No puedo negar que acabé bastante contento y satisfecho de mi última participación en la maratón de Madrid. Sin comerlo ni beberlo me encontré corriendo por las calles de la capital y conseguí acabar los 42 kilómetros sin muchos problemas. En los últimos kilómetros noté los cuádriceps muy cargados, una pequeña molestia en el abductor izquierdo y rozaduras en los pezones. Por lo tanto, no me puedo quejar, acabé bastante bien.
Las zapatillas ¡cojonudas! No me dieron el menor problema durante la carrera y eso que era la tercera vez que las usaba. De momento, encantado con ellas.
En 1995, en mi tercera participación en una maratón, me tuve que retirar en el km 31 debido a una tendinitis que llevaba semanas arrastrando.
En 2000 me tuve que retirar en el km 17 también por una tendinitis aunque tenía claro que no iba a poder terminar porque llevaba un par de meses sin entrenar nada y en rehabilitación. Simplemente salí porque ya tenía pagada la inscripción.
En 2008 me tuve que retirar sobre el km 15 porque el domingo anterior había empezado con molestias en la cadera y aunque estuve descansando toda la semana y yendo al fisioterapeuta, al final no pude aguantar el dolor y me retiré.
Hago recuento de mis maratones fallidas porque de alguna manera la maratón del domingo que hice de manera inesperada y con poco entrenamiento viene a compensar alguna de éstas. Sobre todo la de 2008 que me tuve que retirar después de lesionarme la semana antes y haberme «comido» todos los meses de entrenamiento específico para esa carrera.
Hoy al salir a correr notaba los cuádriceps aún castigados; sin embargo, según iba recorriendo metros las piernas iban cada vez mejor. Una vez más la carrera viene genial para recuperar las piernas cansadas.
Tampoco tenía intención de hacer mucho ni muy deprisa, así que sólo fueron 5,45 km en 32:50 @ 6:01 min/km. Un entrenamiento genial para recuperar las piernas.