¡Qué desastre chico!

Se me ha ocurrido salir a correr después de haber estado ayer con la bici. Tenía que aprovechar mi último día de vacaciones para salir por la mañana, pero no ha sido una buena idea. Llevo unos días con molestias en los riñones y ayer me hice daño en la rodilla, así que iba fatal, fatal. Casi no podía ir derecho por las molestias en los riñones y me molestaba tanto la rodilla que iba casi renqueante. Y no sé si era por una cosa o por otra o por las dos, el caso es que iba corriendo fatal e incluso me daba con las zapatillas en los gemelos, como si no supiera correr.

Salí por Parque Sur con la idea de hacer tres vueltas, es decir, nueve kilómetros; sin embargo, iba tan mal que sobre la marcha estaba decidido a hacer sólo dos vueltas. Afortunadamente, empecé a ir un poco mejor y completé las tres vueltas inicialmente previstas. La temperatura era muy buena, sobre los veinte grados, por lo que obviando los problemas físicos, resultaba agradable correr.

Espero que las molestias en la rodilla vayan remitiendo poco a poco, ya veremos en el próximo entrenamiento. Hice 9 km en un tiempo de 47:45 a un ritmo de 5:18 min/km, haciendo el último kilómetro, en terreno favorable, a un ritmo de 4:39, lo que indica que al final había mejorado un poco mi manera de correr.

Antes de salir a correr me subí a la báscula, que llevaba mucho tiempo sin pesarme, y no estuvo mal lo que vi. Marcaba 71 kg que después de haber estado parado dos semanas y otras dos de vacaciones se puede dar por bueno. De todas formas, es urgente bajar de 70 kg, que es un peso que no debería sobrepasar de ninguna manera.