XXII Maratón Popular de Madrid

Hasta el momento, la temporada 99 ha sido la mejor temporada de mi vida. El hecho de que la maratón de San Sebastián se celebrara a finales de noviembre me llevó a comenzar el plan de entrenamiento con una base sólida y no empezar de cero como siempre me ocurre. Descansé un par de semanas después de la maratón de Donostia, ya que al correr tenía dolores de rodillas. Estas molestias me impidieron participar en el Trofeo Akiles, una de las carreras que más me gustan. Comencé el plan de entrenamiento de 18 semanas el 21 de diciembre, machacándome un poco para la carrera de Usera que se celebraba en enero. En ésta conseguí mi mejor marca en 10 km, realizando un tiempo de 41:39. Poco después, en Fuencarral batí mi marca de media maratón, pulverizándola un mes después en Coslada con un tiempo de 1:31:39. Más tarde, en los XI 20 km Villa de Madrid machaqué mi marca de 20 km, dejándola en 1:24:28.

CarreraFechaDistanciaTiempoPuntos
IV 10 km Pedestres Distrito de Usera17/1/991041:43448,91
XV Media Maratón de Fuencarral7/2/9921,0971:35:01426,48
XV Media Maratón de Coslada7/3/9921,0971:31:39467,96
XI 20 km Villa de Madrid28/3/99201:24:28496,39

Con estos presagios, imaginaba que podría mejorar mi marca en la maratón. La marca obtenida en los 20 km, a un mes de la maratón, extrapolada, indicaba un tiempo a realizar de 3:08:53. Mis entrenamientos a ritmo, sobre las 160 ppm, me daban un paso de carrera aproximado de 4:45/km, haciendo la cuenta de la vieja: 3:20:26. Por otro lado, Juan Ignacio desde Alemania y Cañadilla desde aquí intentaban convencerme de que las 3h15 eran un objetivo realista. Me planteé hacer un tiempo cercano a las 3h20. Mejor pecar de conservador.

Utilicé una hoja de cálculo que nos pasó Manolo Cabrera para calcular los tiempos de paso por los distintos puntos kilométricos, con la idea de hacerme una pequeña chuleta y pegarla a la correa del reloj. Ocurrió que hice los números tan pequeños (4 puntos) que luego era incapaz de leerlos según corría, al menos tenía en mente algunos kilómetros importantes y el tiempo que tenía que hacer en ellos. Esta hoja de cálculo necesitaba como entradas, los minutos totales empleados en terminar la prueba y la hora de salida. Utilizaba un factor r que dependía del perfil de la carrera y calculaba, el ritmo por kilómetro, el tiempo acumulado de carrera y la hora de paso por cada punto kilométrico. Esta hoja de cálculo fue bastante útil para elaborar el plan de puntos de encuentro. La siguiente tabla muestra los tiempos estimados por kilómetro para esta maratón.

kmrTotalInicio
2009.30.00
110.04.320.04.329.34.32
210.04.320.09.059.39.05
310.04.320.13.379.43.37
410.04.320.18.109.48.10
510.04.320.22.429.52.42
610.04.320.27.159.57.15
710.04.320.31.4710.01.47
810.04.320.36.1910.06.19
910.04.320.40.5210.10.52
1010.04.320.45.2410.15.24
1110.04.320.49.5710.19.57
1210.04.320.54.2910.24.29
1310.04.320.59.0110.29.01
1410.04.321.03.3410.33.34
1510.04.321.08.0610.38.06
1610.04.321.12.3910.42.39
1710.04.321.17.1110.47.11
1810.04.321.21.4410.51.44
1910.04.321.26.1610.56.16
201,030.04.411.30.5711.00.57
211,030.04.411.35.3711.05.37
221,030.04.411.40.1811.10.18
231,030.04.411.44.5811.14.58
241,030.04.411.49.3911.19.39
251,030.04.411.54.1911.24.19
261,030.04.411.59.0011.29.00
271,040.04.432.03.4311.33.43
281,040.04.432.08.2711.38.27
291,040.04.432.13.1011.43.10
301,040.04.432.17.5311.47.53
311,040.04.432.22.3711.52.37
321,080.04.542.27.3111.57.31
331,080.04.542.32.2512.02.25
341,080.04.542.37.1912.07.19
351,080.04.542.42.1312.12.13
361,080.04.542.47.0812.17.08
371,080.04.542.52.0212.22.02
381,180.05.212.57.2312.27.23
391,180.05.213.02.4512.32.45
401,180.05.213.08.0612.38.06
411,180.05.213.13.2812.43.28
42,1951,440.06.323.20.0012.50.00
1,3623.20.000.04.44

La maratón se celebró el 25 de abril y el día empezó fastidiado. Me levanté muy justo: dos horas y cuarto antes y no llegué a la hora prevista. Primera lección: hay que levantarse, al menos, con tres horas de anticipación. Habíamos quedado en el Palacio de Linares a las 8h30′ para la foto y me presenté a las 9h00′. Estaba todo nervioso, no encontraba a nadie, olvidé las botellitas de agua en casa y tenía la boca totalmente seca al llegar a Cibeles. Empecé a buscar por la zona de salida y al poco me encontré con Juan Ignacio, Elena y JuanMa ¡menos mal! También me encontré con Angel León Alcalde, antiguo compañero de la Escuela y que el año anterior Marisa había visto durante la maratón. Este decidió venir conmigo ya que no encontraba a sus colegas de Ciudad Real. La organización en la zona de salida era perfecta. Todo muy amplio, botellas para poder beber, guardarropa funcionando bien y abundantes y, lo mejor, todo el Paseo de Recoletos para la salida. Para evitar el problema de congestión del pasado año, se cambió el lugar de salida y parte del recorrido. Creo recordar que el Paseo de Recoletos tiene seis carriles de anchura. Una gozada. Nos colocamos decentemente en el pelotón de salida y esperamos el pistoletazo mientras veíamos caer a los paracas con su habitual precisión milimétrica.

Sonó el disparo y 33 segundos más tarde cruzamos la alfombra de salida. No estuvo mal la salida, se suponía que estábamos rodeados de 10.000 personas, aunque creo que Mauricio engañó un poco con esta cifra. Aunque habíamos perdido algo de tiempo en la subida hasta Plaza de Castilla, en el km 10 íbamos, aproximadamente, medio minuto sólo por encima del tiempo previsto. Bajando Príncipe de Vergara, pude comprobar que a Juan Ignacio le costaba seguir el ritmo. Aguantó a duras penas hasta Sol, donde le dejamos, tanto Angel, como yo. Pasamos la media maratón en 1:36:41, solamente 36 segundos perdidos respecto a lo previsto.

Seguimos a buen ritmo y sobre el km 26, Angel se para a orinar y me quedo solo. En el 27 seguía en tiempo, 2h04 y pico por las 2:03:43 previstas. Yo llevaba algunos kilómetros molesto, necesitaba soltar lastre, la Casa de Campo me parecía un buen lugar para hacerlo. Después de coger la esponja en el 27,5 se acerca de nuevo Angel, pero le comunico mi necesidad perentoria, ya veo que la Casa de Campo está demasiado lejos. Algo después de la cacerolada, entre dos coches me alivio. En cosa de un minuto soluciono el problema. Durante esos momentos Juan Ignacio, al que yo creá más lejos, me adelanta. Le cojo ya en la M-30 y un poco antes de llegar a Lago, le vuelvo a abandonar. La verdad es que me comporto como un cerdo, pero todavía me veo fuerte y veo posible cumplir mi objetivo, de hecho en el km 30, el cronómetro marca 2h19′, sólo un minutillo y pico más que lo previsto y después de parar. En Lago, entrego a Marisa mi riñonera, a la que creo culpable de mis anteriores necesidades y aunque había tomado glucosa anteriormente, me quedo sin mis barritas energéticas. Segunda lección: nunca viene mal energía extra para el final de carrera. Al salir de la Casa de Campo, empiezo a notar que ya no voy lo fino que quisiera, el ritmo decae y en el km 35 cuando veo a Jesús Cañadilla ya noto que voy mal. Esos últimos kilómetros los iba haciendo a 5:15. Subo la calle Segovia, el Paseo Imperial y el ritmo baja a 5:30. No logro recuperarme en la bajadita y empiezo a ver que manadas de corredores me adelantan sin piedad. Sobre el kilómetro 39 se acerca Parra y aunque me anima lo que puede, ya no doy más de si. En estos momentos, en la calle Bustamante el viento en contra sopla de lo lindo. En el 40, el cronómetro marca 3:14:00, por lo que llevo perdido casi seis minutos. Subo como puedo Méndez Alvaro, paso Atocha y como a 500 m de meta me adelanta Fernando Goicolea que viene fresco como una lechuga. Generosamente me espera y entramos juntos y hermanados en meta con un tiempo de 3:27:32, mi mejor marca personal, bajando 7:44 la marca anterior y consiguiendo por primera vez en mi vida bajar de tres horas y media, uno de mis objetivos atléticos. Juan Ignacio se recuperó en los últimos kilómetros y llegó a 14 segundos, una gran marca para los entrenamientos que había hecho en Alemania.

Aunque contento con la marca, creo que en esta maratón ha sido donde más he sufrido, ya que desde el km 34 empecé a decaer y no levanté cabeza en ningún momento. En todas las anteriores, tuve un momento de crisis, pero al final siempre me recuperé. Es posible que en los kilómetros finales necesitara algo de energía que me hubiese proporcionado las barritas, aunque comí naranjas en casi todos los avituallamientos. También es posible que hiciera un planteamiento demasiado ambicioso al principio, ya que en los primeros kilómetros las pulsaciones se acercaban a las 170. Llegué a meta un poco mareado, quizás por el calor, quizás por el esfuerzo, no lo sé. Pero lo más importane, una maratón más a la buchaca.

Angel cumplió a la perfección mi plan, hizo 3:20:16. Coco cascó en la segunda parte y terminó con un tiempo de 3:04:35, prometiendo que nunca más intentaría bajar de las tres horas. Andrés el vecino hizo un gran tiempo: 2:46:06 aunque se lamentaba de que Juan, el vecino, hiciera 2h43 y él no hubiera podido. De MaraTI+D el mejor fue Javier Gallego que se quedó a sólo dos segundos del récord de Manolo el pasado año. Este se tuvo que retirar ya que había dormido poco durante la semana y además tuvo problemas gástricos. Liborio hizo un carrerón, terminando en 3:23:58. Alberto Cánovas también lo bordó, haciendo la segunda media maratón más rápida que la primera, hizo 3:28:34. El resto del equipo, más o menos, en sus tiempos. JuanMa llegó también un poco fastidiado por haber comido algo que le sentó mal, hizo 4:09:05. Francisco bajó, de nuevo, la barrera de las cinco horas, terminando en 4:46:49.

Curiosamente, aunque sufrí bastante en los últimos ocho kilómetros, la recuperación fue excelente: baño, siesta y paseo me sentaron de maravilla. El lunes, al hacer la prueba de bajar la escalera, contemplé que bajaba sin ningún problema. El martes tenía los gemelos muy tirantes y el miércoles, prácticamente no me acordaba del esfuerzo realizado. Lo mejor de esta maratón: la recuperación.

Entrando en meta con Fernando y haciendo mi mejor tiempo