En el año 2012 iba a participar en la maratón de Nueva York. Luego no pude hacerlo porque se anuló debido al huracán Sandy.
Días después, meditando lo sucedido, me di cuenta que la maratón de Nueva York no es la «meca» del maratoniano, como nos quieren hacer crear. Es simplemente un asunto de mercadotecnia brutal, una muestra más del capitalismo salvaje, un negocio redondo para los organizadores. Entonces decidí que no volvería a correr esta carrera nunca jamás.
Como curiosidad, decir que la inscripción de 2012 para corredores extranjeros era de $347 que al cambio, creo recordar que fueron unos 255 € poco más o menos. Pues bien, si se mantuviera ese precio de inscripción -que no lo sé- tendría que pagar este año 312 €. Cosas del cambio.
Tres año y medio después me llega un correo del NYRR (club que organiza la maratón de Nueva York) indicando que puedo reclamar mi inscripción garantizada… Lo cual me ha sorprendido… No sé si gratamente…
Digo gratamente por aquello de que se acuerden de uno, pero la verdad es que no tengo la más mínima intención de correr esa carrera, así que dejo esa plaza libre para otra persona que se sienta atraído por esta prueba. Yo, paso. De hecho, la única carrera que me atrae es la maratón de Boston y esa sí me gustaría correrla, aunque es difícil acceder a ella.
Sigo aún temeroso con la lesión porque estoy notando molestias en otra parte de la pierna. Si la lesión era en la parte de abajo del gemelo, en el interior, hoy me dolía en la parte de arriba del gemelo, en la parte exterior. No sé si será debido a compensar de alguna manera la lesión. Pero bueno, hice las dos vueltas y aunque notaba «algo» en la parte superior del gemelo, tampoco me dolía ni me molestaba al correr.
Tampoco ha estado mal hoy. Nos hemos juntado cuatro pradolongueros y nos lo hemos tomado con calma, cosa que les agradezco de corazón. Hoy sí he completado las dos vueltas, totalizando 9,7 km en un tiempo de 52:55 @ 5:27 min/km.