Esto del correr da mucho de sí. Hay montones de estudios que dicen unas cosas, otros, las contrarias. Entre estos múltiples estudios hay uno que dice haber descubierto que correr y fumar marihuana es prácticamente lo mismo. De lo que se desprende que los fumadores de canutos son más listos, lo pueden hacer cómodamente sentados y no necesitan sudar ni sufrir para llegar al mismo destino que los pobre corredores.
En esta investigación se ha descubierto que los ejercicios relacionados con correr con intensidad incrementan los niveles en sangre de las endorfinas beta y las anandamidas. Esta última molécula cruza el flujo sanguíneo del cerebro y cuando lo hace, activa los receptores canabinoides de las neuronas, los mismos que se activan cuando el HTC u otros químicos de la marihuana llegan a la corrienta sanguínea.
Por lo que he visto por internet, después de leer este artículo, es que también el chocolate negro incluye las anandamidas entre sus múltiples componentes. Por lo tanto, también los devoradores de chocolate son más listos que los corredores.
Lo que debe ser la bomba es un corredor que fume canutos y coma chocolate negro…
Según esto, hoy nos hemos ido colocados a casa. Tocaba hacer cuatro kilómetros a ritmo umbral, sobre los 4:20, después de unos kilómetros de calentamiento. Hemos empezado tranquilos como siempre, pero a partir del tercer kilómetro ha empezado a tirar e Emilio y al completar los primeros cinco kilómetros hemos empezado los cuatro a umbral. Primer kilómetro a 4:21, segundo a 4:23, tercero a 4:16 para recuperar los segundos de los dos anteriores y en el cuatro kilómetro nos hemos quedado a oscuras porque se ha acabado la batería del reloj, pero hemos seguido al ritmo que íbamos hasta donde más o menos acababa ese cuarto kilómetro. Yo creo que sí, que hemos hecho el entrenamiento previsto.
El reloj se ha parado cuando marcaba 8,7 km y un tiempo de 41:49 @ 4:46 min/km. Un buen entrenamiento, sin duda.