Primera etapa del Camino Real de Guadalupe: Móstoles, El Álamo, Casarrubios del Monte, Ventas de Retamosa, Camarena (descanso), Fuensalida, Torrijos y Gerindote.
Nos levantamos sobre las siete de la mañana. Apañamos todos, nos preparamos y montamos las bicis en el coche que nos acercó a Móstoles, la línea de salida.
Sobre las nueve y cinco nos pusimos en marcha, comenzando en la Avenida Iker Casillas y el comienzo es muy agradable ya que se pasa por el parque del Soto y luego por una senda donde había corredores y ciclistas y por terreno favorable, pasando por detrás de la urbanización Coimbra y atravesamos un bonito puente de hierro sobre el río Guadarrama y poco después por debajo de la A-5. A partir de ese punto el camino ya no es tan agradable, es más ancho, pero el terreno es más arenoso y con cuestas arriba y cuestas abajo. Le comenté a mi amiga que en las cuestas arriba, plato mediano y a economizar fuerzas. Llevábamos 19 kilómetros cuando llegamos al primer pueblo, El Álamo, que prácticamente se atraviesa de un lado a otro por lo que parece la calle principal. Antes de salir hicimos una pequeña parada para poner en el móvil el Tramo 3 y cuando llegamos al comienzo del camino preguntamos a un paisano que andaba por allí, por si acaso. Nos dijo que sí, que siguiéramos rectos por ese camino.
El camino hasta Casarrubios del Monte sigue estando salpicado de cuestas arriba y cuestas abajo, pero no se va mal, son cuestas de poca entidad. A Casarrubios llegamos cuando ya llevábamos 25 kilómetros y al igual que en el pueblo anterior se cruza más o menos en línea recta. Saliendo del pueblo me confundí y en una bifurcación me fui a la derecha cuando era a la izquierda, pero mi amiga se dio cuenta rápidamente y corregimos el rumbo. El programa que llevábamos para seguir los tracks, llamado BikeGPX funcionaba bastante bien excepto en los pueblos, que se perdía un poco. No sé si era el programa o era el GPS del móvil.
El próximo pueblo era Ventas de Retamosa y fue el peor tramo ya que había mucha arena en algunos sitios y algún charco que otro. Tocó poner pie a tierra tres o cuatro veces por la arena ya que era imposible avanzar. Justo a la entrada de Ventas hay un mojón indicando que quedan 200 kilómetros para llegar a Guadalupe. Allí paramos a hacernos una foto. Llevábamos unos 34 kilómetros. No sé si fue en este tramo o en el anterior donde perdí el bidón en una bajada con muchos baches.
Como el track del móvil acababa en Camarena decidimos seguir, aunque estábamos más o menos en la mitad del recorrido. Atravesamos Ventas, aunque tuvimos que dar un pequeño rodeo cerca de la iglesia porque es dirección prohibida.
Desde Ventas hasta Camarena el camino está bastante bien, sigue un tanto arenoso, con alguna cuesta, pero se circula bien. Además enseguida se llega al que habíamos pensado como punto de descanso, Camarena.
La entrada a Camarena es cuesta abajo y acaba la cuesta en la plaza donde está el ayuntamiento y justo ahí acababa el track del móvil. Justo al lado hay un bar, por lo que aprovechamos para parar ahí, cuando llevábamos algo más de 41 kilómetros.
No estuvimos mucho tiempo allí, lo justo para tomarnos el tentempié. Nos montamos en las bicis y salimos por la calle de la iglesia, donde indicaba el track. El tramo hasta Fuensalida no tiene mucho desnivel, aunque sí hay algunas subidas y bajadas y ya acercándonos a Fuensalida el terreno es un tanto «pedrusquero» y por lo tanto muy pestoso; sin embargo, Fuensalida no dista mucho lejos de Camarena, por lo que no tardamos mucho en llegar, aunque ya empezábamos a notar el calor, que se hacía notar de lo lindo.
Cruzamos Fuesalida y fuimos dirección Portillo siguiendo el track, hasta la fábrica de Pablosky, donde se gira hacia la izquierda y se tira por un camino asfaltado donde se llega a un primera bifurcación que cogí bien, a la derecha. En la siguiente también me fui a la derecha, pero por allí no era ya que no había flechas ni nada. Tuvimos que darnos la vuelta para coger el desvío, menos mal que no nos habíamos alejado mucho.
El camino no está mal hasta Novés, aunque con alguna piedra. Poco antes de llegar a esta población se coge la Cañada Real Segoviana, que es una larga recta hasta Torrijos. El camino, cerca de Novés, se dirige a esta población para luego volver a salir un poco más delante. Nos dimos cuenta y evitamos este desvío un poco absurdo. Llegando a Torrijos pensé que podíamos parar en la tienda de bicicletas que hay enfrente de la Renfe y comprar un bidón, pero cuando llegamos allí vimos que estaba cerrada. Afortunadamente hay otra tienda al lado donde entramos y compré un bidón grande por tres euros. Aunque ya estábamos cerca del nuestro destino, llenamos los bidones porque se notaba que íbamos ya algo deshidratados. Llegamos a Gerindote por la carretera sobre las dos y diez de la tarde. Tardamos cuatro horas y veintiseis minutos en recorrer 68 kilómetros a una media de algo más de 15 km/hora.