez que estuve, todavía quedaba una fuente con agua; sin embargo, hoy no quedaba ni una sola fuente con grifo puesto, por lo que he hecho el recorrido con la boca muy, muy seca. Y no sólo la boca, también la nariz notaba la sequedad, parecía que llevaba tapones en la nariz.

Entre tanta calamidad, he conseguido dar dos vueltas a Parque Sur, haciendo seis kilómetros en poco más de treinta y cinco minutos y llegando a casa sudando a mares.

Así están las fuentes, tanto las del parque de Pradolongo como las del parque Sur.


Fuente sin grifo

Hoy no había nadie

Hoy he llegado puntual (19:30) a la entrada del parque de Pradolongo, pero no he encontrado a nadie de los habituales. Cosa normal, porque mucha gente está de vacaciones.

Mal por una parte, ya que tenía ganas de ver y saludar a mis compañeros de correrías; pero bien por otra, ya que he ido a mi ritmo sin tener que preocuparme de si tengo que apretar para seguir a éste o al otro.

He hecho cinco kilómetros, sólo una vuelta, para no castigarme demasiado y he tardado algo menos de 28 minutos, bastante mejor que el martes, aunque un pelín lejos de los 5:30/km que me hubiera gustado hacer. Aunque el martes fui lento, tenía algo de agujetas en la parte inferior de los cuádriceps.

Al terminar la vuelta, he escuchado un grito. Era Miguel que empezaba a correr y me invitaba a acompañarle, pero a estas alturas no quiero machacarme más de la cuenta. Me contaba que ha empezado a ir a la Casa de Campo los fines de semana con el GGG y que está muy contento, que le ha gustado mucho y que piensa repetir. La verdad es que es una pasada correr en la Casa de Campo, es un entorno fantástico.

Lo curioso es que iba algo incómodo con las zapatillas, pero no sabía porqué. Luego en casa me he dado cuenta de que ¡¡¡iba sin plantillas!!! Y es que no se puede estar todo el día cambiando las plantillas de las sandalias a las zapatillas y viceversa.

Al llegar a casa he puesto la tele porque era la final del 200. Impresionante Bolt con sus 19.19.

Muchos días sin correr

Llevaba desde el 24 de Julio sin correr a pata. Exactamente 25 días, que son muchos días, por lo que hoy he corrido casi desde cero.

Debido a que me dolía el tendón de aquiles, he estado descansando para intentar recuperarme y parece que hoy estaba mejor, aunque un poquito sí me dolía, pero nada que ver con el dolor que me llevó a dejar el entrenamiento el día 24.

He salido a eso de las seis y media, con mucho calor, y me lo he tomado muy tranquilo. De hecho, la vuelta de 5 km me ha tomado 30:33 realizarla. Nada que ver con la carrera de Bekele ayer que se adjudicó el 10.000 con 26:46 o con la de Marta Domínguez. De todas formas, hay que ser optimista ya que llevaba mucho tiempo sin correr y hacía mucho calor.

Este tiempo de inactividad atlética ha coincidido con los veinte días de vacaciones que he tenido. De ellos, la primera quincena de Agosto la hemos pasado en Conil. Y ha sido una experiencia bastante desagradable. Había miles y miles de personas. Había que hacer cola para casi todo, el camping era bastante cutre y encima ¡¡¡hemos tenido problemas con los cacos!!! Desde luego, no vuelvo a Conil ni aunque me paguen por ello.


Proyecto de cocodrilo de arena en las playas de El Palmar

La cuesta nueva

Existe una subida entre San Martín de la Vega y Morata de Tajuña que se llama la cuesta nueva. No sé el porqué de ese nombre. Imagino que antes habría una cuesta vieja… El caso es que esta mañana he subido ese puertecillo, por llamarlo de alguna manera.


Perfil de la Cuesta nueva, realizado por Julio López

Se trata de una subida de 3,5 km con un primer kilómetro de pendiente llevadera con poco más del 3%. Sin embargo, el segundo kilómetro es más duro, con una media cercana al 7% y una rampa del 10% que hace que se pongan las piernas al rojo vivo. Sobre el km 2,3 la subida se convierte en un falso llano hasta el km 3 donde la carretera se empina de nuevo con unos últimos quinientos metros al 7% y una rampa del 10%. Se me ha hecho duro, tengo que reconocerlo y es que subir, lo que se dice subir, subo poco.

El recorrido de hoy ha consistido en ir por el carril bici hasta casi San Martín de la Vega, desde allí tirar hacia Morata de Tajuña por la cuesta nueva y antes de llegar a Morata tirar hacia la derecha por la carretera que va a Chinchón. Luego volver a girar a la derecha para llegar a Titulcia donde he pinchado la rueda delantera. He cambiado la cámara y he tirado dirección Ciempozuelos, luego San Martín de la Vega para coger de nuevo el carril bici dirección Madrid. En Perales del Río he vuelto a pinchar la rueda delantera, a ocho kilómetros de casa. He pensado arreglar el pinchazo, pero he tirado de teléfono móvil y he llamado para que vinieran a recogerme. Es la primera vez que me sucede esto, que pinche dos veces seguidas. En total he realizado 76,5 km y parece que me encuentro algo mejor del tendón de aquiles, ya que al ponerme de pie sobre la bicicleta, no me ha molestado mucho.


Perfil del recorrido

Deprisa y corriendo

Hoy si no hago algo de deporte, reviento. Como no puedo correr porque me duele el tendón de aquiles, he salido con la bici, que me molesta menos. Y es que hoy he tenido un día complicado y sabía que iba a explotar por algún lado, así que he preferido salir con la bici y tener una explosión controlada. Aunque no ha sido mucho tiempo de entrenamiento, me ha dado tiempo a desahogarme un poco, afortunadamente. Hoy hacía un calor sofocante, menos mal que en la bici no se nota en exceso, aunque el agua del bidón (o caramañola que dicen los colombianos) dura menos. Han sido sólo 36 km, llegando hasta la cima de la Marañosa y vuelta. Luego una ducha rápida y a las brujas a merendar, que me estaban ya esperando.

Puerto de Galapagar

Hoy he salido con Carlos y hemos ido a subir el puerto de Galapagar, un puerto etiquetado como 3ª en alguna vuelta ciclista. Hemos quedado a las nueve de la mañana en el metro de Aluche y desde allí, hacia Pozuelo, Majadahonda, Las Rozas y Galapagar, la patria chica del torero José Tomás. La gracia de esta ruta es subir el alto de Galapagar, situado antes de llegar a la población homónima.


Ruta puerto de Galapagar

El puerto no es duro, pero a dos patas gordas como nosotros, nos ha costado. Además, después de coronar, la carrera sigue picando hacia arriba, con repechos de esos que te dejan dolor de piernas.

Una vez llegados al pueblo, vuelta por donde hemos venido, bajando el puerto a toda pastilla y luego sufriendo en los repechos que hay desde el cauce del Guadarrama hasta Las Rozas. Y es que hay cuatro repechazos a cada cual más duro.

Una vez se llega a Las Rozas, el camino es más favorable.

No ha estado mal la ruta, unos 75 km en menos de tres horas y dejando el calor para los que salgan después…