Con una caramañola al alcance de la mano

Seguimos con la canción de todos los días: calor, calor y calor. Hoy también rondaba la temperatura los treinta y ocho grados y una humedad relativa del 8%. Bueno, más que humedad, sequedad. Y de relativa, nada, que todo el mundo está de acuerdo.

Hoy se me ha hecho más tarde de lo habitual, así que me he ahorrado unos cuantos metros. Mis compañeros ya habían pasado holgadamente el primer kilómetro y yo todavía no había llegado a ese hito cuando los he encontrado. Fenomenal, metros que me he ahorrado. Además, hoy hemos tenido la fortuna de ir acompañados por una amiga, que además de hacernos una bonita foto en plena acción…

corriendo-pradolongo

…ha ido a nuestro lado con la bicicleta durante todo el recorrido con un bidón de agua (caramañola que dicen los colombianos). Resulta agradable poder tener agua al alcance de la mano, sin tener que parar. Lo curioso es que empezamos con el agua bien fresquita y acabamos con el agua ideal para hacer una infusión, lo normal con esta calorina, claro está.

En la segunda vuelta hemos apretado un poco para tratar de bajar de cinco minutos el kilómetro y hemos hecho tres kilómetros algo más rápidos de lo habitual: 4:51, 4:46 y 4:38. Parece que no, pero cuesta ir a 4:38 en estas condiciones, afortunadamente la caramañola nos ha ayudado a ello.

En total han sido 9,1 km en un tiempo de 46:47 @ 5:08. Ritmo que no está mal para lo que está cayendo.