Con el entrenamiento de hoy damos por comenzada la peor semana en cuanto a kilometraje, ya que esta semana situada a tres de la maratón es la elegida para hacer las tiradas más largas. Si no hay problemas, haremos cuatro tiradas: 12 km, 15 km, 20 km y 28 km. Lo que suma un total de 75 km a la semana que supone el pico de entrenamiento de la preparación maratoniana.
De todas formas, el adjetivo peor no sé si es el correcto, ya que aunque son muchos kilómetros no deberían suponer algo excesivo. Ya veremos cómo acabamos la semana.
De momento hoy no se nos ha dado mal. Ha sido el primer día que corremos con el cambio horario y resulta curioso salir a correr y terminar con luz. Siempre me ocurre lo mismo con el primer día del cambio horario, ya que me siento extraño corriendo, como si todo el mundo me viese hacer una actividad que no debiera, me siento avergonzado. Bueno, no es exactamente vergüenza, pero es algo parecido. Y todos los años me ocurre igual.
Afortunadamente hoy el tiempo nos ha respetado y hemos podido correr decentemente, aunque el viento se hacía notar en el último tramo de cada vuelta. Ya se sabe, no todo puede ser perfecto…
A mi tocayo se le nota inquieto. No ha respetado ni siquiera la primera vuelta y antes de terminar el cuarto kilómetro ha empezado a acelerar el ritmo. He aguantado un par de kilómetros, pero luego he preferido no aumentar el ritmo y mantenerme sobre el umbral, sobre 4:15. Tampoco es cuestión de acelerar en exceso y acabar lesionándome.
Como ya he comentado, hoy tocaba hacer 12 km que los he distribuido de la siguiente manera: 5 km a ritmo tranquilo + 5 km a ritmo umbral (4:13 min/km) + 2 km de enfriamiento. He recorrido esos 12 km en un tiempo de 59:06 a un ritmo de 4:55 min/km.