Chungo, chungo

Ayer me llevé uno de los golpes más duros de mi vida. Fui a recoger la resonancia que me había mandado el traumatólogo y al leer el informe del médico que hizo la resonancia, me quedé petrificado. Según se desprende de dicho informe, mi rodilla sufre lo que se llama condromalacia rotuliana grado IV, que es una cosa bastante puñetera, ya que supone que el cartílago situado debajo de la rótula de la rodilla izquierda está muy degenerado, pero que muy degenerado.

La verdad es que ha sido una noticia dura de digerir, aunque todavía no he ido al médico para ver qué debería hacer, pero sé lo primero que me va a decir: deja de correr; sin embargo, no pienso hacerlo. Seguiré corriendo menos kilómetros y a menor ritmo. De todas formas, que sospecho que esta maratón del rock and roll va a ser la última maratón en la que participe. En fin, ya veremos cómo evoluciona la cosa.

Con ese pesar me acerqué al punto de encuentro, dándome cuenta de que la rodilla me dolía sólo de pensar en el problema. Allí estaban unos cuantos pradolongueros a los que apené con mis calamidades. Salí despacio y terminé despacio, fui de orgasmo en orgasmo como bien dice el buen amigo Esteban y así tendrá que ser de ahora en adelante si es que quiero seguir corriendo. Pero para eso lo más importante es fortalecer, fortalecer y fortalecer. No queda otra.

Dos vueltecitas, muy tranquilito para totalizar 10 km en 54:36 @ 5:28 min/km. Me encantaría que pudiese seguir corriendo a este ritmo eternamente, pero no sé si el cartílago me lo va a permitir.

5 opiniones en “Chungo, chungo”

  1. Es una putadilla la verdad pero como tu dices, no vas a dejar de correr y no haría pronósticos sobre correr o no maratojes, igual te sorprendes y todo sigue igual. En cualquier caso espero verte por el Pradolongo corriendo durante mucho tiempo…
    Animo tio!

    1. Hola Javier:

      Es un palo duro, pero no se acaba el mundo con esto. Seguiré corriendo y si no puedo, andando y si no puedo andar, reptando. Hay que estar siempre en movimiento.

      Saludos.

  2. Lo que sea Miguel menos apalancarte en el sofa, sabes q yo soy tortuguita jejeje, vuestro ritmo hoy en dia es imposible que lo siga, si quieres echar unos km viendolo todo pasar un poquito mas despacio jejeje.

    Lo dicho, espero verte por el Pradolongo.

  3. Miguel:

    Te voy a contar algo que seguramente no sabes: cuando tenía 10 años no podía caminar más de 200 metros sin que me doliera la espalda. Tuve que dejar de hacer deporte y perdí un curso escolar (afortunadamente había entrado con 4 años y llevaba un año de adelanto). Es muy largo de contar, pero después de un año con antibióticos (sí, antibióticos en un niño de 10 años) y gracias a un gran profesional cuyo nombre no olvidaré nunca, el doctor Pablo Arroquia del Hospital Infantil de San Rafael, el «problemilla» se arregló.

    Recuerdo que con 18 años, un formidable traumatólogo me dijo por unas molestias que tenía: «no juegues más al baloncesto, o cuando tengas 40 años no podrás ni caminar». No dejé de jugar hasta los 30 y pico y no me acuerdo del nombre del profesional

    Hace unos años pensaba que no volvería a correr maratones por los problemas con las rodillas, pero ayer terminé mi segundo medio Ironman, gracias también a un buen profesional (clínica CEMTRO), no a los otros dieciocho que visité y te decían «no corras, que ya tienes una edad» o algo parecido.

    No desesperes, que seguro que hay solución: no te rindas por un simple diagnóstico.

    1. Hola Manolo:

      Sin duda eres un ejemplo de superación. Recuerdo tus eternos problemas en las rodillas y ahora acabas triatlones como si tal cosa.

      No tiro la toalla. Como dices, es un simple diagnóstico y por muy malo que sea, siempre se sale adelante si no es de una manera es de otra. Lo mismo incluso acabo haciendo triatlones, ¡quién sabe!

      Saludos y enhorabuena por ese 1/2 IM.

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