De barro hasta las orejas

Parece que el invierno no se quiere ir. A lo mejor está esperando hasta mañana que oficialmente entra la primavera. El caso es que hoy ha hecho un día bastante desagradable con frío y lluvia. El líquido elemento no nos ha abandonado ni un minuto durante el entrenamiento, así que gracias a los charcos que había hemos acabado llenitos de múltiples gotitas de barro.

Imagino que debido a la lluvia hemos ido rápidos desde el principio, haciendo el primer kilómetro en 5:39 cuando solemos hacerlo casi a seis minutos. El segundo kilómetro, a poco más de cinco. El tercer kilómetro, por debajo de cinco. Y desde ahí, el acabose, corriendo como si no hubiese mañana, haciendo kilómetros rondando 4:15.

Según iba corriendo, iba teniendo en cuenta los kilómetros para dejar de ir deprisa en el ocho, pero al final he seguido al mismo ritmo uno más y luego ya en la parte final me he relajado un poco, pero sólo un poco, no vayan a creerse, que esos 600 últimos metros los he hecho a 4:28.

Total, que he completado 9,6 km en 44:08 @ 4:35 min/km, de los cuales seis han sido a ritmo cercano al umbral (han salido a 4:17), lo cual tiene su mérito estando el terreno como estaba, en el que era difícil emantener un ritmo fuerte y constante. Por delante llegaron Quique y Miguel que están en una muy buena forma. A Jesús lo perdimos por el camino…