¡Ojo a la tilde! No vayan a llamarse a engaño. No es que lleve un año en solitario, sino que hoy hace un año que un nuevo pradolonguero hizo su aparición y desde entonces se ha convertido en uno de los más regulares. No es otro que Miguel que ya lleva un año con nosotros y parece que lleva toda una vida. Confiemos en verle muchos años más.
Para celebrar tal efemérides, nada mejor que una carrerita por el parque, eso sí, sin pasarnos mucho que el domingo tenemos carrera. Nos juntamos cinco compañeros en Pradolongo, pero aumentó el grupo en uno con la llegada de Jesús, pasado el kilómetro dos. Ya íbamos haciendo cábalas de qué le podía suceder, de si le había podido la desgana, por lo que nos dio una gran alegría encontrarle. También vimos a dos ilustres pradolongueras que ya iban terminando su entrenamiento.
Salí bien pertrechado contra el frío porque a mediodía se hacía notar, pero durante el entrenamiento no hacía aire y la temperatura era agradable. Me sobraba buena parte de la indumentaria, así que sudé lo suyo.
Nos tomamos con calma las dos vueltas excepto los dos últimos kilómetros y pico que empezaron a acelerar. No caí en su trampa y aunque aumenté algo el ritmo dejé a los más rápidos que se pegaran entre ellos. Las dos vueltas totalizaron 9,5 km en un tiempo de 48:54 @ 5:08 min/km.