Marcando el ritmo

La chica con la que suelo entrenar los fines de semana acostumbra a entrenar por las mañanas en días laborables; sin embargo, esta semana ha bajado tanto el martes como hoy por la tarde. La tocaba hacer cinco kilómetros a ritmo umbral, que según Daniels es 4:51 min/km para ella.

Para hacer este tipo de entrenamiento, se utiliza la primera vuelta para poner los músculos a tono y la segunda vuelta para marchar al ritmo objetivo, teniendo la precaución de hacer esa primera vuelta no demasiado despacio porque luego cuesta trabajo coger el ritmo que debe llevarse.

Y el entrenamiento le ha salido bordado. Una primera vuelta en 27:05 @ 5:25 y una segunda vuelta llevando el ritmo casi a la perfección: 4:52, 4:54, 4:47, 4:52 y 4:46. Muy bien.

Yo llevaba el GPS, por lo que iba marcando el ritmo, pero siempre por detrás, respirándola en el cogote. Parece que eso le gusta más que ir en paralelo.

Hay un parte del parque de Pradolongo totalmente a oscuras, por lo que hemos ido improvisando el recorrido sobre la marcha. De esta forma, haciendo alguna que otra cirigoncia hemos completado los 10 km en 51:16 @ 5:08 min/km.

Para terminar, decir que hoy, al igual que el pasado martes, hacía una temperatura buenísima para correr, aunque de todos modos he acabado con las manos congeladas.