Ya estoy pensando en el próximo objetivo, que no es otro que la media de Villarrobledo. Así que hay que hacer entrenamientos a ritmo umbral para poder completar la prueba con garantías, por lo que he pensado ir a Pradolongo a hacer cuatro kilómetros a ritmo umbral. Haciendo caso omiso a Jack Daniels que tiene su famosa fórmula para calcular este ritmo y algunos otros, me he fijado un ritmo umbral de 4:15. No sé si es correcto o no, pero no andará muy lejos.
El entrenamiento a ritmo umbral es un entreno exigente. No llega a ser tan duro como hacer series, pero tiene su enjundia. Se trata de mantener un esfuerzo constante y eso implica, si vas por terreno llano, llevar un ritmo fijo. Si el terreno tiene subidas y bajadas, resulta difícil mantener ese esfuerzo constante sin tener «algo» que lo mida, así que lo mejor es buscar un terreno llano.
El circuito que hacemos en Pradolongo es más llano que otra cosa, pero tiene una subida interesante y el final de la vuelta es cuesta arriba. Muy suave pero para arriba. La jugada es entonces no hacer esa subida más dura, aunque la pendiente más suave, pero más larga, seguir haciéndola.
La verdad es que se me ha dado francamente bien. He comenzado haciendo cuatro kilómetros de calentamiento y luego he mantenido el ritmo decentemente: 4:16, 4:14, 4:14 y 4:17. Casi perfecto. Han salido en total 9 km en un tiempo de 45:29 @ 5:03 min/km.