Por segunda vez he participado en esta carrera popular que se celebra en el barrio del Ensanche de Vallecas. No tenía buen recuerdo de ella porque aquella vez hacía mucho aire y sumado a que la carrera tiene unas cuantas cuestas, se me hizo dura la carrera.
Nos acercamos hasta allí seis compañer@s del Club Atletismo Zofío divididos hábilmente en dos grupos: tres para la carrera de 5 km y otros tres para la de 10 km, para de esta forma sumar más puntos para la clasificación del circuito de la Unión de Carreras de Barrio de Madrid.
Llegamos con bastante tiempo, por lo que nos dio tiempo a dejar el coche tranquilamente, cambiarnos, calentar y hacernos unas fotos.
A las diez dieron la salida y aunque los primeros kilómetros son favorables, intenté no acelerarme mucho porque sabía que luego vendrían kilómetros duros y convenía tener algo de energía para no ir penando. Es por esto que pensé en ir a un ritmo cercano a 4:30, si acaso un pelín más rápido en las bajadas. Hice el primer kilómetro en 4:24 sujetándome porque era en gran parte cuesta abajo y el segundo en el mismo tiempo ya tratando de ir al ritmo previsto. En el tercero me dormí un poco y se me fue a 4:38 y tampoco anduve muy espabilado (o quizás no daba para más) en ese cuarto kilómetro, que se me fue a 4:34. Coincidiendo con el hito kilométrico número cuatro empezaba la fiesta porque comienza una cuesta arriba que te lleva a una glorieta cercana a la meta… Para los de cinco, porque al resto nos toca ir subiendo hasta un poco antes del kilómetro seis. La verdad es que miré con envidia a esos que se desviaban a la derecha buscando la meta, pero no me quedaba más remedio que seguir.
Obviamente ese quinto kilómetro cuesta arriba fue más lento y se me fue a 4:40 y el sexto aunque en gran parte es en subida, se llanea y se baja un poco y volví a acercarme a mi ritmo objetivo. Lo malo es que pasado el kilómetro siete, a la altura del metro de Valdecarros comienza otra subida que aunque ligera hizo que me diera un bajón, no sé por qué y me costó llegar al octavo kilómetro, ese fue mi kilómetro más lento. Pasado ese punto tenía en la cabeza que ya era todo favorable y cuando adelanté a uno le animé diciéndole eso mismo, pero me equivoqué porque en el ocho y medio también se ponía la cosa cuesta arriba hasta el nueve más o menos. De nuevo una bajada y luego otra pequeña subida para ya afrontar esos últimos quinientos metros ya sí claramente favorables. En esa bajada (o un poco antes) me adelantó un individuo con un carro con un bebé y me pregunté cómo es posible que fuera tan mal para que me adelantase un tipo con un carrito, así que traté de que al menos no se fuera muy lejos. En la glorieta donde ya se gira para coger la meta se entretuvo por algún motivo el del carrito y aproveché para acelerar todo lo que daban mis piernas por dos motivos, para adelantar al del carro y para no hacer un tiempo horrible. Llegué a meta cuando el reloj estaba a punto de pasar de 45 a 46 aunque el tiempo, el que realmente me importa, fue de 45:49 que es un tiempo regular… Siendo generoso. El objetivo de bajar de cuarenta y cinco minutos se quedó en agua de borrajas y es que tengo que perder un par de kilos si quiero mejorar. Tampoco ayudó que hiciera tanto calor, una temperatura absolutamente desproporcionada para estar a mediados de abril. Lejos, muy lejos quedan aquellos tiempos que rondaba los cuarenta minutos.
Cuando llegué a meta iba a repartir octavillas de la Carrera del Zofío pero ya había unos cuantos compañeros que estaban haciéndolo, por lo que estuve hablando con la gente del Club Atletismo Velilla de San Antonio sobre su participación en dicha carrera y me comentaron que irían bastantes. ¡Bravo por ellos!
Una compañera, la que había participado en la prueba de cinco, y que estaba repartiendo octavillas me comentó que había sido tercera de las chicas en la prueba de cinco y ¡¡¡primera de su categoría!!! Esta chica no se baja del podium. Es por ello que nos esperamos a la ceremonia de premiación donde se llevó una bonita medalla.