Iba yo algo rezagado, todavía con las piernas castigadas de los 30 km del domingo e iba viendo las piernas de mis compañeros, como se perfilaban los músculos del gemelo y me estaba pareciendo que tenían piernas de keniata, excepto el color. Se nota que el entrenamiento ha ido afinando sus músculos, preparándolos para la inminente maratón. Si el día acompaña, seguro que lo hacen bien.
Estas ricas viandas impiden que yo también tenga piernas de keniata y tenga que conformarme con mis piernacas de cuatrocentistas que dios me ha dado.
Ricas torrijas
La verdad es que el entrenamiento del domingo me ha dejado un poco tocadas las piernas, sobre todo los gemelos. Estuve dándome un masaje yo mismo el lunes para aliviar un poco la tirantez de los gemelos, porque los notaba cargados del domingo. Esta semana habrá que tomársela con calma también. La verdad es que ya quedan pocos días para machacarse, ni veinte días.
Como llegué algo más tarde, la primera vuelta que hice no completé los cinco kilómetros de rigor, por lo que hice algo más hasta completar tres vueltas. Empecé con las piernas bastante castigadas, pero según pasaban los kilómetros iban mejorando las sensaciones.
Totalicé 14 km en un tiempo de 1:12:54 @ 5:12 min/km. Un ritmo llevadero para tratar de recuperar las piernas.