Camino de Uclés. Etapa 1

Salimos de Madrid y llegamos a Estremera.

Sonó el despertador a las siete y en algo menos de una hora salíamos rumbo a Estremera, fin de etapa de nuestro primer tramo del Camino de Uclés. Se supone que el camino comienza en la iglesia de Santiago en Madrid, pero salimos desde nuestro barrio, que está cerca del Parque Lineal del Manzanares por donde pasa el camino y en donde hemos visto en infinidad de veces la cruz de Santiago por allí marcada.

Ese primer tramo hasta la Poveda ya lo habíamos hecho alguna vez en bici por lo que íbamos tranquilos por esos caminos ya transitados. Nada más salir del Parque Lineal, entrando en el Parque del Sureste, pasamos por un sitio que no sé si son yacimientos de algo, porque se ve por allí mucha gente haciendo agujeros y limpiando lo que sacan, pero además siempre hay camiones por allí sacando un montón de tierra haciendo lo que parece un nuevo camino. No sé realmente lo que están haciendo porque tampoco encuentro información de internet. Allí quedaba 130 kilómetros hasta Uclés y hacia el otro lado 690 kilómetros hasta Santiago. El año pasado ya fuimos a Santiago y este año tocaba el camino más corto.

Al comienzo del Camino

Después de tragar algo de polvo por el tránsito de camiones, pasar el puente de la Gavia y atravesar la M-50 por debajo, pasamos por un sitio que alguien ha llamado «El Paraíso de cigüeñas» porque hay un montón de nidos de estas aves. A esas horas deberían estar buscando alimento porque no se veían cigüeñas en los nidos.

El primer punto conflictivo está en el mismo Parque del Sureste, una vez pasada la Cañada Real, ya que no se sabe bien de dónde surge un reguero de agua que anega el camino y que o bien eres muy hábil con la bicicleta y lo pasas montado llenándote de agua y barro o bien lo pasas andando llenándote también de barro o la tercera alternativa es vadear el enorme charco que cubre todo lo ancho del camino. Otras veces habíamos pasado desmontados por un caminillo más arriba, pero esta vez vimos que estaba lleno de vegetación como si no se utilizase más. Entonces recordé que un poco antes de llegar a este sitio había visto tirada una valla y un pequeño camino y pensé que a lo mejor se podía vadear por ahí. Retrocedimos y pasamos por encima de la valla caída (o tirada) y por la vereda vadeamos el gran charco y acabamos en otra valla caída (o tirada) que pasamos por encima. Primer obstáculo salvado.

Llegamos a Rivas, pasamos un tramo urbano y poco después estábamos en la laguna del Campillo, una zona realmente bonita.

Junto a la laguna del Campillo con unos bonitos cortados al fondo

Se llega a La Poveda donde después de atravesar una carretera comienza un carril bici que es todo subida, de poca pendiente pero todo para arriba. Por allí había bastante gente paseando y corriendo. Llegamos a Arganda donde callejeamos un poco y ya cogimos la Vía Verde del Tajuña y sigue siendo todo para arriba, pero con pendientes más pronunciadas. Se notaba que llevaba las alforjas porque pesaba la bici. Antes de terminar la subida llegamos al hito kilómetro que indicaba 100 kilómetros para Uclés y allí nos hicimos unas fotos.

A falta de 100 kilómetros para Uclés, con 40 km ya en las piernas

Seguimos subiendo hasta pasar por detrás de la cementera y desde allí ya comenzó el descenso hasta Morata de Tajuña donde al llegar al pueblo abandonamos el Camino para llegar al centro y comernos unas palmeritas, la especialidad del pueblo.

Había un montón de calles cortadas por lo que tuvimos que hacer algunas cirigoncias para llegar a una pastelería que ya conocíamos de otras ves, pero estaba cerrada, así que paramos un poco más arriba, en la plaza del Ayuntamiento. Preguntamos a un señor si había algún otro sitio y nos indicó uno cercano donde compramos cuatro palmeritas que comimos junto a un Aquarius para ella y un café frío para mí. Mi compañera se acercó al ayuntamiento a sellar las credenciales consiguiendo de esta forma el segundo sello después del de Rivas que nos pusieron al comprar dichas credenciales.

En Morata llevábamos 46 kilómetros, algo más de la mitad de los 90 previstos, que luego fueron menos. Para seguir el Camino había dos posibilidades, o bien subir hacia la Vía Verde atravesando el pueblo o tirar hacia Perales y coger el carril bici más adelante. Optamos por lo segundo ya que no había que subir aunque algún pequeño repecho nos encontramos antes de llegar a Perales.

Al llegar a Perales cruzamos una carretera y anduvimos algo dubitativos porque no estaba bien indicado, menos mal que íbamos siguiendo el track y pronto vimos las indicaciones. Se pasa por debajo de la A-3 y se va unos metros por una carretera con tráfico, aunque afortunadamente al poco sale el camino a la izquierda y se va paralelo al Tajuña por un terreno muy llano. Al llegar a Tielmes me quedaba poca agua así que estuve mirando por el puente medieval y vi una fuente que un paisano me indicó. Lo malo es que era agua no tratada. Me lo hubiese bebido sin más, pero vi que el bar Piscina estaba un poco más allá atravesando el puente medieval y para allá que fuimos para que nos sellara la credencial y comprar una botella de agua, que me la vendieron a precio de oro ya que me cobró 2 € por una botella de litro y medio.

Puente medieval en Tielmes

Seguimos hacia Carabaña y a la altura de ese pueblo se gira hacia la derecha para coger la vía de los 40 días que empieza con un rampón formidable que luego suaviza, pero que sigue para arriba sin descanso. En el kilómetro 75 paramos para comernos una barrita. Vimos un árbol y nos metimos bajo él a protegernos con su sombra de un sol inclemente. Comimos la barrita y seguimos subiendo hasta un punto que atraviesa la carretera y allí comienza el término municipal de Estremera, nuestro destino. Paramos a hacernos unas fotos y allí vimos que pasaba también la Cañada Real Soriana.

Llegando a Estremera

Allí empieza un terreno favorable hasta el pueblo de Estremera. Pronto encontramos el albergue hablé con un tal Javi y al poco llegó abriendo el albergue y dejándonos un par de llaves. El albergue está genial ya que está recién estrenado y todo muy nuevo y limpio. Además tuvimos suerte de que no había más peregrinos, así que tuvimos un súper albergue para nosotros dos solos.

En esta primera etapa recorrimos 85 kilómetros, muchos de ellos por carril bici. Hay una bonita subida para ir desde Arganda hasta Morata y luego otra buena cuesta entre Carabaña y hasta casi llegar a Estremera. Afortunadamente estas subidas son por carril bici y se va bastante bien.