Como un truco de magia

Llevaba tiempo sin hacer kilómetros más allá del Parque Lineal. Hoy tenía que hacer una tirada larga y después del parque he seguido por el camino que marcha paralelo a las vías del AVE, conocido como Camino del Malecón. Después de pasar por debajo de la M-45 había un puente que cruzaba las vías del AVE. Cual ha sido mi sorpresa al ver que ya no estaba el puente. Era claro que al hacer la nueva vía algo tenían que hacer, pero no pensaba que fuera eliminar el puente. Ha sido como un truco de David Copperfield, nada por aquí, nada por allá y tachán… el puente ha desaparecido. Menos mal que como un kilómetro después está el puente de La Gavia y éste permite cruzar las vías hasta el Camino de los Aceiteros.

Puente desaparecido
Puente desaparecido

Ayer por la tarde llovió en Madrid y pensaba que haría fresco, pero me he equivocado totalmente. El caso es que al salir hacía casi frío, pero después el sol pegaba de lo lindo, menos mal que por el parque hay bastante sombra. Aún así se hacía notar la calorina. Después de unos días más frescos, de nuevo el calor ha hecho acto de presencia.

Salí con la idea de ir en la primera mitad sobre 5:15 y luego volver sobre 4:45 para realizar una media cercana a los cinco minutos, pero fui más deprisa de lo que debiera (5:06), por lo que a la vuelta fui más despacio de lo previsto (4:53), además notaba que me costaba, cuando debería de haber sido un ritmo más o menos cómodo. Se nota que la paliza del jueves y de ayer había hecho mella en mis piernas. Aún así, terminé el entrenamiento subiendo la cuesta del Parque de la Paloma, por lo que totalicé 19,5 km en un tiempo de 1:37:20 @ 4:59 min/km.

Acabo de darme cuenta de que con este entrenamiento he sobrepasado los mil kilómetros con las Asics Gel Pulse que estrené en el mes de febrero. Ya tengo otras en la reserva para sustituirlas. Creo que me han dado un resultado muy bueno, no me puedo quejar.

De cartón piedra

Me hace gracia la expresión que utiliza Perico Delgado cuando las piernas son sometidas a un esfuerzo duro. Él dice que se quedan las piernas de cartón piedra. Pues hoy me parece que tenía las piernas así porque ha habido un rato que me costaba mantener el ritmo que me había fijado y notaba las piernas sin fuerzas.

Hoy tocaba hacer kilómetros a ritmo de maratón. Según Daniels, ese ritmo es de 4:33 -exigente como siempre- y dado el calor que hacía a eso de mediodía me conformaba con hacerlos sobre 4:35. Procuro hacer estos kilómetros a ritmo de maratón en Parque Sur que es un circuito durillo y después de una primera vuelta (3 km) de calentamiento, he dado otras tres (9 km) tratando de llevar ese ritmo de 4:33, pero no sé muy bien por qué me han salido casi todos los kilómetros por debajo de 4:30.

Entre que el ritmo era bastante «alegre» y que el jueves había hecho las series de quinientos, el penúltimo kilómetro se me ha hecho bastante duro. Afortunadamente el último es favorable y he conseguido acabar, de nuevo, por debajo de 4:30 min/km.

En total han sido 12 km en un tiempo de 56:46 @ 4:44 min/km, pero lo importante no es el ritmo total, sino el mantenido en los últimos nueve kilómetros.

He salido a correr muy contento porque la báscula marcaba 68,4 kg y eso indica que por fin me he quitado los dos kilos que me traje de las vacaciones y que empiezo a estar en mis números.

Carrera de El Pardo 2012
Otra foto de la carrera de El Pardo. Gracias otra vez a la ADSprint

Y un peluco marca Geonaute

Hoy he hecho diez quinientos y el título de la entrada era obvio: diez quinientos. Pero me he dado cuenta de que ya había una entrada con este título. Según iba haciendo las series, me iba acordando de aquella canción de Joaquín Sabina que decía así: me pillaron diez quinientas y un peluco marca Omega así que cambiando la marca del peluco por el que he utilizado y ha quedado el título que ni pintado.

Después de realizar cuatro kilómetros de calentamiento, hemos ido a la recta perpendicular a la Avda. de los Poblados a realizar las series. Según Daniels, debería hacer cada quinientos a un ritmo de 1:58 y han salido a 2:14, 2:05, 2:02, 2:02, 1:57, 1:59, 1:59, 1:59, 1:58 y 1:59. Los cuatro primeros me han salido fatal, fatal, ya que he procurado no quemarme demasiado en el comienzo, pero me he pasado de lento. Luego parece que he cogido el ritmo adecuado. Lo daremos por casi bueno. El tiempo de recuperación entre los intervalos ha sido variable entre un minuto y un minuto y quince segundos.

Hoy hacía bastante calorcillo, por lo que de nuevo he salido botella en mano. Dejé la botella en una papelera donde empezaba las series, así que cuando hacía un kilómetro, un traguito de agua al coleto. ¡Cómo se agradece un poco de agua cuando se tiene la boca seca!

Para terminar, un poco de trote cochinero para bajar las pulsaciones y salir del parque, totalizando de esta manera 10,5 km.

Gracias Agrupación Deportiva Sprint

El domingo estuve en El Pardo como ya he contado en la entrada anterior. La carrera estuvo organizada por la Agrupación Deportiva Sprint por lo que quiero dar las gracias a esta agrupación por la organización del evento, que estuvo francamente bien. Está claro que la organización no fue perfecta, pero dado que se trataba de una carrera gratuita, esos pequeños peros no tienen la menor importancia. Bravo por ellos.

La verdad es que tenía las piernas bastante bien aunque el domingo participé en la carrera, pero tampoco era cuestión de forzar sólo dos días después, así que me tomé el entrenamiento con tranquilidad, acompañando a Joaquín en la que hoy era su vuelta de las vacaciones. En la segunda vuelta apretaron algunos compañeros, pero seguí a mi ritmo facilón.

Como siempre, dos vueltas a Pradolongo para totalizar 9,5 km en un tiempo de 50:28 @ 5:17 min/km. Un buen día de recuperación.

Vamos a por otra

No soy excesivamente pródigo en carreras, pero aunque el domingo pasado hice una, mañana voy a participar en una otra. Además es una que no conocía que el bueno de Emilio II, que es una enciclopedia de carreras, nos habló de ella durante los entrenamientos de la semana y unos cuantos pradolongueros nos hemos animado a participar. Así que mañana hemos quedado en el punto de encuentro habitual para ir a El Pardo y participar en la carrera que celebran en este barrio de Madrid con motivo de sus fiestas.

Se trata de una carrera gratuita, cosa extraña en estas fechas, y precisamente por eso dice Emilio que será escasa en participación. Sinceramente, prefiero estas carreras de barrio con poco personal, pero la escasez de participantes puede llevar a que la prueba desaparezca. Esperemos que no sea así y dure muchos años más.

En vista de que el sábado pasado me vino bien hacer unos kilometrillos al trote con algunos cambios de ritmo, he pensado que hoy también me vendría bien un entreno similar, así que he salido a Parque Sur a realizar dos vueltas, una primera de calentamiento y una segunda intercalando progresivos con trote. Eso sí, progresivos no demasiado exigentes, no sea que las piernas se cansen demasiado. He realizado un total de 6 km en un tiempo de 31:36 @ 5:16 min/km.

Antes del entrenamiento me subí a la báscula y marcaba 69,3 kg un poco menos que la semana pasada. Hay que ir rebajando poco a poco, sin agobiarse.

Curiosa política del NYCM

El otro día leía con estupor que la organización de la maratón de Nueva York había decidido no prestar servicio de guardarropa para no perjudicar al corredor. Bonito eufemismo que significa ganar más dinero. Decían que siempre se ha formado mucho atasco a la hora de recoger las bolsas, por lo tanto, si no se dan bolsas, no hay atasco. Para solucionar el problema de que alguno se pueda quedar frío, un poncho a la salida de Central Park. Muy imaginativos estos americanos que tratan de explotar su negocio todo lo que puedan.

Afortunadamente, parece que se están replanteando esa curiosa política de guardarropía ya que ha habido un montón de protestas sobre el particular. En mi caso, me trastornaban por completo porque en invierno, después de una carrera, me cambio por completo: camiseta, pantalones, calcetines y zapatillas. A lo que sumo un chándal. Todo para no quedarme frío. Me parece que un simple poncho no hace la misma función que cambiarse por completo.

Resulta raro pensar en noviembre y en el frío que pueda hacer en Nueva York cuando por aquí todavía las temperaturas son altas. Un poco por encima de 30º cuando salimos a correr, por lo que de nuevo salí botella en mano y bien que se agradece echar aunque sea un traguito entre vuelta y vuelta y al final.

Tenía pensado hacer un calentamiento de 5 km y luego cuatro kilómetros a umbral, que según el VDOT obtenido en la carrera del domingo era a 4:17. Tuve la fortuna de que Miguel se animó a hacer conmigo esos cuatro kilómetros, que nos salieron a 4:13, 4:18, 4:11 y 4:12. Un pelín más rápido de lo que debiera haber sido, pero tampoco demasiado. Después del calentamiento y los kilómetros a umbral seguimos hasta completar las dos vueltas, totalizando 9,6 km en un tiempo de 47:30 @ 4:57 min/km. Bastante contento con los kilómetros corridos a umbral porque no me costó mucho hacerlos, se nota que en compañía se hacen más llevaderos.

Las piernas bien, gracias

El domingo participé en la carrera de las lagunas. Lo hice a ritmos que no llevaba desde hacía bastante tiempo, ni en carreras, ni en entrenamientos; sin embargo, tengo las piernas como nuevas. Ni el domingo por la tarde después de la carrera, ni el lunes ni hoy martes he notado el más mínimo cansancio en las piernas. Debe ser que lo que más castiga a las piernas es la distancia y que los nueve kilómetros de la carrera no han hecho mella en mis patas. Además, la rodilla no me molestó prácticamente durante la carrera, estando a un nivel entre 1 y 2, por lo que acabé más que satisfecho de la prueba villafranquera.

Lo dicho, hoy tenía las piernas nuevas, pero tampoco quería acelerar mucho por si acaso. Así que en Pradolongo, después de saludar a Jesús que se incorporaba después de las vacaciones, hicimos un par de vueltas a ritmo tranquilo, aunque aceleré en el penúltimo kilómetro para ver si las piernas respondían. Y sí lo hicieron, me puse a 4:30 como si tal cosa. El jueves tocará machacarse un poquito más.

De nuevo han vuelto a desaparecer los grifos, como ya constaté el sábado, así que bajé una botella que «escondí» en una de las papeleras y que utilicé después de la primera y de la segunda vuelta. Resulta más cómodo que ir con la botella en la mano y además aguanta un poquito más el frescor del agua.

Total que hicimos dos vueltas a Pradolongo lo que supone 9,6 km realizados en un tiempo de 50:06 @ 5:13 min/km.

Y para terminar, una foto de la carrera del domingo corriendo por la orilla de la laguna grande. Foto cortesía del tío cazuela.

Corriendo a la orilla de la laguna
Corriendo a la orilla de la laguna

Al trote y haciendo pequeños cambios de ritmo

Mañana toca carrera, así que hoy he salido a mover un poco las piernas y dejarlas preparadas para mañana. El entrenamiento ha consistido en hacer sólo cinco kilómetros al trote cochinero y pasado el kilómetro tres hacer unos cambios de ritmo cortos, de unos cincuenta metros como mucho. He probado otras veces hacer cosas semejantes y creo que da buen resultado.

Durante el entrenamiento nos hemos cruzado con José Luis (¡recupérate Nelson!) y hemos estado despotricando contra los miserables que se ocupan de romper o robar los grifos de las fuentes. Por favor, que alguien me diga que beneficio sacan con eso y, por el contrario, multitud de personas sufren el perjuicio de no poder contar con una gota de agua con la que refrescar su garganta. Sé que soy un poco pesado con este tema, pero es que me saca de mis casillas.

Pues eso, entrenamiento que parece poca cosa (y quizás lo sea) pero que al menos psicológicamente me sirve para prepararme para la carrera del día siguiente. En números: 5 km en 28:12 @ 5:38 min/km.

Lo que más me ha gustado es que antes de salir me he subido a la báscula y ésta marcaba 69,4 kg con lo que se conseguido bajar de los 70 kg que marcaba la semana pasada. Tengo que seguir así para tratar de quedarme entre 67 y 68 que es lo que debería pesar.

Tres mil kilómetros

Andaba consignando las últimas carreras realizadas después de la maratón de Madrid y acabo de darme cuenta que he alcanzado los tres mil kilómetros en carreras populares desde la primera que tengo apuntada, que no es otra que la maratón de Madrid de 1987. No están todas, por lo que la cifra es algo más elevada, pero tampoco faltan muchas.

Esos tres mil kilómetros se pueden desglosar de la siguiente manera:

  • 21 maratones: 886,1 km
  • 35 medias maratones: 738,4 km
  • 72 carreras de 10 km: 720 km
  • 55 carreras de otras distancias: 655.6 km

O por temporadas:

Temporada Carreras Distancia
2012 12 167,76
2011 13 214,85
2010 20 257,55
2009 12 220,74
2008 12 184,19
2007 11 179,58
2006 8 132,19
2005 12 189,18
2004 6 92,19
2003 9 144,39
2002 8 123,29
2001 6 124,39
2000 4 49,10
1999 16 242,39
1998 10 216,00
1997 12 204,71
1996 10 174,09
1994 1 42,19
1987 1 42,19
Total 183 3000,99

Si en estos 25 años he conseguido participar en 183 carreras y realizar 3000 km, espero seguir al menos otros 25 años y hacer otros tantos. No es una idea descabellada del todo, teniendo en cuenta que aunque entonces tenga 71 años ¿por qué no iba a seguir corriendo? Como dicen por ahí, no se deja de correr porque se envejece, se envejece porque se deja de correr.

Y para tratar de conseguir esa meta, hay que seguir entrenando y eso ha sido lo que he hecho. Salí algo más tarde de lo habitual por una visita y cuando llevaba algo más de 2 km de recorrido nos encontramos con Emilio II al que hacía tiempo que no veía por Pradolongo. Estuvimos unos cuantos kilómetros con él y luego nos dejó «solos ante el peligro» hasta completar los 10 km habituales.

La primera mitad del recorrido la hicimos en 27:17 @ 5:25 min/km y la segunda en 25:48 @ 5:09 min/km por lo que los 10 km fueron realizados en 53:05 @ 5:19 min/km. Otra decena de kilómetros más a la buchaca.

Como curiosidad, decir que al salir fui a ponerme el forerunner 405 y estaba la batería descargada, cosa que me extrañó mucho porque había sido cargado horas antes. Ya es la segunda vez que pasa, espero que no sea un indicio de que la batería se está estropeando.

Tiene sus ventajas salir tarde

Ayer se complicó el día porque tuvimos que hacer unas compras y cuando quise salir ya eran más de las 8:30. Salir tan tarde tiene la ventaja de que el calor no es tan acuciante en un día tan caluroso como hoy, pero tiene la pega de que al final se te hace de noche y además no corres con los compañeros habituales.

Nada más salir nos cruzamos con Miguel que acababa de terminar su entrenamiento. Este nos dio la extraordinaria noticia de que habían vuelto a poner grifos en el parque, ¡magnífico! En estos días donde el calor se hace notar de manera tan brutal viene de perillas este detalle. Por desgracia, sé que durarán poco gracias a los miserables que se encargan de llevárselos o romperlos.

Salí acompañado por una amiga e hicimos una primera vuelta en 26:49 @ 5:22 min/km y en la segunda apretamos un poco más haciendo esos segundos cinco kilómetros en 25:20 @ 5:04 min/km. Lo que totaliza un recorrido de 10 km en 52:09 @ 5:13 min/km.

Mi rodilla se portó fenomenalmente bien, noté poco la molestia y si lo hice fue porque iba pendiente de ella. Digamos que el nivel de dolor anduvo por el 3. Quizás haya sido el día que más cómodo iba. El otro día probé con el producto Ice Power, que me recuerda a un gel para tendones de caballos que utilizaba hace tiempo por el mentol y el color azul, y parece que entre ese producto y el hielo, la rodilla ha mejorado.