Una veintena

Hoy ha sido el primer entrenamiento con mi compañera maratoniana que llegamos a la veintena. Hace muchos años, cuando hicimos juntos la maratón de Madrid, también hicimos entrenamientos que pasaban las dos decenas, pero ya ni nos acordamos ni ella ni yo de aquel entonces, no en vano han pasado ¡16 años!

Hoy también había buena temperatura y eso se notaba en la cantidad de gente que pululaba por el Parque Lineal. Gente corriendo, en bicicleta, paseando, etc. En algunos momentos era difícil mantener un ritmo constante ya que era casi imposible adelantar al personal.

Al hacer tiradas tan largas, el parque se queda pequeño. Llegamos hasta casi el final y desde ahí continuamos siguiendo el río hacia su desembocadura. Hoy hemos llegado hasta el puente de La Gavia y justo ahí se han cumplido los 10 km, así que vuelta por donde hemos venido para completar la jornada. El calor se hacía notar y mi compañera necesitaba beber, pero la fuente estaba lejos todavía, en el kilómetro 17. Está claro que hay que llevarse una botella de agua en estas tiradas largas.

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Fuente en el Parque Lineal

Nos vino fenomenal beber agua en la fuente para afrontar los últimos tres kilómetros, el primero de los cuales es una buena subida. Habíamos dividido el entrenamiento en cuatro partes, las tres primeras sobre 5:30 y esta última parte sobre 5:15, pero esta cuesta no se puede subir tan rápido. Esos últimos cinco kilómetros: 5:16, 5:26 (la subida), 5:21, 5:07 y 5:12. Un poco más lento de lo previsto, pero acabando fuerte. Eso es bueno.

Salieron los 20 km en un tiempo de 1:48:26 @ 5:25. Un minuto más (y un kilómetro menos) que la media del pasado domingo.