XXX Maratón Popular de Madrid

Este año se cumplen 20 años desde mi primera maratón y para «celebrarlo» me he lesionado en los primeros kilómetros de la carrera. A poco de subir el Paseo de la Castellana y empezar a bajar Monforte de Lemos (km 7) sufrí un gran dolor en el tendón de aquiles de la pierna derecha que me impedía correr. Cojeando y como pude, llegué al puesto de sanidad del km 7,5 donde me aplicaron reflex en la zona afectada, hice unos estiramientos e intenté seguir. En un principio hasta Cibeles para ahí coger las de Villadiego.

Foto de equipo en Mapoma 2007

Sufriendo lo indecible en las cuestas arriba y notando menos el dolor en las cuestas abajo fueron pasando los kilómetros. Cada 2,5 km paraba en los puestos de sanidad para el consabido reflex y contacté en el arco de la Victoria con Isidoro Padilla con el que anduve algunos kilómetros.

El paso por Sol debió ser mágico porque por unos instantes parecía que el dolor había remitido, por lo que cuando llegué a Cibeles pensé que a lo mejor podía llegar hasta la media maratón. En la cuesta de la calle Génova noté que me iba a costar mucho terminar porque sufría horrores en las cuestas arriba y ya veía que aquello no mejoraba, al contrario. Empecé a notar que a los mismos que adelantaba, me adelantaban ellos a mí cuando paraba en los puestos de sanidad. Parecía como la película de Atrapado en el tiempo, ya que siempre iba adelantando a los mismos y esos mismos me adelantaban a mí. Entre elucubraciones mentales, llegué a la media maratón con un tiempo neto de 1:54:01. Me parecía casi imposible haber llegado con ese tiempo.

En plena marcha en Mapoma 2007

De la media maratón hasta el kilómetro 32, la película era la misma. Subidas y bajadas y un calor excesivo, al menos para mí, paradas para el reflex y vuelta a adelantar a los mismos. Sin embargo, al pasar al plaza de Cronos y comenzar la calle Albadalejo (impresionante cuesta) empecé a ver que me resultaba imposible subir corriendo. Lo intenté por todos los medios, pero tuve que subir parte de esa cuesta andando. Nada mejoró con la llegada de la Avda. de Arcentales. A partir de la segunda rotonda, me puse andar porque la pierna no iba. Llegué a García Noblejas y ese tramo lo hice medio andando, medio corriendo. Encontré a Jesús Ángel Puerta sentado en la acera con un aspecto regular. Al final se lo tuvieron que llevar las asistencias porque no se recuperaba y eso que ya estábamos casi en el 35.

La cosa mejoró con la bajada de Nicolás Salmerón y luego con la Avenida Daroca hasta el puente de Ventas (no conseguí ver el kilómetro 39). De nuevo vuelta a andar en la subida a Manuel Becerra y una vez coronada esta última subida del día, corriendo hasta meta. En el último kilómetro me esperaba mi mujer con los niños. Mi hija se puso a correr conmigo en la entrada del Retiro y la tuve que ir frenando porque ¡¡¡me dejaba de rueda!!! Entrada en meta cogidos de la mano con un tiempo neto de 4:05:48, aunque oficial de 4:07:54.

He sufrido un montón en la carrera, pero he tratado de terminar porque cuando me casqué en el kilómetro siete me dio mucha rabia pensar que después de meses de entrenamiento, es una pena tirarlos a la basura. Mi pierna, desde luego, no opina igual e imagino que cuando me vea la fisioterapeuta tampoco será de mi misma opinión.

Llegada Mapoma 2007