Respondía Joaquín el otro día a la pregunta de por qué no iba más deprisa que estaba hibernando. Comentaba que hasta el quince de marzo, día que se celebra la media maratón de Villarrobledo queda mucho todavía y que no se puede estar a tope hasta entonces. Yo también me he aplicado el cuento y esta semana es de hibernación. Ya empezaremos la semana que viene a apretar un poco, teniendo en cuenta, además, que he echado un ojo a un diez mil que se va a celebrar en Parla el ocho de febrero y que ya está, por lo tanto, a la vuelta de la esquina.
Hoy he llegado tarde porque salí tarde de trabajar y cuando quise llegar al punto de encuentro ya habían pasado casi diez minutos, así que me crucé con ellos cuando ya llevaban kilómetro y media, por lo que me ahorré un tanto. Iba un grupito de cuatro y junto a Luismi, con el que me había encontrado antes, formamos un sexteto más que interesante.
Tampoco duramos mucho juntos, ya que empezaron a apretar el ritmo y me quedé junto a Joaquín… hibernando. Y así fuimos hasta terminar las dos vueltas, que está vez no fueron completas por el «trasqui» del principio.
Fueron en total 9 km en un tiempo de 47:00 @ 5:13 min/km. Yendo siempre por encima de cinco, a un ritmo muy relajado.