El cross me ha dejado secuelas

Reconozco que el domingo me esforcé de lo lindo en el cross. Normalmente, siempre que me pongo un dorsal, si no voy a acompañar a alguien, me esfuerzo a tope. Y el otro día no fue una excepción: cinco kilómetros y medio a tope por caminos irregulares con subidas, bajadas, curvas, contracurvas… Luego ves la media y parece que no fui al máximo, pero lo fui, doy fe.

Hoy cuando he empezado a correr he visto que el cross me ha dejado secuelas. No sólo cansancio, también me molestaba el tendón de aquiles de la pierna derecha (¡¡¡siempre el maldito aquiles!!!) y he procurado no forzar lo más mínimo para que la cosa no fuese a peor. Lo curioso es que algunos compañeros tampoco estaban muy por la labor de forzar, así que hemos ido a ritmo tranquilo unos cuantos… mientras a otro le da por hacer cuestas como si no hubiese mañana.

Como casi siempre, han sido dos vueltas a Pradolongo totalizando 9,6 km en un tiempo de 54:16 @ 5:37 min/km.