Gatos

Siempre me han gustado los gatos, no sé si lo he dicho alguna vez. Posiblemente no, porque no hablo más que bobadas en este blog (y no sólo en el blog). Así que he decidido meter, de vez en cuando, fotos de gatos, que siempre quedan bien y da algo de alegría al blog. Y yo creo que con los gatos este blog ganará enteros.

Así que dicho y hecho, pongo la foto de gatos más antigua que tengo, que tiene ya más de 35 años. Resulta anecdótico que tuviese pelo ¡¡¡y encima rubio!!!

¡Qué bonitos gatitos!
¡Qué bonitos gatitos!

El servidor no responde

Este fin de semana pasado, el servidor donde se hospeda la versión original de este modestísimo blog ha dejado de responder. Se trata de una máquina bastante antigua (AMD-K6 a 350 MHz) con Debian Lenny instalado. Aprovechando que necesitaba actualizar WordPress a la versión 2.8.1 (el gestor de este blog), he actualizado los paquetes del sistema operativo necesarios. Entre ellos estaba la imagen del kernel, que ha pasado de la 2.6.26-1 a la 2.6.26-2. El modificar la imagen del kernel supone rearrancar la máquina.

En el rearranque, el módulo de la tarjeta de red no se ha cargado, ya que tenía hecho un apaño para cargar otro módulo (rt73) en vez del que debía de ser (rt73usb). El apaño consistía en tener en la lista negra de módulos /etc/modprobe.d/blacklist las líneas:

blacklist rt73usb
blacklist rt2x00usb

Que he tenido que borrar.

Se supone que ahora al detectar la tarjeta en el arranque cargará el módulo por motu propio, ya que en el directorio /etc/modprob.d existe un fiichero (da igual el nombre) que contiene la siguiente línea:

alias wlan* rt73usb

AL FINAL ESTE MÉTODO NO HA FUNCIONADO. La solución por la que he optado se puede ver aquí.

Gran merendola veraniega

Ya metidos en pleno verano y con mucho calor, hemos planeado hacer una merendola comunitaria los corredores de Pradolongo. Es imposible reunir a todos, así que, los más allegados. A las siete y media hemos quedado en la terraza del rugby, aunque hasta casi las ocho no hemos completado el grupo que se componía de: Quique, Emilio, Emilio II, Andrés, Pepe, Agustín, Miguel, Antonio el del bigote, Esteban, Antonio, Andrés el largo, Juan y un servidor. Hemos dado cuenta de todo lo que ha caído en la mesa: bravas, tortilla, panceta, chorizo, longaniza, sardinas, lacón y alguna cosa más que seguro olvido.

Ha sido una bonita ocasión de reunirnos todos (lástima por Norberto que no ha podido venir) no sólo para correr, sino para contarnos nuestras desventuras, eso sí, casi todas relacionadas con correr. Lo mejor que hemos oído es que el padre de Quique (que también corre en el parque) ha sido operado de un tumor en un riñón y que ya está en casa. Parece que ha evolucionado muy bien, aunque le han hecho una bonita costura de 45 puntos. Esperemos que se recupere Quique papá y que no haya sido más que un susto.

Merendola en la terraza del rugby
Merendola en la terraza del rugby

Merendola en la terraza del rugby
Merendola en la terraza del rugby, desde el otro lado

Al trabajo en bici

Para ir cogiendo el puntillo con la bici, hoy he venido al trabajo en bici, por lo que tendré que volver también con ella. No son muchos kilómetros, algo más de doce, pero ahora mismo me noto con las piernas cansadas y es que el recorrido es todo el rato subir y bajar. Es lo que tiene Madrid, que hay poco llano.

Concierto de rock

Ahora que estoy lesionado aprovecho para escribir sobre otros temas no relacionados con el entrenamiento o las carreras.

Acabo de llegar de la Escuela Municipal de Música Maestro Barbieri, donde he escuchado el concierto fin de curso de la banda de rock. Iba con la idea de ver a Javi, que toca el bajo, y pensaba que no iba a ser nada del otro mundo, pero he salido E-N-T-U-S-I-A-S-M-A-D-O, ha sido una pasada, me ha encantado. Me ha dado pena no avisar a Eduardo, que seguro le hubiese gustado. Han tocado una docena de temas, de grupos como Deep Purple, AC/DC, Coz, Rosendo y de alguno más que ya no recuerdo.

Agua, sal y vinagre

Agua, sal y vinagre es el remedio que me han recomendado para las ampollas. Y que no me las explote, por supuesto. El caso es que como tampoco tengo muchas ganas de correr esta semana, he hecho caso a las recomendaciones y lo cierto es que estoy bastante mejor. De hecho hoy empiezan a picarme, cosa que, supuestamente, es una señal de que se están curando. De todas formas, desde el miércoles ando con perfecta normalidad. Veremos si me recupero para el domingo para la carrera del barrio.

Secuelas de los 100

Pasados dos días después de la prueba, es momento de hacer un repaso de mi estado físico después del fin de semana.

Tengo siete ampollas. Tres en el pie izquierdo y cuatro en el derecho, aunque el pie izquierdo está casi bien comparado con el otro. En el derecho tengo una ampolla en todo el talón que me impide andar con normalidad. Curiosamente, tengo otra gigantesca al lado del callo y no parece que me castigue mucho. Ayer lunes, casi no podía plantar los pies en el suelo, pero hoy estoy mucho mejor. De hecho he ido a la oficina a trabajar, no como ayer que me quedé en casa.

Para las ampollas, parece que me está viniendo muy bien los baños de agua, sal y vinagre. También me aconsejaron que no me explotara las ampollas (cosa que siempre hago) y que esta vez estoy respetando.

Aparte de las ampollas, me tiran muchos los gemelos, los de las dos piernas. Ya iba tocado del gemelo externo de la pierna izquierda antes de la carrera, pero ahora el de la derecha también está algo raro. De hecho, el domingo no tenía sensibilidad en el gemelo externo derecho, en la parte de abajo. Ya parece que voy recuperando, aunque no está normal del todo.

El domingo tenía hinchada la parte delantera de la pierna derecha, justo arriba del tobillo, y de color rojizo. Hoy ya parece más normal. También vi ayer que los pies los tenía algo hinchados. Tendré que ponerlos para arriba.

Sin embargo, de gemelos para arriba, tengo las piernas en perfecto estado. Me resulta raro que no tenga cargados los cuádriceps, ya que era en las bajadas precisamente donde corría.

Creo que en un par de días más estaré plenamente recuperado.

Hoy me acercaré a ver a mis compañeros de Pradolongo y devolveré a Emilio los utensilios que me dejó para los 100: frontal, gorra de legionario, riñonera y bolsito. De las cuatro cosas, sólo he utilizado el frontal y bien que me ha venido.

Mientras escribo estas líneas, estoy recordando unas palabras que tuvo Isaías con una chica (imagino que la primera clasificada) en el polideportivo de San Sebastián de los Reyes (la chica había vuelto a recoger su mochila). Hablaban de las zapatillas e Isaías comentaba que para esta prueba es mejor zapatillas de trail que de running. Quizás sea mejor probar este tipo de zapatillas si alguna vez vuelvo a participar en esta prueba.