XII Carrera popular PAU de Vallecas

Por segunda vez he participado en esta carrera popular que se celebra en el barrio del Ensanche de Vallecas. No tenía buen recuerdo de ella porque aquella vez hacía mucho aire y sumado a que la carrera tiene unas cuantas cuestas, se me hizo dura la carrera.

Nos acercamos hasta allí seis compañer@s del Club Atletismo Zofío divididos hábilmente en dos grupos: tres para la carrera de 5 km y otros tres para la de 10 km, para de esta forma sumar más puntos para la clasificación del circuito de la Unión de Carreras de Barrio de Madrid.

Llegamos con bastante tiempo, por lo que nos dio tiempo a dejar el coche tranquilamente, cambiarnos, calentar y hacernos unas fotos.

Los seis componentes del equipo

A las diez dieron la salida y aunque los primeros kilómetros son favorables, intenté no acelerarme mucho porque sabía que luego vendrían kilómetros duros y convenía tener algo de energía para no ir penando. Es por esto que pensé en ir a un ritmo cercano a 4:30, si acaso un pelín más rápido en las bajadas. Hice el primer kilómetro en 4:24 sujetándome porque era en gran parte cuesta abajo y el segundo en el mismo tiempo ya tratando de ir al ritmo previsto. En el tercero me dormí un poco y se me fue a 4:38 y tampoco anduve muy espabilado (o quizás no daba para más) en ese cuarto kilómetro, que se me fue a 4:34. Coincidiendo con el hito kilométrico número cuatro empezaba la fiesta porque comienza una cuesta arriba que te lleva a una glorieta cercana a la meta… Para los de cinco, porque al resto nos toca ir subiendo hasta un poco antes del kilómetro seis. La verdad es que miré con envidia a esos que se desviaban a la derecha buscando la meta, pero no me quedaba más remedio que seguir.

Obviamente ese quinto kilómetro cuesta arriba fue más lento y se me fue a 4:40 y el sexto aunque en gran parte es en subida, se llanea y se baja un poco y volví a acercarme a mi ritmo objetivo. Lo malo es que pasado el kilómetro siete, a la altura del metro de Valdecarros comienza otra subida que aunque ligera hizo que me diera un bajón, no sé por qué y me costó llegar al octavo kilómetro, ese fue mi kilómetro más lento. Pasado ese punto tenía en la cabeza que ya era todo favorable y cuando adelanté a uno le animé diciéndole eso mismo, pero me equivoqué porque en el ocho y medio también se ponía la cosa cuesta arriba hasta el nueve más o menos. De nuevo una bajada y luego otra pequeña subida para ya afrontar esos últimos quinientos metros ya sí claramente favorables. En esa bajada (o un poco antes) me adelantó un individuo con un carro con un bebé y me pregunté cómo es posible que fuera tan mal para que me adelantase un tipo con un carrito, así que traté de que al menos no se fuera muy lejos. En la glorieta donde ya se gira para coger la meta se entretuvo por algún motivo el del carrito y aproveché para acelerar todo lo que daban mis piernas por dos motivos, para adelantar al del carro y para no hacer un tiempo horrible. Llegué a meta cuando el reloj estaba a punto de pasar de 45 a 46 aunque el tiempo, el que realmente me importa, fue de 45:49 que es un tiempo regular… Siendo generoso. El objetivo de bajar de cuarenta y cinco minutos se quedó en agua de borrajas y es que tengo que perder un par de kilos si quiero mejorar. Tampoco ayudó que hiciera tanto calor, una temperatura absolutamente desproporcionada para estar a mediados de abril. Lejos, muy lejos quedan aquellos tiempos que rondaba los cuarenta minutos.

En pleno esfuerzo con la boca más seca que la mojama

Cuando llegué a meta iba a repartir octavillas de la Carrera del Zofío pero ya había unos cuantos compañeros que estaban haciéndolo, por lo que estuve hablando con la gente del Club Atletismo Velilla de San Antonio sobre su participación en dicha carrera y me comentaron que irían bastantes. ¡Bravo por ellos!

Una compañera, la que había participado en la prueba de cinco, y que estaba repartiendo octavillas me comentó que había sido tercera de las chicas en la prueba de cinco y ¡¡¡primera de su categoría!!! Esta chica no se baja del podium. Es por ello que nos esperamos a la ceremonia de premiación donde se llevó una bonita medalla.

En lo más alto del cajón

X Carrera Popular PAU de Vallecas

El martes me pasé por la Asociación Vecinal del PAU del Ensanche de Vallecas y retiré mi dorsal y el de cuatro compañeros del Club Atletismo Zofío. Hoy domingo habíamos quedado a las nueve en el punto de encuentro, ya que la carrera comenzaba a las diez, para dar los dorsales a los compañeros y partir todos desde allí, pero al llegar me di cuenta que había olvidado los dorsales en casa. Tengo la cabeza sobre los hombros, pero no sé para qué.

Así, nos dividimos en dos coches, uno salió hacia la carrera y el otro me acercó a casa para recoger los dorsales, cosa que hice raudo como el viento 🙂

Tuvimos suerte al llegar a la zona de la carrera porque encontramos sitio para aparcar pronto y creca. Llegamos con tiempo de sobra para dar a cada uno su dorsal, a visitar los servicios y a hacernos una bonita foto con el arco de salida y llegada al fondo.

Todos los componentes del equipo juntos, los de 5 y los de 10

De los siete que íbamos, sólo dos iban a hacer la prueba de cinco kilómetros y los otros cinco nos habíamos apuntado a los diez kilómetros, pero empezábamos todos juntos y los de cinco se separaban cuando pasábamos cerca de meta y los demás seguíamos.

A las diez en punto dieron la salida y salimos a toda pastilla ya que el primer kilómetros es favorable. Salí junto al compañero que iba a hacer cinco kilómetros, pero enseguida le dejé ir porque iba muy deprisa para mí. Tanto que cuando pasé por el primer kilómetro el crono marcaba 3:59 lo que me pareció muy deprisa. Aflojé un poco en parte porque no quería ir tan deprisa y en parte porque ya no era cuesta abajo mientras veía como Ninfa se iba alejando poco a poco. En un principio había pensado seguirla, pero vi que iba también demasiado aprisa, así que decidí ir a mi ritmo.

Después de ese primer kilómetro favorable, los tres siguientes son más o menos llanos, pero del cuarto al quinto es todo para arriba y pensé en lo afortunados que eran los de los cinco kilómetros porque para ellos acababa el sufrimiento mientras que nosotros seguíamos cuesta arriba y con un aire en contra bastante fuerte y frío. Pero no acababa ahí la cosa porque seguía el terreno ascendente con algunos tramos llanos, pero siempre para arriba.

Andaba un poco mosqueado porque primero me di cuenta que había salido sin gorra y sin gorra me siento como desnudo y segundo me estaba resultando duro y pensaba que a mi compañera Ninfa le estaría pasando lo mismo, porque la veía ahí cerca y aunque me acercaba muy lentamente, no era capaz de alcanzarla. Menos mal que llegamos al octavo kilómetro y a partir de ahí sí comenzó un tramo favorable, donde pude aumentar un poco la velocidad. De hecho hice esos dos últimos kilómetros en 4:17 y 4:16 cuando en los anteriores no bajaba de cuatro minutos y medio ni de broma. En ese último kilómetro me hicieron una bonita foto.

Apretando en el último kilómetro

Aunque los últimos metros también son cuesta arriba, sólo quedaba apretar los dientes y pasar la línea de meta de la mejor manera posible. Paré el cronómetro con un tiempo de 44:19 que coincide con el tiempo neto dado por la organización.

Fue un buen día para el Club Atletismo Zofío porque tres de los que habíamos venido subieron al cajon. En la carrera de cinco kilómeros se ganaron en dos categorías y en la de diez kilómetros, en veteranos C, José Luis consiguió la segunda posición. Estuvimos un buen rato esperando a que dieran los trofeos porque hubo alguna irregularidad, pero al final pudieron posar los tres juntos.

Los compañeros del Club Atletismo Zofío mostrando sus trofeos