Comentaba el otro día que el plan B previsto para la media de Villarrobledo consistía en hacer un tiempo aproximado de 1:31:39 que fue el tiempo que hice en la media de Coslada de 1999, año que bajé de las tres horas y media en maratón.
Pues bien, el plan B salió clavado, ya que llegamos a meta con un tiempo oficial de 1:31:34 que mejora en cinco segundos aquella marca de hace 19 años. Puede resultar baladí, pero no es lo mismo hacer una marca con 33 años que con 52. De hecho, esta marca con 52 años sería equivalente a una marca de 1:19:40 con 33 años. Esto quiere decir que estoy en mucho mejor forma ahora que veinte años antes.
Bueno… Me estoy yendo por los cerros de Úbeda… El asunto venía porque con este tiempo conseguido en Villarrobledo veo factible bajar de tres horas y media, pero hay que correrlo.
Hoy salí con las piernas cansadas de la media del sábado. Siempre me ocurre que después de una carrera no estiro y eso me deja las piernas para el arrastre varios días, sobre todo si la prueba ha sido dura como fue la media.
Acostumbro o más bien acostumbraba a hacer la semana de más kilometraje a tres semanas de la maratón, así que esta semana es la señalada para hacer el mayor número de kilómetros. El plan semanal es hacer hoy 15 km, el jueves 20 km y el domingo 30 km totalizando 65 km que es una birria, pero tampoco estoy dispuesto a hacer más ya que la rodilla no está muy fina y hay que conservarla muchos años.
Por aquello de hacer 15 km bajé antes de las siete a Pradolongo, pero sólo pude hacer 3 km antes de llegar a las siete al punto de encuentro. Allí estaba Joaquín y al poco llegaron Emilio, Emilio R y Jesús. Comenzamos los cinco la primera vuelta al parque a ritmo tranquilo. Incluso yendo despacio notaba las piernas cansadas. Dado que estamos en Semana Santa y que la temperatura era muy agradable, había bastante gente disfrutando del parque: niños en los toboganes, familias paseando, otros en bici, jóvenes jugando al fútbol y al baloncesto y otros practicando el kayak-polo en el estanque de Pradolongo.
Jesús sólo dio una vuelta, Emilio R un poco más y el resto completamos las dos vueltas. En esos momentos ya llevaba casi 13 km en mis piernas y el GPS se había quedado sin batería. Tenía que hacer 2 km más y los hice a ojo, probablemente un poco más. Viendo el ritmo que llevaba cuando funcionaba el GPS, un poco por encima de 5:30 calculo que estuve corriendo algo más de una hora y veinte minutos en esos 15 km.
Por cierto, una gozada poder correr con luz solar durante todo el recorrido gracias al cambio de hora.