Le estoy cogiendo el gustillo

Después de unas cuantas semanas de una temperatura inusual -por lo caluroso-, esta semana ha empezado con frío. Hoy he llegado a casa con el frío metido en el cuerpo, pero ha sido ponerme el pantalón corto y la camiseta de manga corta y lanzarme a la calle y el frío ha desaparecido de mi cuerpo como por ensalmo.

Algunos del grupo han decidido hacer series de trescientos metros, pero he preferido seguir a un ritmo tranquilo charla que te charla con Joaquín y Emilio II. Cuando faltaba una milla, un imponente cambio de ritmo para tratar de hacer esos 1600 y pico metros lo más rápido posible, tratando de ir a un ritmo por debajo de cuatro. Pero hoy no era el día más apropiado porque el terreno estaba blando después de las lluvias caídas el domingo y el lunes. Los primeros mil metros muy por encima del ritmo previsto, a 4:06 y los siguientes seiscientos metros a un ritmo algo mejor, a 3:57. En total han sido, según el Garmin, 1640 metros en 6:37 que en una milla sería algo equivalente a 6:29. ¿Seré capaz algún día capaz de bajar de seis minutos? Difícil lo veo.

Estoy cogiendo el gustillo a este tipo de entrenamiento, el de ir tranquilo hasta el kilómetro ocho y luego tratar de hacer la última milla a toda pastilla. Estoy convencido de que es un entrenamiento que no sirve para mucho, pero mola.

Hoy el Garmin ha tardado lo que no está escrito en pillar los satélites, así que lo he puesto en marcha cuando llevaba un kilómetro de entrenamiento. Así que han sido 9,6 km aunque sólo haya marcado 8,64 km en 46:22 @ 5:22 min/km.