Llevaba once días sin correr por un jodío lumbago que no me dejaba ni andar, como para correr. Desde hace dos o tres días parece que voy mejor, así que he salido hoy a probar. He conseguido correr 9 km por un terreno lo más llano posible y aunque el dolor sigue ahí, al menos es tolerable. Lo malo del lumbago no es sólo que duele, sino que ha venido en el peor momento, porque sumando estos días sin entrenar, más los que estuve a finales de enero y principios de febrero, han provocado que la preparación para la maratón de Madrid está siendo penosa.
El 26 de abril de 1987 hice mi primera maratón y por aquello de que este año hacía treinta de mi estreno, pensaba hacer una carrera decente, tratar de acercarme a las tres horas y media, pero mis sueños se ha ido al traste. Ya me conformo sólo con acabar con la dignidad intacta, como diría mi buen amigo Juan Ignacio.
Después de correr mi primera maratón, recuperando fuerzas
Hay que ser positivo y mirar hacia delante. Siempre lo he dicho, es mejor llegar a la maratón falto de kilómetros que lesionado y espero estar el día 23 de abril en el primer supuesto y no en el segundo.
Hoy han sido 9 km en un tiempo de 50:37 @ 5:37 min/km. Lo de menos es el ritmo, lo importante es que he aguantado más o menos decentemente los kilómetros.