Las barritas del San Marcos

San Martín de la Vega es un enclave ciclístico para todos los aficionados a la bicicleta del sur de Madrid. El hecho de que exista un carril bici que lleva desde Villaverde hasta esta localidad hace que muchos ciclistas pasen por allí. Resulta de lo más habitual partir de Madrid, llegar a San Martín y desde allí tirar hacia Morata subiendo por la Cuesta Nueva o tirar hacia el puente de Arganda y desde allí hacia Chichón o Arganda. Aunque lo más habitual es ir hacia Ciempozuelos y desde allí hacia Aranjuez o Titulcia. La verdad es que da mucho juego.

Pues bien, si San Martín es un lugar habitual de ciclistas, la churrería San Marcos es el punto de encuentro por excelencia de éstos. Es de lo más normal parar allí a repostar y encontrarse con unas cuantas decenas de ciclistas. Unos simplemente llenando «la cacharra» de la fuente y otros disfrutando de las excelencias de la churrería. Destaca sobre todo las porras y churros, de tamaño «king size», pero dado que lo mío no es este tipo de excelencias culinarias, prefiero las barritas con aceite y tomate. Pero ojo, también son de tamaño «king size» por lo que si no eres de mucho comer, es mejor pedir sólo media barrita que es más de lo que te dan en otros sitos como barrita entera.

barritas
La foto no hace justicia al tamaño real de los trozos de pan

Todo esto viene a cuento para decir que de vez en cuando paro en San Martín, en la churrería San Marcos, a reponer fuerzas y hoy no ha sido la excepción. Salí solo por primera vez este año y no tenía intención de gastar muchas fuerzas, que mañana hay carrera pedestre; sin embargo, al final te vas picando con unos y con otros. A unos vas buscando su rueda y le das algún relevo. A otros tratas de superarlos para demostrar «lo bueno que eres» y a otros por mucho que des pedales te das cuenta de que bueno nada, que te dan cien vueltas. De todo me ha pasado en el día de hoy. Y, por supuesto, lo que no puede faltar es el aire en contra que suele molestar en los tramos que menos debiera. Esta vez soplaba fuerte cuando subía la cuesta de la Radio o la Cementera como lo conocen otros. De todas formas, aunque lo pasé mal en esa subida, no me puedo quejar, que en el último tramo, desde San Martín hasta Madrid lo tuve a favor.

Había calculado a ojo, antes de salir, algo menos, pero hice 81 km en tres horas justas, por lo que salió una media de 27 km/h que teniendo en cuenta las paradas en los semáforos, no está mal. Quizás demasiado deprisa teniendo en cuenta lo que me espera mañana.