Hasta los populares se dopan

No, no me pilla de sorpresa que hayan cazado a un corredor popular dopado. Se puede leer la noticia aquí. No sé si fue este último 28 de diciembre o el del año antes cuando en una San Silvestre dijeron de broma que iban a hacer un control antidoping y más de uno desapareció de la línea de salida.

Ya me parece una aberración que un deportista se dope, pero que lo haga un deportista popular es algo que se sale de los límites de la estupidez humana. Increíble.

El tramposo se llama VICTOR JOSE CALVO MIRA y según el artículo había experimentado una gran progresión en los últimos años en carreras de largo aliento, puesto que poseía unos registro de 30:09 en los 10 kilómetros y 01:06:34 en la media maratón, cuando solo dos años antes corría en 34:04 y 01:18.

Le han suspendido por cuatro años, pero deberían de suspenderlo de por vida y, por supuesto, quitarle todos aquellos trofeos y beneficios obtenidos durante su carrera.


Había quedado con los compañeros a las 18:45, pero un súper atasco para volver a casa hizo que llegara pasadas las siete a casa, así que mis compañeros ya se habían ido y cuando los encontré ya les quedaba poco. Me dio gran alegría encontrarme con Quique, al que llevaba bastante tiempo sin ver.

Acabé la primera vuelta y le comenté a Quique que iba a hacer unos kilómetros exigiéndome un poco más. La idea era hacer dos kilómetros sobre 4:20, uno de recuperación y otros dos también sobre 4:20. Ese ritmo de 4:20 es el que he calculado a ojo que es mi ritmo umbral, pero no no sé por donde andará el ritmo umbral ya que hace tiempo que no corro una carrera a tope.

Quique se animó a acompañarme, por lo que no estuve solo mientras iba a ese ritmo exigente. Hice ese primer dos mil en 8:31 y el segundo en 8:40, así que la cosa quedó francamente bien. Entre los kilómetros a umbral y el calentamiento y todas las historias totalicé 10,6 km en un tiempo de 55:13 @ 5:10 min/km.