Mañana toca carrera, así que hoy he salido a mover un poco las piernas y dejarlas preparadas para mañana. El entrenamiento ha consistido en hacer sólo cinco kilómetros al trote cochinero y pasado el kilómetro tres hacer unos cambios de ritmo cortos, de unos cincuenta metros como mucho. He probado otras veces hacer cosas semejantes y creo que da buen resultado.
Durante el entrenamiento nos hemos cruzado con José Luis (¡recupérate Nelson!) y hemos estado despotricando contra los miserables que se ocupan de romper o robar los grifos de las fuentes. Por favor, que alguien me diga que beneficio sacan con eso y, por el contrario, multitud de personas sufren el perjuicio de no poder contar con una gota de agua con la que refrescar su garganta. Sé que soy un poco pesado con este tema, pero es que me saca de mis casillas.
Pues eso, entrenamiento que parece poca cosa (y quizás lo sea) pero que al menos psicológicamente me sirve para prepararme para la carrera del día siguiente. En números: 5 km en 28:12 @ 5:38 min/km.
Lo que más me ha gustado es que antes de salir me he subido a la báscula y ésta marcaba 69,4 kg con lo que se conseguido bajar de los 70 kg que marcaba la semana pasada. Tengo que seguir así para tratar de quedarme entre 67 y 68 que es lo que debería pesar.