Este año la representación del Club Atletismo Zofío ha sido escasa en esta carrera, justo al contrario que el número de participantes de la carrera, que ha crecido enormemente, de hecho la organización hablaba de 300 participantes.
Como la carrera se celebra cerca de casa y comenzaba a las doce de la mañana tampoco había que madrugar mucho, pero antes de la hora prevista me despertó mi despertador de cuatro patas, ya que antes de las nueve la gata empezó a arañar la puerta y me despertó. Como quedaban más de tres horas para la carrera me levanté y me llené la panza con un vaso de leche y un trozo de roscón. Nada, un desayuno de poca cosa…
A las once salí de casa y en diez minutos el coche estaba aparcado junto al parque Plata y Castañar donde se celebra la carrera. Fuimos a recoger al dorsal y vimos que estaba muy animado, había incluso una buena cola para recoger el dorsal. En unos minutos nos tocó recogerlo a cambio de 2 € que era el precio de las inscripciones por internet. Me extrañó que hubiese ropero, pero mi memoria es tan mala que tampoco puedo asegurar que no lo hubiese el año anterior. Estábamos cerca del ropero cuando apareció por allí Juanqui, el tercer miembro del equipo, y aprovechamos para hacernos una foto después de dejar la ropa y prendernos el dorsal. Como se puede ver en la foto, íbamos perfectamente uniformados con la camiseta del equipo.
También andaba por allí Juan Carlos, del Club Atletismo Leganés, acompañado por unos cuantos compañeros y compañeras. Luego me di cuenta que Villaverde está muy cerca de Leganés y que incluso trotando podían haber llegado enseguida. Me dijo que estaba muy bien, cosa rara en un corredor que siempre ponen excusas de todos los colores, pero Juan Carlos dijo que muy bien y luego demostró que así era.
Estuvimos calentando con ellos porque su club es muy profesional y se preparan bien para la carrera y mientras lo hacíamos escuchamos por megafonía que la salida se retrasaba un poco porque aún quedaban muchos dorsales por retirar.
Así fue, serían las doce y diez cuando dieron la salida y yo salí como alma que lleva el diablo porque sabía que pronto se estrecha el camino y se forma un bonito embudo. Fue un error mayúsculo salir tan deprisa porque hice el primer kilómetro en 3:52 y ese ritmo alto me dejó la garganta «gorda» y lo pasé fatal el resto de la carrera. Ahora mismo no tengo las piernas ni pulmones para ir a ese ritmo y lo pagué bien pagado ese primer kilómetro.
En carrera no miré el crono, pero era obvio que iba muy deprisa por lo que aflojé el ritmo para no morir en el intento. Allí iba yo, pensando que era una desgracia que este año hubiesen aumentado la distancia hasta los cinco kilómetros cuando en anteriores ediciones se quedaban en tres y medio, pero no me quedaba más remedio que no hundirme y completar la prueba con la mayor dignidad posible. Adelanté a una chica muy jovencita y luego a otra también muy joven, aunque algo menos, pero luego ambas me adelantaron a mí y ya no fui capaz de alcanzarlas, iban francamente bien sobre todo la más joven.
Llegué a meta con un tiempo de 21:46 que no es para tirar para cohetes, pero que obviamente refleja mi estado de forma actual. Una vez que pincharon mi dorsal -como en los viejos tiempos- y que recogí una bolsa con una botella de agua y un plátano fui hacia la meta para ver si llegaba la compañera del equipo.
Y no tardó mucho en llegar, lo que indicaba que había ido a buen ritmo, marcando 24:27 cuando paró su cronómetro que fue algo después de la línea de meta. Este tiempo la sirvió para auparse al primer puesto de la categoría Máster 50. Mi amigo Juan Carlos, del Club Atletismo Leganés, que hizo una gran carrera se quedó a las puertas del cajón, ocupando el cuarto puesto de la misma categoría, pero de chicos.
Estuvimos hablando con la segunda clasificada en Máster 50, que estaba súper contenta porque decía que nunca había subido al cajón y me extrañó sobremanera que cuando la llamaron para la entrega de trofeos no apareciera, así que sólo subieron la compañera de club y Carmen, una gran atleta veterana del Club Atletismo Leganés.
Después de la carrera los tres miembros del Club Atletismo Zofío nos acercamos a un bar a tomarnos una cervecilla y brindar por el nuevo año que se avecina.
Me ha encantado la infografía sobre la participación en la prueba que se ha currado la Asociación Vecinal la Incolora, los organizadores de la carrera. Es súper chula.
Siempre tan agradable leer tus crónicas de carreras. Es una lectura deseada por mi parte, cuando se que has participado en una. Sigue con esta afición, de correr y de escribir.
Gracias Juan Carlos, seguiré contando mis batallitas como si de un abuelo cebolleta me tratase.