Más solo que la una

Cuando me disponía a salir a entrenar me preguntaron si iba a Madrid Río. Dije que no, que iba al parque de Pradolongo, que corría con unos amigos. Pues bien, esta vez me hubiese dado lo mismo ir a Madrid Río…

Llegué al punto de encuentro un par de minutos más tarde y vi un buen grupo de prdolongueros y entre ellos, una chica que corre de lo lindo. Quizás debido a la presencia de esta chica empezaron pronto a acelerar y ya hice ese primer kilómetro en 5:15 y algo detrás del grupo. El segundo también, en 5:15 y aún así no conseguía incorporarme al pelotón. No cejaba en mi empeño, los tenía muy cerca, pero tampoco quería forzar en exceso por la lesión. Yo seguía al mismo ritmo, a 5:15, y nada, que no llegaba, así que apreté un poco… Pero ellos más… Y se fueron yendo, poco a poco.

No sabía si apretar y quizás volver a lesionarme o seguir a mi bola. Y opté por la segunda opción. He estado parado un par de semanas y no me apetecía volver a estar parado, así que mantuve más o menor mi ritmo y fui viendo como se alejaban cada vez más. Pues nada, hasta luego compañeros. Voy a tener que entrenar por ahí en secreto hasta estar en una buena forma para que no me pase lo que hoy.

En la segunda vuelta, viendo que la molestia tampoco iba a más, aumenté un poco el ritmo, que lo mantuve cercano a los cinco minutos por kilómetro durante la vuelta. Acabé haciendo 9,6 km en un tiempo de 50:07 @ 5:11 min/km. La verdad es que no es un ritmo elevado, pero me costó, no fue un paseo.

¡Qué majetes estos de la maratón de Nueva York!

En el año 2012 iba a participar en la maratón de Nueva York. Luego no pude hacerlo porque se anuló debido al huracán Sandy.

Días después, meditando lo sucedido, me di cuenta que la maratón de Nueva York no es la «meca» del maratoniano, como nos quieren hacer crear. Es simplemente un asunto de mercadotecnia brutal, una muestra más del capitalismo salvaje, un negocio redondo para los organizadores. Entonces decidí que no volvería a correr esta carrera nunca jamás.

Como curiosidad, decir que la inscripción de 2012 para corredores extranjeros era de $347 que al cambio, creo recordar que fueron unos 255 € poco más o menos. Pues bien, si se mantuviera ese precio de inscripción -que no lo sé- tendría que pagar este año 312 €. Cosas del cambio.

Tres año y medio después me llega un correo del NYRR (club que organiza la maratón de Nueva York) indicando que puedo reclamar mi inscripción garantizada… Lo cual me ha sorprendido… No sé si gratamente…

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Digo gratamente por aquello de que se acuerden de uno, pero la verdad es que no tengo la más mínima intención de correr esa carrera, así que dejo esa plaza libre para otra persona que se sienta atraído por esta prueba. Yo, paso. De hecho, la única carrera que me atrae es la maratón de Boston y esa sí me gustaría correrla, aunque es difícil acceder a ella.


Sigo aún temeroso con la lesión porque estoy notando molestias en otra parte de la pierna. Si la lesión era en la parte de abajo del gemelo, en el interior, hoy me dolía en la parte de arriba del gemelo, en la parte exterior. No sé si será debido a compensar de alguna manera la lesión. Pero bueno, hice las dos vueltas y aunque notaba «algo» en la parte superior del gemelo, tampoco me dolía ni me molestaba al correr.

Tampoco ha estado mal hoy. Nos hemos juntado cuatro pradolongueros y nos lo hemos tomado con calma, cosa que les agradezco de corazón. Hoy sí he completado las dos vueltas, totalizando 9,7 km en un tiempo de 52:55 @ 5:27 min/km.

En Fuencarral tenía que haber estado

El sábado 30 de enero por la noche hice la inscripción a la media de Fuencarral y horas después, el domingo, en la Casa de Campo me lesioné. Es cierto que hoy he ido a correr, pero por precaución no he ido a la media de Fuencarral ya que son muchos kilómetros y encima cuesta arriba un montón de ellos.

Un día como hoy, pero hace seis años, estuve allí, en un día muy, muy frío. Y también estuve hace 19 años y 12 días en la que fue mi primera participación en esta bonita y dura carrera.

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En la media de Fuencarral 1997, con unos años menos y unos cuantos kilos más

Pues bien, en un ataque de cordura decidí no participar esta vez aunque ya llevo un par de días corriendo, pero no me gustaría recaer, así que he optado por un recorrido más suave y de menor kilometraje.

Salí de casa y estaba lloviendo, así que opté por la manga corta, que cuando llueve, cuanto más ropa lleves, peor, que luego tarda más en secarse. Curiosamente, dejó de llover al poco y pudimos disfrutar de un agradable día por Madrid Río, que fue nuestra elección al estar todo muy mojado.

Hicimos unos 11,6 km aunque el GPS sólo muestre 9,8 km. Y es que esta vez decidió el cacharro no sincronizar. Debió ser que no estaba muy conforme con el día nublado, aunque sé que no tiene nada que ver una cosa con la otra. El caso es que fuimos trotando y pasaron 1,8 km hasta que consiguió sincronizar con los satélites.

Después una ida tranquila por Madrid Río y luego apretando un poco a la vuelta, acercándonos a ritmos de cinco minutos por kilómetro. Y la verdad es que la lesión, bien, no noté nada raro. Esto parece que marcha bien.

Lo que no marcha tan bien es lo del peso. Ayer marcaba la báscula 69,7 kg, que es mucho, mucho peso. Vuelvo a estar casi en la casilla de salida de cuando hicimos Joaquín y yo el pacto de un mes, un kilo.

¿Y ahora qué?

Hoy he salido de nuevo a probar cómo evoluciona la lesión. Me ha sorprendido gratamente que nos hayamos reunido ¡¡¡seis pradolongueros!!! en el punto de encuentro. Algo totalmente inaudito en las últimas fechas. Ya ni recuerdo cual fue la última vez que nos juntamos tantos. Lo mejor es ver de nuevo a Quique, que lleva lesionado desde la media de Fuenlabrada, allá por el mes de octubre.

También es buena cosa que a las siete de la tarde sea ya de día, se nota que los días han estirado un montón. En cuanto nos descuidemos, cambian la hora y ya hacemos todo el entrenamiento de día, que mola más.

Llevábamos ya mucho tiempo quejándonos de los pinos que están en el Paseo Poblado de Orcasitas, dentro del Parque de Pradolongo, porque tenían las ramas muy caídas y no se podía pasar por debajo de ellos, lo que obliga a ir por el adoquín, en vez de ir por tierra.

Pues bien, nos hemos encontrado que esos árboles, que llevaban bastante tiempo solicitando una poda, han sido podados, pero ¿y ahora qué? ¿qué pasa con las ramas? Que llevan más de una semana y ahí siguen. ¿Tardarán tanto tiempo en llevarse las ramas como en podarlos? Esperemos que no…

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Ahí andan las ramas, sin ser recogidas

Iba yo con mis cinco acompañantes tan ricamente, no forzando demasiado, hasta que pasado el kilómetro tres han empezado a apretar. Prudentemente he decidido seguir a mi ritmo, tranquilamente, que no tengo ninguna razón para forzar. Así que después de empezar bien acompañado, he terminado más solo que la una. Pero es lo mejor para todos: yo no me fuerzo y tampoco obligo a mis compañeros a ir despacio.

Cuando he llegado al kilómetro seis he dejado de correr, que no es cuestión ni de ir deprisa ni de hacer mucho. He completado esos 6 km en un tiempo de 33:52 @ 5:38 min/km. He acabado bastante contento con el entrenamiento, no he notado apenas la lesión.

No parece demasiado seria la cosa

Estuve el martes de la semana pasada, es decir, hace siete días visitando a Josefa, la fisio a la que suelo acudir cuando tengo alguna lesión y me estuvo tratando. Me comentó que tenía una tendinitis donde se une el tendón con el gemelo, así que mucho estiramiento, hielo y empezar a andar y combinarlo con trotar. Luego ya trotar y cuando pase tiempo, correr en cuesta, que es lo más castiga la zona dolorida.

Hoy, nueve días después de la última vez que corrí he salido a probar, con la idea de hacer lo que me dijo Josefa: andar y trotar. He ido andando hasta el parque. Allí he empezado a trotar hasta el primer kilómetro. Luego andando hasta el 1,2 km y de nuevo a trotar hasta el kilómetro 2. Otra vez me he puesto a andar y cuando iba a comenzar a trotar en el kilómetro 2,2 ha llegado Joaquín a mi espalda.

Me he puesto a trotar con él y cuando he llegado al punto kilométrico 3 ya no me he puesto a trotar, me daba apuro dejar solo a Joaquín. Así que he completado la primera vuelta ya sin dejar de trotar. En el kilómetro 5 he parado ya de trotar y andando hasta casa.

Parece que la lesión está mejor, pero no he querido forzar por si las moscas. Sólo he hecho 5 km en un tiempo de 33:35 a un ritmo de 6:43 min/km.

…Y hundido

Decía el domingo que acabé tocado. Pues bien, ya estoy hundido. Esa molestia que empecé a notar cuando llevaba aproximadamente la mitad del entrenamiento me ha seguido dando guerra y hoy he salido a probar, muy despacio, y aunque en un principio no parecía que me molestase en exceso, según iban pasando los kilómetros notaba que iba a más y que lo mejor era parar.

Siempre he dicho que soy como Aquiles, mi punto débil es el talón, aunque esta vez no es exactamente el tendón, sino justo donde el músculo se une con el tendón. Tendré que ir a ver a Josefa, que siempre consigue solucionar mis problemas musculares.

Debido a la molestia no he completado las dos vueltas, sólo he hecho 7,8 km en 46:27 @ 5:56 min/km.

Tocado

Hoy he repetido la experiencia de la semana pasada, la de acercarme a la Casa de Campo a entrenar. Al contrario que siete días antes, hoy hacía una temperatura muy agradable. De hecho, se podía beber agua en las fuentes, cosa que era imposible la semana pasada.

Había quedado con Chema e Isidoro, del clan Pirámides, cerca de la boca de metro de Lago a las nueve de la mañana y llegué puntual como un reloj suizo. Allí los saludé a los dos y también a Jesús, al que no veía había bastante tiempo.

Estiré un poco y salimos en cinco minutos. Fuimos charlando tranquilamente hasta el Puente de la Culebra, donde hicimos la primera parada del día a beber un poco y a prepararnos para la ración de cuestas que vienen a continuación.

En cuanto apareció la primera cuesta Chema salió escopetado y no se me ocurrió mejor idea que apretar el paso para seguir su ritmo. Craso error. Él es un tipo joven y bien entrenado y subía las cuestas con una soltura insultante. A mí me costaba seguir su ritmo y tenía que esforzarme de los lindo.

Y debí forzar el músculo más de la cuenta porque cuando paramos en la siguiente fuente notaba algunas molestias en el gemelo ¿o será el sóleo? de la pierna derecha. No parecía gran cosa, así que seguimos a un ritmo vivo hasta la siguiente parada, ya casi cerca del Cagigal. Desde allí hasta el final iba ya un poco incómodo, notaba que la molestia era más seria de lo que había pensado en un primer momento.

Así que acabé el entrenamiento tocado, con muy malas sensaciones y pensando en la mala suerte de haberme inscrito a la media de Fuencarral y al Trofeo Marathon de cross justo la noche antes 🙁 y probablemente no pueda participar en estas pruebas.

En total han sido 16,2 km en un tiempo 1:20:39 @ 4:57 min/km

Intratable

Me sentía fuerte después de haberme probado el otro día en la milla y en los cuatro kilómetros a umbral que hice la semana pasada. Y se lo quería demostrar a Joaquín, pero lo que he comprobado es que él no es que esté fuerte, es que está intratable, no hay quien pueda con él.

Después de una primera lenta lentííííísima (5 km en 28:51 @ 5:46) hemos apretado nada más pasar ese quinto kilómetro para alcanzar el ritmo umbral y así, hemos pasado de ir a 5:32 en ese último kilómetro a 4:18. Luego hemos mantenido más o menos haciendo los siguientes en 4:17 y 4:17 y echando el resto ya en el último para hacerlo en 4:09. Media total: 4:15 en 4 km que era lo que buscábamos.

En estos cuatro kilómetros duros se ha puesto Joaquín delante, como diciendo aquí estoy yo, y me he tirado todo el rato viéndole la espalda. Desde luego, si no tiene ningún contratiempo, en la media de su pueblo se va a salir. Y espero estar allí para verlo.

Llevo unos días pensando en Fuencarral. Mi última vez que estuve en esta media fue en 2012 y supuso mi décima participación. Este año celebraré mis cincuenta tacos participando por undécima vez en esta bonita carrera. Además -acabo de ver- vuelve a su recorrido tradicional, ese que empezaba y acababa en Nuestra Señora de Valverde. ¡Bien!

En total han sido 10 km en un tiempo de 51:42 @ 5:10 min/km. Los kilómetros a umbral han salido a 4:18, 4:17, 4:17 y 4:09. Hemos tenido que apretar en el último para conseguir el objetivo de 4:15

Probándome en una milla

He comenzado a realizar hace unas semanas ejercicios de abdominales, lumbares y algo de piernas. Además también trato de subir escaleras siempre que puedo. Yo creo que me va a venir bien para conseguir más fuerza.

Hoy he salido a Pradolongo, pero no estaba mi buen amigo Joaquín… Ni ningún otro, por lo que me ha tocado entrenar solo. No era cuestión de machacarse mucho, pero quería probar si los ejercicios están sirviendo para algo o no.

No he salido tan lento como otras veces, que acabamos haciendo kilómetros a seis o cerca. He procurado ir sobre 5:30 hasta que llegara el momento de probarme. Ese momento es cuando faltaba una milla para acabar el circuito, que he puesto toda la carne en el asador, tratando de imprimir toda la velocidad que me fuese posible… Eso sí, teniendo en cuenta que una milla son mil seiscientos metros y que hay que llegar al final.

Y la verdad es que me he encontrado muy bien. Iba deprisa, pero no me costaba en exceso, me sentía poderoso, de tal forma que he hecho un tiempo de 6:25 en 1,62 km @ 3:58 min/km que indica una proyección de 6:23 la milla, bastante lejos del récord no ya de la milla, sino de la milla de la cerveza

La milla de la cerveza es una de esas pruebas que no sirven absolutamente para nada que consiste en dar cuatro vueltas a la pista de atletismo y nueve metros más y tomar una lata o botella (siempre que sea de tercio) antes de iniciar cada vuelta. El participante puede elegir la marca que más le guste, siempre que tenga al menos un 5% de alcohol y que la beba directamente del recipiente. El récord de la milla de la cerveza está en poder del canadiense Kent Lewis en 4:47.17.

Con el tiempo que he hecho en la milla (totalmente abstemia) estoy algo más cerca -aunque todavía me queda- para llegar al récord femenino, que está en poder la estadounidense Erin O’Mara con 6:08.51. Es evidente que no llego al récord de Kent Lewis de ninguna manera, ya me daría con un canto en los dientes si lograra alcanzar a Erin O’Mara, que lo veo difícil, aunque yo dejaría la cerveza para después de haber corrido, no durante como esta prueba.

Entre la milla y los kilómetros anteriores he hecho 9,6 km en un tiempo de 48:50 @ 5:05 min/km. Bastante contento con el entrenamiento porque creo que los ejercicios que hago en casa me están sirviendo.

Más gente que en muchas carreras

Hoy nos hemos acercado a la Casa de Campo a entrenar. Hacía un montón de tiempo que no me acercaba a la Casa de Campo a hacer la Tapia o similar. He pasado de manera tangencial, haciendo unos pocos kilómetros por allí, pero desde febrero de 2014 no iba con el coche hasta allí, aparcaba y me ponía a hacer la vuelta a la CdC. Cuando llegamos a las inmediaciones del lago, había ya un montón de coches aparcados y una actividad frenética de gente que se disponía a correr a pie, otros en bicicleta. Desde luego, se veía más gente que en muchas carreras.

Había quedado con Chema para ir con el clan Pirámides a las 9:00 cerca del metro de Lago, pero llegamos a las 9:03 y ya no había nadie por allí. Estuvimos esperando hasta y diez por si acaso se hubiesen retrasados ellos -cosa que me extrañaba- y a esa hora partimos.

Hacía un frío de mil diablos. Estaríamos a un par de grados o tres bajo cero. Iba en pantalón corto y tenía las piernas congeladas, los pies helados y los dedos de las manos -aunque llevaba guantes- me picaban de lo frío que estaban. Pero bueno, luego con los kilómetros y las cuestas fui entrando en calor. Hacía tanto frío que en una de las fuentes que paramos estaba congelada y no salía agua del tapón de hielo que había.

No quisimos hacer la Tapia completa y nos comimos un trozo. Aunque por el hecho de acortar un poco, nos metimos por una zona de repechos, que se hacían notar en las piernas. Acabamos haciendo 14 km en un tiempo de 1:15:11 @ 5:21 min/km. Un ritmo normal, pero que en este terreno, es bastante bueno.

Antes de salir la báscula marcaba 68,6 kg. Sólo 300 gramos menos que la semana pasada. Me parece que ni en broma voy a cumplir el reto de un kilo, un mes.

Hoy hace treinta años que falleció mi padre. No te olvido papá.

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