Suele utilizarse la expresión «subida exponencial» en la vida diaria como una fuerte subida, una subida brusca, que no necesariamente tiene que ajustarse al concepto de matemática de un número elevado a x. Digo esto porque todas las semanas me llega un correo de embalses.net con una gráfica del agua embalsada y se puede ver una subida exponencial del volumen de agua en las últimas semanas. Muy reconfortante saber que el agua que está cayendo está sirviendo para algo… Además de venir bien para los cultivos, claro está.
Gráfica del agua embalsada en España
La línea roja muestra el volumen de los pantanos en 2018. Se puede ver que en la semana nueve había aproximadamente 24.000 hectómetros cúbicos y en la semana trece -un mes después- el volumen es aproximadamente 34.000 hectómetros cúbicos. Es decir, que en un mes ha aumentado la reserva de agua en un 42%. No sé si se puede considerar exponencial, pero es una muy buena subida y lo mejor es que actualmente los pantanos tienen más agua que el año pasado. La mala noticia es que el año pasado tenían muy poca agua, así que debería subir más aunque nos toque mojarnos en cada entrenamiento y nos quejemos.
En el punto de encuentro estaban Jesús y Emilio R como menos habituales además de los tres que casi siempre estamos: Joaquín, Miguel y yo. Estuve hablando con Jesús, con el que hacía tiempo que no lo hacía y se fueron pasando los kilómetros sin darnos cuenta. El entrenamiento fue tranquilo pero sin dormirnos, yo pensaba en los 26 km que tenía pensado hacer el sábado y no quería apretar mucho, pero sí hice más kilómetros de lo habitual, hasta 13. Miguel había bajado media hora antes y acabó con 15 km en las piernas. Totalicé 13,2 km en 1:08:44 a un ritmo de 5:12 min/km.