Cuando estuve tratando de correr descalzo, leí varios consejos sobre cómo hacerlo. Uno de ellos, aplicable a correr sin zapatillas como con ellas, es la base de todo: relajación, relajación. Es un mantra que repite sin cesar uno de los más reputados «descalcistas»: Ken Bob. Si para correr descalzo es fundamental, es una cosa que hay que tener muy en cuenta cuando se corre con zapatillas.
Me ocurre algunas veces que noto el pie demasiado forzado, normalmente el izquierdo, cuando voy corriendo. Es como si fuera encogido dentro de la zapatilla. Cuando lo noto, relajo el pie, éste se alarga y voy mucho más cómodo. Tengo que ir pendiente por si vuelve otra vez a las andadas.
Lo que sí tengo claro es que la relajación es fundamental para todo y en esto del correr no iba a ser una excepción.
Hoy sábado he salido pronto a correr, a las nueve de la mañana. No me importa levantarme un poco pronto para hacerlo, aunque reconozco que mucha veces me cuesta ponerme en marcha al ser tan pronto. Existe cierto debate sobre si es mejor correr por la mañana temprano o hacerlo por la tarde. Una de las grandes ventajas es que por la mañana hay luz y eso es una buena cosa, sobre todo en invierno que me toca correr de noche. Otra de las ventajas es que por la mañana el cuerpo está generalmente más descansado que por la tarde, aunque si trabajas sentado en una silla, tampoco es mucha la diferencia. Para mí, la única pega de correr por la mañana temprano es que muchas veces parece que tienes las piernas de madera y cuesta un buen rato ponerlas a tono. Con estos tres puntos, parece que la opción de correr por la mañana gana claramente, pero algo debe tener la otra opción porque la encuentro cierto atractivo que no sé explicar.
El caso es que hoy nos hemos encontrado cuatro pradolongueros a las nueve de la mañana en el punto de encuentro habitual. Uno de ellos que sólo corre por la mañana y los otros tres que alternamos mañana y tarde dependiendo de si el día es laborable o no. Curioso el masaje, si es que se puede llamar así, con ortigas que se ha dado el personaje diurno en las piernas. Dice que son antiinflamatorias, pero no he visto esa propiedad en este enlace donde habla de las virtudes de esta hierba.
Pues eso, que hemos salido cuatro, hemos dado una primera vuelta tranquila y en la segunda he apretado un poco para ponerme a ritmo de maratón (sobre 4:30 min/km). Dado que pienso acompañar a una amiga en la maratón, tampoco tiene mucho sentido hacer kilómetros a ese ritmo, pero tampoco es cuestión de ir siempre de paseo. He completado los 10 km en un tiempo de 49:23 @ 4:56 min/km haciendo esos cinco kilómetros a ritmo de maratón en 22:24 a un ritmo de 4:29.
Hoy la báscula indicaba 68,6 kg, lo que ha roto mi tendencia descendente. No digo nada nuevo si digo que hay que controlarse si se quiere perder peso. Habrá que hacer caso a lo que dice mi amigo Mariano en su dieta de la ardilla, donde indica que lo principal es el sentido común. Y es éste, muchas veces, el menos común de los sentidos.
Yo soy animal de tarde, debe de ser mas una cuestión de nutrición que otra cosa, la mayoría de veces te levantas, desayunas y te vas. De tarde yo, particularmente, rindo mucho mas, de mañana los ritmos se me vienen abajo.
Curioso lo q comentas de la ortiga, lo voy a estudiar, el otro día la confundí con hierba buena y no se me ocurrió otra cosa que acercármela a la nariz para olerla, no hubo que lamentarse al final.
Sobre relajar el pie, para mi vital, dedico mas tiempo a relajarlos casi que a correr.
Si no cuidas los pies, no hay camino.
Un saludo!
Hola Javier:
Efectivamente, puede ser cosa de la nutrición. Cuando salgo por la mañana siempre estoy dando vueltas si desayuno, si no lo hago. Por la tarde, es lo que hay.
Saludos.
A mi siempre me ha gustado más levantarme por la mañana temprano y empezar el día con la energía que te da haber salido a hacer KMs. He notado que el efecto energizador de correr por la mañana es superior a lo que me puede aportar dormir 45 min más.
Por la noche además el problema es que cuando corro me cuesta luego dormir.
Ya verás como el sentido común prevalece y con tu indudable voluntad volverás rápido a tu peso óptimo. No creo que te haga falta mucha dieta de la ardilla a ti.
Hola Fran:
No sé si es cuestión de costumbre o serán los biorritmos, pero parece claro que a unos les va mejor (o les gusta) por la mañana y a otros por la tarde. Lo malo es que al final no te queda más remedio que salir cuando puedas.
Saludos.