Los mejores ultrafondistas del mundo vencidos por el hambre

Aprovecho esta entrada para hacer eco de una triste noticia. Como dice el título, los mejores ultrafondistas del mundo, los indios tarahumaras, se mueren de hambre. En este artículo lo cuentan mucho mejor de lo que yo pudiera hacerlo. Cuando se lee que una persona se tira por un barranco porque no es capaz de alimentar a sus hijos, uno no puede evitar que se le salten las lágrimas.

Si los indios tarahumaras corren con simples sandalias, llamadas huaraches, yo trato de hacerlo a pie descalzo, como un burdo imitador que trata de conseguir una técnica que los tarahumaras o rarámuris realizan como si tal cosa. Esta semana he conseguido correr tres días descalzo, uno más que en las semanas anteriores. En un principio iba a correr sólo una milla, como el jueves, pero al final me he encontrado bien y he añadido 200 metros más a la distancia del día anterior, totalizando de esta forma 1800 metros descalzo. Parece que los pies se van acostumbrando, sufren menos durante la carrera y las molestias al día siguiente son menores. Parece que en los tres meses que me he dado de plazo la transición puede ser posible sin mayores traumas.

Y hablando de hambre, me parece que con lo que me sobra a mí se podían alimentar unos cuantos. Hoy marcaba la báscula 68 kg, más que la semana pasada. Me parece que el cocido del viernes todavía no lo había «eliminado».