Calcetines vintage

Tengo unos bonitos calcetines conmemorativos de la Maratón del Millenium, aquella maratón celebrada en octubre de 2001 que suponía la despedida de Martín Fiz y de Abel Antón del mundo de la alta competición. Ninguno de los dos fue capaz de llevarse la prueba, que fue ganada por el italiano Stefano Baldini, que tres años después se llevó el oro en Atenas.

Fue, sin lugar a dudas, otra muestra más del despilfarro que ha habido en este país, aunque en esta ocasión si buena parte de ese dinero que se manejó acabó en los bolsillos de los dos maratonianos, bien está.

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Calcetines conmemorativos M. M. 2001

Estando de vacaciones el verano del aquel año, me enteré de la noticia de que se iba a celebrar esta prueba, así que empecé a entrenar con la idea de participar. En septiembre me lesioné, así que no participé. Sí acompañé a un amigo desde la media maratón hasta la meta y el hombre lo pasó mal, muy mal. Su única idea era abandonar, pero le estuve tratando de convencer de que no lo hiciera. Y no lo hizo, pero fue una tortura para él. Y no sólo él, muchísima gente tuvo muchos problemas para terminar.

No tenía mucho sentido que habiendo una maratón en Madrid en primavera hubiese otra en otoño. Y no volvió a celebrarse nunca más esta prueba.

¡Menudo rollo por unos calcetines! El caso es que hoy he salido a entrenar con ellos. Alguien puede preguntarse que cómo es posible que trece años después todavía siga con esos calcetines. Y es que la cosa tiene truco, ya que años después de la celebración de esa maratón me los regaló una persona que tiene una tienda y que le habían dado bastantes pares. Hay que tener en cuenta que pensaban que iba a haber una participación de doce mil corredores y se apuntaron poco más de la mitad, así que sobró material para dar y tomar. Pues eso, que me los regalaron años después y prácticamente ni los uso porque son un poco gordos para mi gusto. Pero hoy me los he puesto por otros motivos y al final he entrenado con ellos. Se afloja un poco el cordón de la zapatilla y voilà.

El sábado nos dimos una buena paliza haciendo las cuestas del Parque Lineal. Ayer estuvimos en el Parque Natural del Hayedo de la Tejera Negra y también nos dimos una buena paliza, esta vez andando. Eso sí, este Parque Natural es una maravilla. Una auténtica pasada. Merece mucho la pena visitar.

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Parque Natural del Hayedo de la Tejera Negra

Así que después de un fin de semana de duros entrenamientos, hoy han sido sólo 10 km en un tiempo de 55:50 @ 5:35 min/km. Un buen regenerativo.