Cuando he acabado el entrenamiento me he dado cuenta de una cosa que no suele advertirse cuando estás bien. Y esa cosa es que estoy bien, francamente bien. He pasado un año algo fastidiado con un problema en el tendón de Aquiles a principio de año, luego una lumbalgia y luego unas molestias en la pierna como consecuencia de esa lumbalgia y de paso, alguna vez me dolía la rodilla, pero hoy al terminar y al hacer repaso de cómo me encontraba, no vi nada negativo, todo positivo. Ya lo he dicho, me encuentro muy bien… Aunque algo desentrenado. Pero si la salud te lo permite, este último punto es el más sencillo.
Ha sido un entrenamiento tranquilo, ya que el sábado me tendré que esforzar a tope, así que hemos ido a un ritmo más o menos normal, tampoco al trote cochinero. De este modo los 9,6 km los hemos hecho en 51:28 @ 5:21 min/km. Una media bastante habitual este verano que suele rondar siempre por los cinco y veintitantos.
Decir que sigue haciendo calor, pero no es tan exagerado como en semanas anteriores. Aún así, se duerme mal. Ya vendrán tiempos mejores, con más fresquito, para poder entrenar más rápido. Ahora, paciencia.