De cartón piedra

Me hace gracia la expresión que utiliza Perico Delgado cuando las piernas son sometidas a un esfuerzo duro. Él dice que se quedan las piernas de cartón piedra. Pues hoy me parece que tenía las piernas así porque ha habido un rato que me costaba mantener el ritmo que me había fijado y notaba las piernas sin fuerzas.

Hoy tocaba hacer kilómetros a ritmo de maratón. Según Daniels, ese ritmo es de 4:33 -exigente como siempre- y dado el calor que hacía a eso de mediodía me conformaba con hacerlos sobre 4:35. Procuro hacer estos kilómetros a ritmo de maratón en Parque Sur que es un circuito durillo y después de una primera vuelta (3 km) de calentamiento, he dado otras tres (9 km) tratando de llevar ese ritmo de 4:33, pero no sé muy bien por qué me han salido casi todos los kilómetros por debajo de 4:30.

Entre que el ritmo era bastante «alegre» y que el jueves había hecho las series de quinientos, el penúltimo kilómetro se me ha hecho bastante duro. Afortunadamente el último es favorable y he conseguido acabar, de nuevo, por debajo de 4:30 min/km.

En total han sido 12 km en un tiempo de 56:46 @ 4:44 min/km, pero lo importante no es el ritmo total, sino el mantenido en los últimos nueve kilómetros.

He salido a correr muy contento porque la báscula marcaba 68,4 kg y eso indica que por fin me he quitado los dos kilos que me traje de las vacaciones y que empiezo a estar en mis números.

Carrera de El Pardo 2012
Otra foto de la carrera de El Pardo. Gracias otra vez a la ADSprint

Vamos a por otra

No soy excesivamente pródigo en carreras, pero aunque el domingo pasado hice una, mañana voy a participar en una otra. Además es una que no conocía que el bueno de Emilio II, que es una enciclopedia de carreras, nos habló de ella durante los entrenamientos de la semana y unos cuantos pradolongueros nos hemos animado a participar. Así que mañana hemos quedado en el punto de encuentro habitual para ir a El Pardo y participar en la carrera que celebran en este barrio de Madrid con motivo de sus fiestas.

Se trata de una carrera gratuita, cosa extraña en estas fechas, y precisamente por eso dice Emilio que será escasa en participación. Sinceramente, prefiero estas carreras de barrio con poco personal, pero la escasez de participantes puede llevar a que la prueba desaparezca. Esperemos que no sea así y dure muchos años más.

En vista de que el sábado pasado me vino bien hacer unos kilometrillos al trote con algunos cambios de ritmo, he pensado que hoy también me vendría bien un entreno similar, así que he salido a Parque Sur a realizar dos vueltas, una primera de calentamiento y una segunda intercalando progresivos con trote. Eso sí, progresivos no demasiado exigentes, no sea que las piernas se cansen demasiado. He realizado un total de 6 km en un tiempo de 31:36 @ 5:16 min/km.

Antes del entrenamiento me subí a la báscula y marcaba 69,3 kg un poco menos que la semana pasada. Hay que ir rebajando poco a poco, sin agobiarse.

Al trote y haciendo pequeños cambios de ritmo

Mañana toca carrera, así que hoy he salido a mover un poco las piernas y dejarlas preparadas para mañana. El entrenamiento ha consistido en hacer sólo cinco kilómetros al trote cochinero y pasado el kilómetro tres hacer unos cambios de ritmo cortos, de unos cincuenta metros como mucho. He probado otras veces hacer cosas semejantes y creo que da buen resultado.

Durante el entrenamiento nos hemos cruzado con José Luis (¡recupérate Nelson!) y hemos estado despotricando contra los miserables que se ocupan de romper o robar los grifos de las fuentes. Por favor, que alguien me diga que beneficio sacan con eso y, por el contrario, multitud de personas sufren el perjuicio de no poder contar con una gota de agua con la que refrescar su garganta. Sé que soy un poco pesado con este tema, pero es que me saca de mis casillas.

Pues eso, entrenamiento que parece poca cosa (y quizás lo sea) pero que al menos psicológicamente me sirve para prepararme para la carrera del día siguiente. En números: 5 km en 28:12 @ 5:38 min/km.

Lo que más me ha gustado es que antes de salir me he subido a la báscula y ésta marcaba 69,4 kg con lo que se conseguido bajar de los 70 kg que marcaba la semana pasada. Tengo que seguir así para tratar de quedarme entre 67 y 68 que es lo que debería pesar.

Gafas Kalenji 800

Un par de días antes de irme de vacaciones pasé por el Decartón a comprar una regalo para un amigo. Aproveché para comprar unas gafas para correr que desde que perdí las que tenía había pasado bastante tiempo sin ellas. Mi elección fueron unas Kalenji 800 y estoy bastante contento con la adquisición. Son muy ligeras y se «agarran» bien a la cabeza. El único pero es que se acoplan demasiado bien y los cristales (por llamarlos de alguna forma) quedan demasiado cerca y al sudar se llenan de sudor. Se puede solucionar en parte llevando una gorra, ya que el sudor no cae directamente por la frente.

Gafas Kalenji 800
Gafas Kalenji 800

He tratado de levantarme lo más pronto posible ya que anunciaban un día muy caluroso y sobre las ocho estaba arriba, pero entre pitos y flautas, cuando he querido salir ya eran más de las nueve. La temperatura ya andaba sobre los 24º. Se trataba de un entrenamiento a ritmo de maratón, pero como todavía no conozco mi VDOT actual lo he hecho a ojo, fijándome un ritmo entre 4:35 y 4:40.

He ido a Parque Sur y he comenzado con una vuelta de calentamiento (3 km) y luego tratar de mantener ese ritmo M durante ocho kilómetros. Han salido dentro de lo calculado: 4:37, 4:33, 4:34, 4:34, 4:40, 4:28, 4:36 y 4:25. Bastante contento con el entrenamiento, aunque reconozco que no ha sido coser y cantar esos ocho kilómetros, que me ha costado. Tengo que esperar a realizar una carrera para obtener mi VDOT y afinar mis ritmos de entrenamiento.

Así que sumando la vuelta de calentamiento más los kilómetros a ritmo de maratón, he corrido 11 km en 52:45 @ 4:48, aunque lo importante han sido los últimos 8 km que los he recorrido en 36:27 @ 4:33

Hoy la rodilla me ha molestado algo más de lo habitual, diría que a nivel 5. Creo que se nota el haber salido sin antes aplicarme frío en el rotuliano.

Me he llevado una desagradable sorpresa cuando me he subido a la báscula. Marcaba 70,9 kg dos kilos más que cuando me fui de vacaciones. Queda demostrado que para adelgazar o mantenerse, hay que controlar la comida, no sirve sólo correr.

III Carrera Proniño

Una vez más estuvimos en la Carrera Proniño, carrera organizada por Telefónica para tratar de erradicar el trabajo infantil. El precio de la inscripción, que fue 8 €, va destinado íntegramente a ese cometido. Según parece, con esta prueba han recaudado 27.236 € lo que supone un nuevo récord de recaudación.

Dado que el equipo de atletismo al que pertenezco es de una empresa de Telefónica, era una buena ocasión para tratar de formar un buen grupo; sin embargo, aunque fuimos bastantes, no fue un número muy elevado, como demuestra la foto. Es difícil conseguir que vayan muchos porque siempre hay alguno que tiene algún compromiso ineludible.

Carrera Proniño 2012
Carrera Proniño 2012

Después de hacernos la foto, hablamos de hacer la carrera todos (o la mayoría) juntos para tratar de llegar a meta todos a mogollón, por lo que salimos a un ritmo bastante tranquilo, cosa que me venía de perillas estando medio lesionado como estoy. Al tran, tran y pasando mucho calor fueron pasando los kilómetros y cuando llegamos al nueve nos paramos para tratar de reagruparnos. Estuvimos unos minutillos esperando y cuando pasaron unos cuantos compañeros nos pusimos en marcha. Conseguimos entrar en meta prácticamente una docena todos juntos tapando la calle, que no pase nadie, marcando un tiempo oficial de 59:58, neto de 58:13. La clasificación se puede ver en la página oficial de la carrera o en una copia que conservo aquí.

Con el calor que hacía, fue una buena idea hacer la carrera a ritmo lento. Como a 400 metros de meta, nos encontramos a un chico tirado en el suelo, probablemente debido a un golpe de calor. Un poco más adelante, una chica iba tambaleándose con la cara blanca como la cal. Se nota que el calor es uno de los mayores enemigos del corredor.

Entre la lesión y que estaba corriendo menos, el peso sigue aumentando. Ayer la báscula marcaba 68,4 kg y eso que trato de controlarme. El único consuelo es que el año pasado andaba por el estilo.

Los mejores ultrafondistas del mundo vencidos por el hambre

Aprovecho esta entrada para hacer eco de una triste noticia. Como dice el título, los mejores ultrafondistas del mundo, los indios tarahumaras, se mueren de hambre. En este artículo lo cuentan mucho mejor de lo que yo pudiera hacerlo. Cuando se lee que una persona se tira por un barranco porque no es capaz de alimentar a sus hijos, uno no puede evitar que se le salten las lágrimas.

Si los indios tarahumaras corren con simples sandalias, llamadas huaraches, yo trato de hacerlo a pie descalzo, como un burdo imitador que trata de conseguir una técnica que los tarahumaras o rarámuris realizan como si tal cosa. Esta semana he conseguido correr tres días descalzo, uno más que en las semanas anteriores. En un principio iba a correr sólo una milla, como el jueves, pero al final me he encontrado bien y he añadido 200 metros más a la distancia del día anterior, totalizando de esta forma 1800 metros descalzo. Parece que los pies se van acostumbrando, sufren menos durante la carrera y las molestias al día siguiente son menores. Parece que en los tres meses que me he dado de plazo la transición puede ser posible sin mayores traumas.

Y hablando de hambre, me parece que con lo que me sobra a mí se podían alimentar unos cuantos. Hoy marcaba la báscula 68 kg, más que la semana pasada. Me parece que el cocido del viernes todavía no lo había «eliminado».

XVI Media maratón comarca de Jadraque

Hoy nos hemos acercado a Jadraque con los compañeros de MaraTI+D (y algún añadido) para ver si conseguíamos hacernos con un jamón. Según el reglamento de esta carrera, todo equipo que presente y acabe con diez corredores o más tiene derecho a un jamón y a una caja de botellas de vino. Para que sea un poco más fácil la organización permite realizar o bien la media maratón o bien 10 km.

Jadraque se encuentra a algo más de cien kilómetros de Madrid, por lo que tocó madrugar para ir a la carrera. A eso de las diez ya estábamos allí y nos encontramos con algunos componentes del equipo. Retiramos el dorsal, nos hacemos la foto de rigor y nos preparamos para la salida, sin tiempo para estirar ni calentar.

¡A por el jamón!
¡A por el jamón!

Como todavía estoy en los comienzos de la transición calzado -> descalzo, todavía no estoy capacitado para recorrer ni siquiera la distancia más corta de 10 km, por lo que decido salir con zapatillas tratando de llevar la técnica de pisada de metatarso y zancadas cortas y rápidas. Dado que con esta nueva técnica, los músculos utilizados son distintos a cuando se corre de talón, me parecía excesivo correr una media y salgo pensando en hacer sólo diez.

Salgo con una amiga esos primeros kilómetros que ya son durillos y cuando llegamos a la glorieta donde se gira para hacer la distancia corta, decido acompañarla para no dejarla sola en esas solitarias carreteras y bajo esa solana inclemente. En cada oportunidad recojo agua y aconsejo a mi compañera de viaje que beba, pero no me hace mucho caso. Al terminar la carrera me confesó que no bebía por temor al flato, pero mejor ir con una molestia en el abdomen. En estas carreras donde el calor aprieta de lo lindo lo más importante es la hidratación. Es mejor olvidarse de ritmos y marcas y centrarse sólo en beber, si no quieres sufrir un golpe de calor.

Después de llegar a Membrillera, volvimos por el mismo camino hacia Jadraque, sufriendo por el calor y las cuestas. Ya en el parque donde está instalada la meta, mi compañera de aventuras esprintó como si le fuese la vida en ello y llegó algunos segundos antes que yo. Según el mensaje corto que recibí por la tarde, llegué con un tiempo oficial de 1:50:54 en el puesto 116. Mi amiga consiguió subir al cajón, en el segundo puesto de su categoría.

¡Objetivo conseguido!
¡Objetivo conseguido!

Ayer me subí a la báscula para comprobar si la semana de control había dado resultado. ¡Y vaya si lo ha dado! La báscula marcaba 67,3 kg que es un kilo y medio menos que la semana pasada. De todas formas, sigo pensando que la báscula no anda muy allá.

¿Me acabaré por acostumbrar?

El jueves hice mi primera tirada por el carril bici. Como ya comenté, es un terreno muy liso, pero más duro y abrasivo que el césped, cosa que no está mal del todo para no sufrir el famoso síndrome DRDT (Demasiado Rápido Demasiado Tiempo). Fueron casi 750 metros y hoy tocaba hacer un entrenamiento similar, aunque aumentando un poco la distancia corriendo.

El viernes tenía las plantas de los pies algo molestas, sigo pensando que de la abrasión y no tenía muy claro si iba a ser capaz de dar un paso descalzo. Salí con mis chancletas de casa hasta el parque. Allí las dejé bien escondidas y me puse a andar para ir acostumbrando los pies al «descalcismo». Ningún problema, parece que los pinreles estaban deseando sentirse libres.

Dos kilómetros después de comenzar a andar, llegué al carril bici, conecté el metrónomo a 180 bpm y me puse a correr. Muy buenas sensaciones durante el trote aunque notaba que apoyaba más la parte externa de los pies, no sé si es normal. Acabé de trotar cuando llevaba 850 metros, cien más que dos días antes. Es evidente que la transición va a ser leeeeeeeeeeeenta.

Ya son 850 metros... y subiendo
Ya son 850 metros… y subiendo

Después del trote, otros dos kilómetros andando hasta casa para completar los cinco kilómetros de rigor. En el parque me crucé con uno de los habituales y estuve un rato charlando con él. Me comentaba que es mejor comenzar a correr descalzo en la playa, ya que la arena playera contiene yodo y eso ayuda a endurecer las plantas de los pies. No sé si eso lo decía con conocimiento de causa o qué.

El título del post viene porque con estos cuatro días que llevo, no tengo claro si llegaré a acostumbrarme a andar/correr descalzo porque algunas veces piso alguna piedrecilla que me hace ver las estrellas. Aunque ¡quién sabe!, a lo mejor llega el momento que tengo una planta más dura que las piedras que piso. Habrá que seguir insistiendo.

Sigo controlando el peso, aunque ahora que hago menos kilómetros me va a ser más difícil mantenerme. De hecho, hoy pesaba 68,8 kg bastante por encima de lo que debiera. Tengo que controlarme muy mucho con la comida, porque cuanto menos peso, mejor para los pies.

La vieja’l visillo

Hacía José Mota un sketch en su última temporada sobre una vieja cotilla que estaba siempre asomándose detrás del visillo de la ventana, que no era otra que la vieja’l visillo. Me resultaba graciosa su manera de correr y hoy he acabado corriendo de manera similar, o al menos así me parecía a mí.

Hoy he salido con destino al Parque Lineal y cuando volvía, en los últimos kilómetros me molestaba bastante la rodilla izquierda que lleva ya una jartá de días molestando. Desde el río hasta el Parque de Pradolongo es casi todo cuesta arriba. Suelo acortar la zancada en las subidas y subir la cadencia. Al hacer esto me he dado cuenta de que el dolor en la rodilla disminuía y entonces me he acordado del libro que acabé de leer el otro día Nacidos para correr y del fragmento donde habla de la manera correcta de correr.

Cuentan en este libro y en algunos otros sitios como la web de correrdescalzos.es que la forma natural de correr es descalzo, con la cadera algo más baja, zancadas más cortas, cadencia rápida y cayendo sobre los dos tercios delanteros del pie. Dicen que la amortiguación proporcionada por el conjunto tobillo-rodilla-cadera es mucho más eficiente que la que te pueda proporcionar unas zapatillas.

No les falta razón, yo que abuso de zancada larga, caigo demasiado de talón y eso no puede ser bueno se mire desde donde se mire, ya que una zancada más larga supone mayor impacto contra el suelo. Así que voy a tratar a partir de ahora de adoptar esas zancadas más cortas y rápidas y ¿por qué no? acabar corriendo sin zapatillas.

La ida y la vuelta al parque ha supuesto 14 km en un tiempo de 1:08:56 @ 4:55 min/km, siendo los últimos kilómetros, cuando he adoptado la forma buena de correr, los más rápidos.

Antes de salir a correr había pasado por la báscula. Marcaba 68 kg, he vuelto a subir a este número que no me gusta nada. ¡Ay, ay, las rosquillas de Carmen!

De espectador

Hoy he salido a correr con una amiga que tenía intenciones de hacer series de 400 metros. Como no tenía otra cosa mejor que hacer, yo también corría desde el punto de inicio de la serie hasta el final y vuelta, pero sin apretar lo más mínimo. Al final me estaba mareando de tanta ida y venida. Lo que sí he comprobado es que ella está fuerte, ya que las series han sido hechas a buen ritmo.

Durante todo el entrenamiento caía una fina llovizna que no molestaba, todo lo contrario, resultaba agradable sentir la lluvia sobre la calvorota. Y así, entre idas y vueltas y ligera lluvia se fueron pasando los kilómetros. Calculo que haría unos 9 km en un tiempo de 52:15 a un ritmo de 5:48 min/km. Sigo recuperando las piernas.

Hoy me he llevado una alegría. Después de unas semanas con el peso por encima de 68 kg, hoy la báscula marcaba sólo 67,2 kg. Parece que la maratón me quitó un peso de encima. De todas formas me parece un poco bajo.