Ayer volví de Copenhague y supuestamente volví de un sitio que hacía muuuucho frío, muuuucho frío, pero cuando he salido esta mañana a las nueve no sabría decir si tenía más frío aquí en Madrid que en la gélida Dinamarca.
Me acosté tarde porque el avión llegó tarde por lo que me costó trabajo levantarme cuando sonó el despertador a las 8:30, pero la conciencia de haberme pasado con la comida durante estos días en tierras danesas pudo más y me levanté. Aún así, para no variar, llegué tarde a la calle Maíz, el punto de encuentro ya que sólo Miguel había dicho que bajaba. Allí estaba el hombre esperando.
Pusimos en marcha el cronómetro allí mismo ya que el Garmin tuvo a bien sincronizarse pronto y fuimos al río, al Parque Lineal, a recorrer el circuito completo hasta el final. No fuimos a mal ritmo, excepto al final que la chica que venía con nosotros decía que ya iba algo cansada y aflojamos un poco.
Hicimos 16,5 km en 1:29:54 @ 5:27 min/km. Un ritmo no muy exigente pero que no está mal para una tirada larga.